©Maria José Manzur
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Interconexión viva

El planeta se está transformando, y nosotros también. Los seres humanos somos parte de la energía del planeta, estamos interconectados con todos y todo lo que nos rodea. Desde la Vía Láctea hasta el último átomo de nuestro cuerpo. Basta con ver el tejido de interconexión que formaron los hongos en el proceso de fermentación de la kombucha (foto más abajo), para entender que todos los seres vivos estamos conectados de la misma forma por una red de interconexión viva, que forma parte de un campo inmaterial de energía.

La importancia de integrar este fenómeno en nuestro ADN y forma de vivir tiene que ver con la profunda comprensión del lugar que cada uno tiene dentro de esta red cósmica natural. Si somos conscientes de quién somos, también somos conscientes de la interconexión con el universo y la naturaleza, así podemos ocupar el rol que nos corresponde y aportar con el cambio universal.

Para eso, es importante ir hacia adentro. A nuestra naturaleza interna y transformarnos. Tal como dice Gandhi: “conviértete en el cambio que deseas ver en el mundo”. Eso nos pide este proceso y la Tierra. Dejar de salir afuera y entrar dentro de ti mismo/a para transformarte junto al planeta. Es en esa transformación interior, y desde el corazón, donde podemos encontrar la brújula y su mapa de navegación que interconecta todos los seres vivos del universo. ¡Hagámosle más caso a Rumi! Que dice: “Ayer era inteligente, así que quería cambiar el mundo. Hoy soy sabio, así que me estoy cambiando a mí mismo.”

©Maria José Manzur
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El amor unifica

Dentro de este proceso evolutivo que está viviendo la Tierra, hay algo sumamente importante que todos los seres humanos debemos integrar: fortalecer la conexión con el corazón. Eso muchas veces asusta porque tiene que ver con sentir y sentir nos da miedo e incómoda, porque nadie nos ha enseñado a conectarnos con nuestras emociones, porque la forma en que se ha desarrollado la humanidad, nos hizo creer que solo éramos seres pensantes y que las emociones no participaban en nuestra forma de operar.

Lo curioso es que a través de ellas y de su fuerza es cuando realmente podemos conectar con esa energía que nos interconecta con cada ser natural, universal y humano. Eso, no viene de la mente. Viene desde el corazón. De la mente al servicio del corazón. Esa energía que nos interconecta opera desde el amor.

 “El amor es la fuerza más poderosa de todo el mundo, porque no tiene límites”.

Albert Einstein.

Es el amor la fuerza unificadora que nos permite conectarnos con la fuente de creación universal que cobija la vida, la nueva vida que está naciendo. 

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¡Somos energía!

La fuerza unificadora del amor, además de invitarnos a conectarnos con el corazón, también nos pide romper con viejos paradigmas de la mente para entender e integrar que somos energía. Para eso, debemos entender un poco de física cuántica.

El año pasado tuve la bella y profunda oportunidad de conocer a Bruce Lipton en un retiro/taller que se llamaba “Alinear tu Vida con la Sabiduría de la Naturaleza” en Taos, Nuevo México. Él es un biólogo celular, dedicado a generar cruces entre ciencia y espiritualidad. De regalo me mandó sus libros “La Biología de la Creencia” y “Efecto Luna de Miel”. En una parte de este último dice lo siguiente: “Cuando por fin estudié la física cuántica, me di cuenta de que Max Planck, Werner Heisenberg, mi héroe de la infancia Albert Einstein y otros pensadores pioneros nos han otorgado una nueva física que nos ofrece una ventana hacia fuerzas que no podemos ver, pero que son la verdadera materia de la vida… lo que nos enseña la física cuántica es que todo lo que pensábamos que era físico en realidad no lo es.

Todo en este universo está compuesto con energía inmaterial, y todo irradia energía. Es un hecho comprobado científicamente que los átomos y las moléculas irradian y absorben luz (energía). Dado que los organismos están compuestos por átomos y moléculas, tu, yo y todos los seres vivos irradiamos energía (vibraciones).” 

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Bruce Lipton también dice con respecto al esquema de los átomos: “La ilustración del átomo cuántico de la derecha parece un error: está en blanco. Eso se debe a que los físicos cuánticos han descubierto que no existe sustancia física en el interior de los átomos; las subunidades que los componen están formadas por vórtices invisibles de energía extremadamente potentes, el equivalente a nanotornados, y no por materia tangible.”

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Entonces, realmente, todo eso que a veces escuchamos de “somos energía”, que entra por una oreja y sale por la otra, ¡Es totalmente cierto! Eso es lo más importante que tenemos que tener en cuenta al momento de querer cambiarnos y cambiar la forma de habitar en este planeta. Conocer nuestra naturaleza energética, individual y universal, que incluye todo ser vivo (y todo está vivo), nos va a permitir conectarnos a la red de interconexión viva que nos va a permitir evolucionar como especie junto a la Tierra.

Esa naturaleza energética opera de forma armónica dentro de nosotros desde la conexión de la mente al servicio del corazón. Por eso, la invitación es a trabajar en nuestro interior para despertar y elevar nuestro estado de consciencia. Romper viejos paradigmas mentales, conectar con el corazón, ir hacia adentro y transformarnos de manera individual para aportar con la evolución humana y universal. 

La Tierra necesita que cada uno de nosotros se convierta en un agente consciente y creativo para que juntos podamos crear una nueva Tierra. Conscientes de quién somos, de dónde venimos y hacia dónde vamos. Conscientes de cómo vivimos, de cómo nos relacionamos con la naturaleza y el universo, de cómo nos relacionamos con los demás, de colaborar desde el amor entre nosotros y con nuestro entorno. Conscientes de que somos seres espirituales viviendo una experiencia humana.

Por todo esto, armé un kit y abrí un laboratorio, dos cosas que te pueden servir: 

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Kit de Naturaleza Interna para Tiempos Inciertos:

Aquí puedes encontrar material para cultivar, nutrir y practicar nuestra naturaleza interna. Estos tiempos nos exigen conectar con el corazón, con la mente, con quien realmente somos para actuar desde la esencia y no desde un sistema externo ajeno a nuestra propia naturaleza. Acá encontrarás desde una “Meditación guiada por el cuerpo” que grabé desde el Bosque Templado Lluvioso, hasta ejercicios simples como “Sentir el sol”. Más información en: www.marialacolorina.com

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C-LAB (Laboratorio de Creatividad Consciente):

La creatividad está conectada con el hemisferio derecho del cerebro, con las emociones, con el arte, con la energía integradora, con la espiritualidad y lo inmaterial. Conectarnos de manera consciente con nuestra creatividad nos permite canalizar la energía, convertimos en un canal y no en un recipiente de lo que nos pasa. De esa forma podemos entrenar al cerebro y al corazón para que trabajen en conjunto y nos ayuden a generar nuevas conexiones sinápticas-amorosas para la creación de nuevas ideas, formas y realidades más coherentes con quién realmente somos. Por eso, junto al apoyo de la Fundación Bosque Nativo, armé este Laboratorio de Creatividad Consciente. Queda un cupo para esta primera versión y viene una segunda versión. Inscripciones e información en: www.marialacolorina.com

Material recomendado para leer y complementar sobre lo que escribí:

Libro “El Efecto Luna de Miel” de Bruce Lipton.
Libro “La Biología de la Creencia” de Bruce Lipton.
Libro “Sobrenatural” de Joe Dispenza.

Para más información sobre el despertar energético en el ser humano también puedes revisar las siguientes webs:


https://www.brucelipton.com
https://drjoedispenza.com
https://psych-k.com
https://www.reprogramandocreencias.com

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