Un estudio pionero realizado en Costa Rica demostró que los cadáveres de cerdo tardan el doble de tiempo en descomponerse si los buitres no están presentes para ofrecer sus rápidos servicios de reciclaje.

De manera notable, otros carroñeros no llenan la ausencia dejado por estas aves, salvo por las moscas, cuya cantidad se duplicó ante la reducción de competencia.

Zopilote rey. Créditos: Andrew Whitworth
Zopilote rey. Créditos: Andrew Whitworth

El estudio, publicado en Ecology and Evolution y liderado por científicos del Centre for Ecology and Conservation de la Universidad de Exeter (Inglaterra) y de Osa Conservation en Costa Rica, pone de manifiesto el papel subestimado que desempeñan los buitres. También plantea interrogantes y preocupaciones sobre el impacto potencial del aumento de poblaciones de moscas en el medio ambiente y la salud humana.

Esta investigación subraya el papel único e insustituible que desempeñan los buitres como el ‘equipo de limpieza’ de la naturaleza”, afirma Julia Grootaers, coautora del estudio y ecóloga de comportamiento en la Universidad. “No queridos y poco valorados —incluso hasta el punto de ser perseguidos— la importancia de los buitres se hace evidente cuando los sacamos de un ecosistema. Estos carroñeros topes poseen sistemas digestivos especializados y altamente ácidos que pueden destruir muchos de los patógenos presentes en la carroña, lo que puede mitigar la propagación de enfermedades hacia otros animales silvestres, ganado y seres humanos”.

Zopilote rey. Créditos: Andrew Whitworth
Zopilote rey. Créditos: Andrew Whitworth

El estudio fue parte de la tesis de maestría de Julia para su MSc en Ecología Evolutiva y del Comportamiento en la Universidad. El trabajo de campo se llevó a cabo entre septiembre de 2023 y junio de 2024 en el Osa Conservation Campus, ubicado dentro de la Reserva Forestal del Golfo Dulce, en la región sur del Pacífico de Costa Rica.

El equipo de investigación colocó cadáveres de cerdo doméstico a una distancia de 500 metros entre sí, tanto en zonas de bosque como de pastizal, a lo largo de varias pruebas que abarcaron las estaciones seca y lluviosa. La mitad de los cadáveres se dejaron accesibles a todos los carroñeros, mientras que la otra mitad se colocó en jaulas con mallas que impedían el acceso a animales grandes. En cada sitio, se instalaron cámaras y trampas para insectos con el fin de registrar la presencia de animales y monitorear el número de moscas y escarabajos estercoleros.

Greta Hernández y Rosio Vega Quispe instalando jaula. Créditos: Osa Conservation
Greta Hernández y Rosio Vega Quispe instalando jaula. Créditos: Osa Conservation

Al analizar las grabaciones, el equipo identificó zopilotes negros (Coragyps atratus), zopilotes de cabeza roja (Cathartes aura) y zopilotes rey (Sarcoramphus papa) en 15 de los 16 sitios con cadáveres, y se observaron muy pocas señales de otras especies carroñeras potenciales como pumas, ocelotes, caimanes o coyotes. Al medir las tasas de descomposición, descubrieron que los cadáveres accesibles a los buitres perdían en promedio 9.5 kg de masa por día, en comparación con solo 4.8 kg diarios en aquellos que estaban enjaulados.

Los investigadores también registraron una duplicación casi total del número de moscas en los sitios donde los buitres fueron excluidos, pero no observaron una variación significativa en la cantidad de escarabajos estercoleros.

“Nuestros resultados demuestran que las comunidades carroñeras intactas —con buitres, invertebrados y descomponedores microbianos— descomponen los cadáveres al doble de velocidad que cuando solo actúan insectos y microbios”, señaló el Dr. Chris Beirne, Director de Programas de Vida Silvestre en Osa Conservation. “Y está claro que en Costa Rica, otros carroñeros vertebrados grandes no impulsan la descomposición en la cadena alimenticia —y eso es consistente con lo que observamos en otras regiones, como Kenia y el norte de España”.

Los investigadores explican que el mayor tiempo que tardan los cadáveres en descomponerse cuando no hay buitres permite a las moscas reproducirse y que sus larvas lleguen a la madurez. Esto, advierten, aumenta la probabilidad de que se conviertan en vectores de enfermedades como botulismo, ántrax, E. coli y salmonela.

“Aunque ya se han documentado disminuciones dramáticas de buitres en África, Asia y Europa, este estudio genera preocupación sobre la vulnerabilidad pasada por alto de sus contrapartes americanas”, añade co-autora Greta Hernández, de la Universidad de Panamá. “Y los hallazgos subrayan la urgente necesidad de una investigación más profunda sobre las tendencias poblacionales de buitres en las Américas, los servicios ecosistémicos críticos que proporcionan y las acciones de conservación necesarias para proteger a estos silenciosos guardianes del medio ambiente.”

Zopilote rey. Créditos: Andrew Whitworth
Zopilote rey. Créditos: Andrew Whitworth

El estudio “Vulture exclusion halves large carcass decomposition rates and doubles fly abundance” ha sido publicado en la edición más reciente de Ecology and Evolution.

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