Fue el japonés Masanobu Fukuoka, llamado padre de la agricultura natural, quien comenzó a dudar de las técnicas utilizadas en la agricultura convencional, pues era un convencido de que una menor intervención en la tierra, conducía a mejores cosechas. Fukuoka se hacía la pregunta de que, si durante millones de años la naturaleza se abrió camino sin la intervención humana. ¿Por qué intervenir entonces artificialmente, si la naturaleza puede producir todo lo que necesita por si misma?

De esta manera, este agricultor y filósofo japonés se dedicó a observar el comportamiento de la naturaleza y comenzó a poner en práctica técnicas de cultivo que tienden a reproducir lo más fielmente posible las condiciones naturales, de modo que el suelo se enriquezca progresivamente, sin ocasionarle daño alguno. ¿Cómo? A través del Nendo Dango, un sistema de cultivo que nos demuestra el enorme poder que podemos encontrar en las cosas más simples.

Su significado proviene del japonés que significa “bola de arcilla” y consiste básicamente en una técnica donde se encapsulan las semillas seleccionadas con arcilla, la cual actuará como un escudo protector que proporcionará el medio adecuado para que tu semilla germine, sin que las aves se la coman cuando sean expandidas por la tierra.

©Herder3/Wikimedia
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Estas bolas de arcilla permitirán sustituir el arado y trabajar los suelos desde una perspectiva consciente hacia el cuidado del medio ambiente, ya que se evita todo tipo de intervención para que la naturaleza siga con su curso natural, ya que  al no arar, el suelo mantiene su composición con sus características óptimas. De la misma forma, no se ocupan abonos ni fertilizantes puesto que mediante la interacción de los diferentes elementos botánicos, animales y minerales del suelo, la fertilidad del terreno de cultivo se regenera como en cualquier ecosistema.

Y es que el Nendo Dango no solamente tiene un propósito en la agricultura natural, sino que cumple un rol importante en la reforestación  pues muchas personas o fundaciones han optado por esta sencilla y económica práctica como vía para plantar árboles en lugares deforestados.

¿Cómo hacer mis Nendo Dango?

Si quieres hacer tus propias bolitas de Nendo Dango, te dejamos un tutorial para que te aventures en esta práctica.

©Sara Dent/Wikimedia
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Necesitas:

*La cantidad de tus ingredientes dependerá del número de bolitas que deseas fabricar. Si quieres cubrir espacios pequeños, bastará con una cubeta. En cambio, si quieres reforestar a mayor escala recipientes más grandes.

  1. Mezcla las semillas con la tierra negra y la arcilla, y por último añadir el agua hasta conseguir la consistencia deseada. Debes amasar muy bien la mezcla, hasta obtener una masa.

Cabe destacar  que la calidad de la mezcla es bastante importante a la hora de ver resultados en nuestra siembra. Para comprobar que este bien hecha, puedes sumergir una  bolita en agua; si esta demora en descomponerse cumple con los requisitos, pues -de lo contario- si se deshace fácilmente, no contará con la resistencia suficiente para los fines que se necesitan.

  1. Una vez obtenida la mezcla ideal, comienza a crear pequeñas bolas de entre 3 a 5 centímetros.
  2. Deja secando las bolas de arcilla al sol durante unas 12 horas.
  3. Ya listas tus Nendo Dango, comienza tu trabajo en terreno. Extiende las bolitas en la zona que deseas reforestar/cultivar y con las primeras lluvias intensas se desaceran y después de un tiempo las semillas comenzarán a brotar.
©Sara Dent/Wikimedia
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