Un proyecto que busca transformar los habituales paraderos del transporte público en espacios verdes a través de una innovadora intervención comunitaria, fue inaugurado el pasado 25 de enero en la comuna de Renca.

El proyecto, denominado “Paraderos verdes, dale un respiro a tu ruta” inauguró su primera etapa con dos intervenciones comunitarias en Renca que fueron financiadas por el Programa de Prototipo de Innovación Social de Corfo Región Metropolitana.

Esta iniciativa busca fomentar nuevas ideas de impacto social para enfrentar una serie de problemáticas que van desde la delincuencia y el tráfico de drogas, hasta el manejo de residuos, la congestión vial y la inclusión e interculturalidad.

Vecinos de Manuel Rodríguez, Alcalde de Renca Claudio Castro y Equipo Cultiva celebran la inauguración de los Paraderos Verdes.
Vecinos de Manuel Rodríguez, Alcalde de Renca Claudio Castro y Equipo Cultiva celebran la inauguración de los Paraderos Verdes.

El proyecto

En 2019, Corporación Cultiva contestó el llamado a generar nuevas ideas en espacios urbanos desarrollando una propuesta para combatir la falta de oportunidades y la escasez de espacios en un lugar de uso cotidiano donde la población se pueda vincular en comunidad junto a la naturaleza.

Teniendo en cuenta que la gente espera entre 15 y 20 minutos en promedio en un paradero (según datos de la aplicación Moovit), y que el 96% de la población de Santiago vive a 640 metros de una parada de bus (de acuerdo al estudio Ciudad de Todos, del Centro UC del año 2016), surgió la idea de desarrollar un proyecto relacionado con estos habituales lugares de espera en la ciudad.

Así nació la propuesta de un “paradero verde”, con la intervención de un “No lugar” de uso cotidiano, para redescubrir y darle un nuevo significado a una infraestructura normalmente invisibilizada por la población, pero con gran potencial.

También se vio en los paraderos una solución más efectiva para asegurar nuevas áreas verdes de uso cotidiano para la comunidad, y al mismo tiempo, ayudar a fomentar un sentido de pertenencia para la comunidad a través de actividades de cocreación del diseño.

Una de las definiciones tomadas por la comunidad fue que los paraderos tuvieran una variedad de plantas de uso medicinal y culinario, para que este nuevo espacio verde no tuviera sólo un valor ornamental, sino que también pudiera generar interacciones, conversaciones y momentos para que los vecinos compartieran con la naturaleza.

El proyecto se centró en el eje de Manuel Rodríguez, en la comuna de Renca, que contó con el apoyo de la Municipalidad de esta comuna, además de otras organizaciones comunitarias de la zona y la fundación “Junto al Barrio” en la primera etapa.

Fue un proceso impactado por la crisis social y luego por la crisis sanitaria y la pandemia, pero que contó siempre con mucha dedicación por parte del equipo, buena comunicación con los vecinos y mucha energía, lo que permitió seguir adelante con el proyecto.

Hoy, todo el equipo de trabajo ve con gran satisfacción que estos paraderos ya son una realidad. Estos lugares se han convertido en micro espacios diseñados comunitariamente, que buscan el contacto con la naturaleza, la interacción entre usuarios/vecinos y trabajos colaborativos del cuidado del mismo.

©Corporación Cultiva
©Corporación Cultiva

La primera parte de este proyecto fue inaugurado formalmente en el paradero verde situado en Manuel Rodríguez con Río Rahue, en la comuna de Renca, y contó con la participación de los grupos de vecinos que participaron en todo el proceso de diseño, validación y construcción de ambos paraderos. También asistieron presidentes de las juntas de vecinos aledañas y el alcalde de Renca, Claudio Castro, quien destacó la iniciativa. “Renca es mejor en comunidad y este proyecto es un ejemplo de eso”, destacó.

Durante la ceremonia, hubo coincidencia en la necesidad de asegurar un diálogo fluido entre los vecinos y la comunidad para continuar materializando iniciativas similares, y también para mantener estos espacios, para lo cual será clave contar con la colaboración de los propios usuarios.

©Corporación Cultiva
©Corporación Cultiva

Se espera que ese prototipo puede ser una experiencia de aprendizaje para empezar a redefinir los espacios públicos, y lograr que estos lugares pueden fomentar una mayor conexión de las comunidades con la naturaleza, especialmente después de los meses de distanciamiento que dejó la pandemia, tal como lo recordó una vecina: “Ahora con esto de la pandemia, solo veo a mi vecina cuando coincidimos en el paradero ya que no se pueden hacer juntas”.

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