Momento decisivo para Isla Riesco: el último paso en la batalla legal contra Mina Invierno
El año 2011, en plena Crisis Climática, el gobierno de Chile decidió impulsar la minería de carbón en la Patagonia. Mientras la ciudadanía clamaba por terminar con las termoeléctricas a carbón de las llamadas “zonas de sacrificio” del país, y por tomar acciones concretas para enfrentar el calentamiento global, en Isla Riesco se iniciaban las operaciones de Mina Invierno, el primero de cinco proyectos de extracción de carbón que los grupos Angelini y Von Appen proyectaban hacer en la isla.
Mina Invierno, es la mina a cielo abierto más grande que ha existido en la historia del país. Su único propósito es extraer 72 millones de toneladas de carbón para que sea quemado en termoeléctricas de Chile y del extranjero. La mina está enclavada en medio de un lugar de alto valor socio-ambiental. En Isla Riesco coexisten bosques, glaciares, lagos, humedales y valles, además de agro-ecosistemas dedicados a la crianza tradicional de ganado. En sus paisajes habitan especies de flora y fauna icónica, como el huemul, el puma y el pájaro carpintero, y en sus costas nadan delfines australes, chilenos, lobos marinos y ballenas Sei (Balaenoptera borealis), entre otras cientos de especies que pueblan este territorio.
Debido a la relevancia de su biodiversidad, más de la mitad de la Isla está protegida en el Parque Nacional Kawésqar, y parte de su rivera pertenece la Reserva Nacional Kawésqar y al Área Marina Protegida Francisco Coloane, destinada a proteger una frágil población de ballenas jorobadas. Además los hallazgos paleontológicos y paleobotánicos presentes en la Formación Loreto que cruza Isla Riesco, han evidenciado un horizonte de estudio paleobotánico que podría dar a conocer una flora fósil sin precedentes en la paleobotánica chilena, reafirmando así la enorme importancia de este patrimonio cultural y científico
Mina Invierno ha tenido impactos tanto a nivel local como nacional y mundial. Contempla el impacto directo de 1.500 hectáreas, con la tala de bosque nativo y el drenaje de una laguna, y en sus primeros años de operación fue sancionada con 20 cargos por incumplimientos y contaminación. De hecho, fue denunciada por la ruptura de un humedal, contaminación de aguas, costa, mar, aire y praderas. Además, los cargueros con miles de toneladas de carbón, tienen como parte de su ruta transitar por el Área Marina Protegida Francisco Coleane, aumentando el riesgo de contaminación y colisión con los cetáceos de la zona. Sumado a los impactos en la isla, el carbón es quemado en zonas de sacrificio del país, donde se ha privilegiado la industria antes que la vida de comunidades y ecosistemas. Y por supuesto, tiene impacto a nivel mundial: aporta más carbón al mercado contribuyendo directamente al Cambio Climático.
Como si esos impactos no fueran suficientes, desde el 2014 Mina Invierno ha intentado incorporar el uso de explosivos en sus faenas de explotación de carbón, con el objetivo de extraer mayores cantidades de este mineral a un menor costo. Esto, a pesar de haberlo negado sistemáticamente durante su evaluación ambiental. Luego de un largo trabajo de la sociedad civil, y a pesar de un fuerte lobby y presión política, el uso de explosivos fue rechazado el año 2018. Sin embargo, la empresa decidió apelar y hoy la decisión final depende de la Corte Suprema.
Durante los dos años de espera de esta decisión, Mina Invierno ha anunciado su cierre definitivo, aduciendo que sin usar explosivos el proyecto no es económicamente viable. Pero a pesar de sus anuncios, lo cierto es que legalmente aún cuenta con todos sus permisos vigentes: no ha renunciado a su Resolución de Calificación Ambiental, y no ha desistido del juicio que busca obtener permisos para usar tronaduras. Es decir, la resolución de la Corte Suprema será clave para definir el devenir de la minería de carbón en Isla Riesco, puesto que dictaminará al fin una resolución legal inapelable.
El momento ha llegado. Esta semana serán los alegatos en la Corte Suprema, el último paso en la batalla legal que la ciudadanía lleva dando durante más de una década para proteger Isla Riesco. En ese marco la Alianza Chao Carbón y Alerta Isla Riesco, han llamado a estar alerta, ya que el trabajo por la protección de Isla Riesco, aún no termina. Para ello han lanzado una campaña que invita a visibilizar lo que ocurre en este rincón de la Patagonia, sumándose al llamado por #NoTronaduras.
A la campaña se han sumado organizaciones como Chile Sustentable, Chao Pescao y la Sociedad Civil por la Acción Climática de Magallanes.
Puedes visitar Alerta Isla Riesco para mayor información: www.alertaislariesco.cl
