A finales de 2018, los fanáticos de LEGO podrán seguir armando mundos con bloques de colores, pero esta vez sin contaminar. La compañía danesa ha decidido cambiar el material de los juguetes que la hicieron famosa a nivel mundial: el plástico. A través de un comunicado de prensa, la empresa informó que comenzarán a producir las piezas botánicas de LEGO, como plantas, arbustos y árboles –que corresponden al 2% de todas sus piezas–  con un material hecho a base de caña de azúcar.

“En el Grupo LEGO queremos causar un impacto positivo en el mundo que nos rodea, y estamos trabajando duro para hacer buenos juguetes para niños usando materiales sustentables”, explicó Tim Brooks, Vicepresidente y encargado de medioambiente en el Grupo LEGO. La iniciativa se enmarca dentro de un plan que busca hacer que los bloques y el embalaje sean sustentables con el medioambiente, para reducir la huella de carbono y llegar a ser una compañía Zero Waste en 2030.

Piezas de Polietileno ©LEGO
Piezas de Polietileno ©LEGO

El cambio de material surge a raíz de cifras alarmantes. La empresa calcula que entre 1949 y 2009 ya habían producido más de 400 mil millones de piezas de plástico. Tomando en cuenta que con 40 mil millones de bloques de LEGO puestos unos sobre otros se podría conectar la Tierra con la luna… estamos hablando de BASTANTE plástico.

Esto contribuye a las 380 millones de toneladas métricas de plástico que llegan cada año al mar. Además, la producción de este material aporta a la industria de combustibles fósiles, que es la causa predominante del calentamiento global.

Para llevar a cabo esta nueva manera de desarrollar los juguetes, la compañía se unió con el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). “Es esencial que las compañías de cada industria encuentren maneras para proveer responsablemente sus materiales y ayuden a asegurar un futuro donde las personas, la naturaleza y la economía prosperen”, comentó Alix Grabowski, de WWF.

Jardín de LEGO ©Ketzirah Lesser
Jardín de LEGO ©Ketzirah Lesser

El bio-polietileno, el material del que se fabricarán las piezas de LEGO, es un tipo de plástico que a primera vista se ve igual al tradicional. “Los niños y sus padres no notarán ninguna diferencia en la calidad o apariencia de los elementos nuevos”, agregó Brooks. La marca asegura que los bloques producidos hace décadas podrán calzar con los nuevos sin ningún problema.

La caña de azúcar que usarán para producir el material será obtenida de manera sustentable, certificada por el Bioplastic Feedstock Alliance (BFA) . Por ahora, las piezas hechas de este material representarán el 2% del total de los bloques LEGO, pero el plan busca llegar a 100% de aquí a 2030. Para llegar a esta decisión, la compañía invirtió 165 millones de dólares en un centro científico para estudiar el material. Esto se suma a las iniciativas de empresas como IKEA, que también han tomado medidas para reducir el uso del plástico en sus productos.

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