Ley de Glaciares: cuando la destrucción se hace legal
A sólo días de que la Corte Suprema entregara su informe sobre el proyecto de Ley de Glaciares, donde señaló la necesidad de realizar un análisis más profundo de esta iniciativa ya que presenta serias debilidades, nuestros colaboradores Jens Benöhr, Paulo Urrutia y Carlos Hevia, nos explican las falencias de este proyecto de ley.
La Tierra, vista desde el espacio exterior, parece una reluciente esfera azul. Este aspecto se debe a que el agua cubre alrededor de un 75% de la superficie de nuestro planeta. De ello, pensaríamos que obtener agua potable es una tarea trivial, sin embargo, según el Observatorio de la Tierra de la NASA, un 97.5% del agua del planeta es salada y se encuentra en mares y océanos, mientras que tan solo un 2.5% del agua del planeta es dulce. De este pequeño porcentaje de agua dulce, más de dos tercios se encuentran en forma de hielo en los glaciares y casquetes polares, los cuales, a consecuencia del cambio climático y del mal manejo productivo, marchan sin retorno hacia su desaparición.
Los glaciares son grandes masas de hielo, resultado de miles de años de compactación de la nieve, los cuales actúan como reservorios de agua dulce en estado sólido. Según el Inventario Randolph de glaciares en el planeta, en la Tierra existen 197.654 de estos cuerpos de agua, los cuales en total cubren una superficie de 727.000 km2. En los Andes del sur estos cubren 29.333 km2, con un 80% de esa superficie ubicada en Chile. De acuerdo a la Unidad de Glaciología de la Dirección General de Aguas, hasta el momento en nuestro país se encuentran contabilizados 24.114, lo cual corresponde a un 12% de los glaciares del planeta.
La amenaza que hoy enfrentan los glaciares chilenos
A lo largo de todo Chile abundan los glaciares, ubicados desde la alta cordillera en el árido norte hasta los campos de hielo sur en la Patagonia. En la zona centro sur del país, los glaciares se encuentran principalmente en las partes altas de las zonas cordilleranas, desde donde, al pasar del estado sólido al líquido, alimentan los innumerables ríos que fluyen valle abajo y que abastecen a su vez a pueblos, ciudades y ecosistemas. Sin embargo y a pesar de su importancia, este prístino y vital recurso hoy se encuentra en peligro.
Nuestros glaciares están desprotegidos ante cualquier posible intervención humana, principalmente ante la extracción industrial. Es en este escenario que en nuestro país se está actualmente tramitando la mal llamada “Ley de Protección Glaciar”, generada a partir de presiones del Consejo Minero, CODELCO, SONAMI y Barrick Gold, entidades mineras que buscan generar un marco legal favorable a la explotación de recursos minerales ubicados en las cercanías o bajo los mismos glaciares. En síntesis, este proyecto de ley brinda sólo tres opciones de protección bajo las siguientes condiciones:
- Que los glaciares estén en una Reserva de Región Virgen: sin embargo, en Chile no existen estas reservas porque ningún gobierno las ha materializado, por lo que no habría ningún glaciar protegido bajo esta opción.
- Que los glaciares estén en Parques o Reservas Nacionales: pero de los 36 parques que hay en Chile, tan sólo 16 contienen glaciares, y de las 49 reservas sólo 18 contienen estos cuerpos de hielo.
- Que un glaciar sea declarado Reserva Estratégica Glaciar: los glaciares obtendrán esta declaratoria según su aporte hídrico potencial a sus respectivas cuencas hidrográficas, para luego priorizar a los glaciares que tengan mayor volumen o a los que estén en zonas de comprobada escasez hídrica. Establecer como criterio central cuánta agua aporta el glaciar es prácticamente poner a competir a los glaciares por una protección que, considerando la importancia de estos cuerpos de agua para nuestra especie y otras con las que convivimos, debiese ser total e imparcial.
Básicamente, esta ley condiciona a que las masas de hielo estén sujetas a protección de acuerdo a si están o no dentro de zonas protegidas como Parques o Reservas Nacionales. El problema es que de los 24.114 glaciares actualmente contabilizados para Chile, tan solo 34, es decir, 0.1%, estarían dentro de ellas, quedando el resto de los 99.9% glaciares del país sin protección.
Por lo mismo, incluso la Corte Suprema ha manifestado la necesidad de «realizar un análisis más profundo de la posibilidad de regular la explotación de los glaciares que la legislación hoy no prevé», ya que como señala el máximo tribunal en su último informe “queda claro que la iniciativa permite desarrollar proyectos, obras y actividades de distinto orden, entre ellas las económicas» que pueden debilitar la situación de estas reservas hídricas.
La importancia de su protección
En épocas de crisis hídrica, los glaciares son enormes reservas de agua para la humanidad. Legalizar su intervención significa acabar con esas reservas, a toda vista un gigantesco error considerando la pronunciada sequía que se nos avecina producto del cambio climático. Seminarios, simposios y charlas de escasez hídrica no significan nada, sólo palabrerías en salones pomposos, si no nos planteamos desde ya el valor patrimonial y estratégico de los glaciares que en Chile existen. Si el actual proyecto de ley de “des-protección de glaciares” es aprobado, en Chile será legal destruir glaciares, tan simple como eso. Regalaremos nuestro hielo, tal cual lo hicimos con el agua, el cobre, el carbón y el salitre, ¿a cambio de qué? A cambio de minerales de rápido consumo, sacados de las entrañas mismas de la tierra, destruyendo en días lo que se ha creado en milenios.
Explotar los glaciares, derretirlos para obtener cobre, plata u otro mineral, es hipotecar el futuro del planeta Tierra entero, por la mezquina y cortoplacista ganancia de unos pocos.
De ahí que sea necesario cambiar este proyecto por uno nuevo que busque la conservación efectiva de estos cuerpos de hielo y que esté orientado al resguardo tanto de los ecosistemas como de los derechos humanos, y no en favorecer a una industria en particular. En este contexto, la Coordinación de Territorios en Defensa de los Glaciares –que reúne a 26 territorios del país con sus glaciares ya amenazados y destruidos- ya ha manifestado su rechazo a la actual propuesta que legaliza la destrucción de los glaciares, realizando foros informativos, convocando a marchas ciudadanas y proponiendo una ley alternativa que brinde una real protección a los glaciares.