Joven Pingüino Emperador en base militar Gabriel González Videla
Créditos: Hugo Harros
Joven pingüino emperador en base militar Gabriel González Videla Créditos: Hugo Harros

El domingo 26 de enero, el fotógrafo Hugo Harros captó a un pingüino emperador juvenil (Aptenodytes forsteri) en Bahía Paraíso, cerca de la base Gabriel González Videla de la Fuerza Aérea de Chile, en Antártica. En este lugar no hay colonia de esta especie, por lo que se trata de un registro inédito.

Daly Noll, Investigadora postdoctoral de la Universidad de Chile e investigadora adscrita de los institutos Milenio Base CRG, explica que más al sur de la península, alrededor de la latitud 73° – 75°, sí existen colonias de pingüino emperador, por lo que es posible que este juvenil se haya desviado de su sitio de anidación.

«Si es juvenil, es muy frecuente que se desvíen de los sitios de anidación. Los eventos de dispersión accidental durante el buceo en las etapas juveniles de los pingüinos, son bastante comunes, sobre todo en el pingüino emperador. Hay registros de que se pueden desplazar grandes distancias, por su afán exploratorio y curioso, y lo otro es porque como no han llegado a la madurez sexual, no tienen el arraigo en la zona donde nacieron. Cuando son juveniles son bastante exploradores (…). Tienen la capacidad de moverse a largas distancias, pero asentarse es distinto», explica, agregando que la edad reproductiva en el pingüino explorador es entre los 5 y 6 años.

Según relata Hugo, el juvenil durante 15 días ha estado en proceso de cambio de plumas. Al respecto, Doly comenta que esta es una época común de cambio de plumas en pingüinos, en pollos y adultos: «sacan su primera capa de plumas y las cambian, sobre todo en Antártica. Tienen una capa de plumas mucho más densa y al final de verano las cambian. Es un proceso común».

Junto a lo anterior, el pingüino fue fotografiado en cercanías a un grupo de pingüinos papúa (Pygoscelis papua) que sí cuentan con una colonia en el lugar. Se cree que esto puede ser mera coincidencia, ya que no existen registros de sociabilización entre especies, además de que sus dietas son totalmente diferentes. «Los papúas son más generalistas y los emperadores comen casi puro krill, entonces no se sobreponen sus ítems alimenticios. Capaz que el pingüino llegó por otra cosa, o también puede haber krill», dice Doly.

¿Qué pasará con el pingüino? Lo más probable es que nade en búsqueda de su colonia de origen. Sin embargo, puede seguir explorando hasta llegar a su madurez sexual. «Está súper documentado en Antártica con los emperadores que, en términos genéticos, las colonias están conectadas. Y eso tiene que ver con este ímpetu explorador de los pingüinos emperadores. Esas ganas de dispersarse grandes distancias para alimentarse. Eso en esta especie está súper documentado», dice Doly.

Así, estos pingüinos se asientan en nuevas colonias de su misma especie, aunque existe siempre la posibilidad de que vuelvan a la suya originalmente.

Comenta esta nota
·