Como un desequilibrio entre el cuerpo, la mente y los espíritus del entorno. Así considera la cultura Mapuche a las enfermedades y, para combatirlas, desde tiempos ancestrales han recurrido a la propia naturaleza y utilizado con sabiduría las propiedades medicinales que diversas plantas, hierbas y árboles poseen. Muchas de ellas son consideradas incluso sagradas, otras con el tiempo se han transformado en ingredientes codiciados por el rubro gastronómico. Lo cierto es que con el tiempo este conocimiento de a poco se ha ido alejando del colectivo nacional.

Hoy junto a Valle Corralco Hotel y Spa queremos destacar algunas de las especies vegetales más características y comunes de la medicina tradicional mapuche y recuperar así este patrimonio de la herbolaria médica ancestral. Uno que podría ser bastante útil como alternativa o complemento en el tratamiento de enfermedades o problemas de salud.

Los grandes antioxidantes

Los hemos visto en mermeladas, pasteles, postres e incluso preparaciones saladas. Se trata del maqui y la murta, dos frutos nativos que han destacado por sus grandes propiedades antioxidantes.

Maqui ©Morrana
Maqui ©Morrana

El primero por ejemplo, supera 50 veces la capacidad antioxidante de una copa de vino y es el alimento que posee mayor concentración de delphinidina. Este fruto, proveniente del árbol homónimo autóctono de los bosques de Chile y que crece desde la Región de Coquimbo hasta la de Aysén, es considerado como un símbolo de buena intención para los mapuches. En mapudungún también es conocido como kvlog -entre otros nombres- y tiene unos frutos esféricos que son negros y brillantes.

Las diferentes partes de la planta se ocupan para distintas funciones. Por ejemplo, una infusión con sus hojas frescas ayuda para bajar la fiebre, tratar diarreas, limpiar heridas, para dolores de garganta y otras lesiones en la boca. Además, el consumo de maqui mejora las defensas del organismo y es un complemento de tratamientos de diabetes, obesidad y colesterol alto, junto con nivelar el azúcar en la sangre.

Murta ©Paul Elton
Murta ©Paul Elton

Por otro lado, la murta es un arbusto nativo que ocupaban los mapuches desde antes de la llegada de los españoles. Hoy, se distribuye desde la Región del Maule hasta la de Los Lagos. Al igual que el maqui, sus frutos son berries que tienen un sabor muy rico que lo hace protagonista de muchos platos sureños.

También se le puede sacar provecho a la planta entera. Sus hojas tienen propiedades cicatrizantes, analgésicas y combaten el envejecimiento si se toman como infusión diariamente. En cambio, sus frutos contienen las propiedades antioxidantes y se usan para elaborar licores, mermeladas y conservas.

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Los sagrados mapuches

Si uno habla de árboles sagrados mapuches, las araucarias y el canelo son lo primero que viene a la cabeza. De la primera, se extrae el piñon, una semilla considerada fruto sagrado para los mapuche por representar una parte importante de su patrimonio. De hecho, no solo usan sus frutos -de los que extraen las semillas-, sino que la resina de la araucaria sirve como medicina cicatrizante y de tratamiento para úlceras.

Tiene un alto valor energético y, al mismo tiempo, altas cantidades de almidón resistente que favorece al organismo.  Además, es apto para celiacos. Junto a esto, es rico en calcio y magnesio lo que ayuda en las etapas de crecimiento, combate el colesterol malo y las enfermedades cardiovasculares.

Piñon ©Marco Antonio Correa Flores
Piñon ©Marco Antonio Correa Flores

Se pueden consumir hervidos o cocidos, en licores o en harina. Por lo general, este fruto conocido como “nguilliu” por los mapuches, es protagonista de la gastronomía de la zona de la Araucanía.

Flor de Canelo ©Eric Hunt
Flor de Canelo ©Eric Hunt

Por otro lado, el canelo es un árbol con significado mágico simbólico en la cultura mapuche. Sus ramas representan la paz y se consideraba sagrado por sus efectos curativos, tanto de la corteza como de las hojas.

El conocido como “Foye” por los mapuches está distribuido entre el río Limarí y el Cabo de Hornos. Es rico en Vitamina C y tiene efectos cicatrizantes, antibacteriales y desinfectantes. Por eso mismo se usa mucho para limpiar heridas, afecciones de la piel y para problemas estomacales, dolores de garganta, sarna y tiña.

De hecho, en lo que más destaca es su aceite esencial, el que se extrae de la corteza. Además, tiene usos internos a través de infusiones donde se utilizan las hojas y corteza, para combatir la tos, catarros e incluso lombrices intestinales.

Las hierbas mágicas

Lenga ©Raúl Antonio Álvarez
Lenga ©Raúl Antonio Álvarez

Todo es a través de infusiones que se deben tomar constantemente. Los mapuche utilizan, por ejemplo, las flores del colihue (Koliu rayen) para las molestias del síndrome premenstrual o los desórdenes hormonales de la mujer. También, para las alergias ortiga negra (Kuri dillngau) o para los dolores generales y de cabeza las características hojas de lenga.

Valeriana
Valeriana

Para el acné toman infusiones de maitén y para la caída del pelo cadillo (lo que ellos conocen como frokin). El pircún es para el exceso de apetito y el nilhue para los dolores de cabeza, a lo que se suma el peumo, un protector hepático que además se usa como tratamiento para el alcoholismo y la infusión de hojas, ramas y flores de chilco para aliviar dolores menstruales y disminuir la fiebre. La valeriana es utilizada para los problemas de sueño y la chalcacura para la pérdida de audición, mientras que la infusión de hojas de achicoria amarga sirve para afecciones hepáticas y digestivas y a la vez es un buen depurativo con un suave efecto laxante.

¿Quieres conocer más?  Te recomendamos la publicación Medicamentos Herbales Tradicioneles 103 especies vegetales del Ministerio de Salud.

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