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Impulsan proyecto que busca transformar vertedero ilegal en humedal de Quilicura y descontaminar el canal San Ignacio
Durante el pasado 9 de diciembre se lanzó el proyecto «Canales sanos sin vertederos», una iniciativa que busca descontaminar los recursos hídricos cercanos a la comuna de Quilicura. De esta forma, se busca cuidar especies en peligro que habitan en la zona, transformando los vertederos ilegales.
Una nueva etapa en la transformación de los basurales informales que existen en la Región Metropolitana se vivió hace unos días en la comuna de Quilicura. Se trata de la iniciativa “Canales Sanos sin vertederos”, proyecto liderado por Ciudad Emergente, la Municipalidad de Quilicura y Urban Ocean, que continúa el proceso de limpieza de un terreno ubicado al nororiente de la comuna, por donde cruza el Canal San Ignacio, y hábitat de la totora, entre otras especies que se encuentran amenazadas por el problema ambiental de los vertederos ilegales de residuos.
Este terreno de 10.000 m² ubicado en la calle Galvarino, es uno de los 65 vertederos ilegales de residuos sólidos que existen en la Región Metropolitana, según cifras del Ministerio de Medio Ambiente. Estos basurales informales ocupan extensas superficies periféricas especialmente en comunas como Quilicura, Puente Alto y Buin provocando un potencial daño a las distintas matrices ambientales, como agua, aire y suelo.
“Canales Sanos Sin Vertederos” se basa en los logros de la iniciativa anterior «Quilicura Limpia y Segura» (2024) en la que Ciudad Emergente junto a la Municipalidad de Quilicura lograron retirar 180 toneladas de basura e instalaron sensores ambientales para monitorear la calidad del agua. En esta nueva etapa inaugurada en este mes de diciembre se buscó proteger y poner en valor el rol de la totora que habita en el canal y a la comunidad de totoreros como pilares fundamentales para el proceso de descontaminación de las aguas.

En el lanzamiento del proyecto se inauguraron plataformas de acceso y zonas operativas que facilitarán la mantención y limpieza del Canal San Ignacio, además de permitir la entrada al canal para operar y cosechar la torora. Esta infraestructura realizada por Ciudad Emergente ayudará a evitar desbordes por crecimiento descontrolado de totora y potenciales acciones de vertido de residuos ilegales.
Para Javier Vergara Petrescu, director ejecutivo de Ciudad Emergente “estamos regenerando la ciudad, demostrando cómo Santiago y Quilicura pueden ser un ejemplo de acción climática poniendo en valor a sus comunidades, de forma innovadora y usando nuevas tecnologías”.
La totora (Typha) es una especie vegetal que contribuye significativamente al ecosistema gracias a sus múltiples propiedades: Captación de metales pesados, purificación del estado del agua, retención de nutrientes presentes en el suelo y soporte estructural del suelo. Para protegerla el proyecto ha mantenido un constante monitoreo ambiental, realizando evaluaciones del crecimiento de la totora en tres puntos del canal para medir su efecto descontaminante. Las primeras muestras de agua, tomadas en agosto de 2025, mostraron que la mayoría de los metales estaban dentro de los límites de la NCH1333.
“Es importante recordar que este terreno hace no mucho tiempo atrás era un vertedero informal de residuos sólidos, y hoy junto a las comunidades de totoreros y un grupo muy amplio de organizaciones estratégicas, estamos poniendo en valor el canal San Ignacio y su totora, aportando no solo a su buen manejo y limpieza como instrumento de fitorremediación, sino también impactando positivamente en el cuidado de los canales, los ríos urbanos y finalmente los océanos”, agrega Javier Vergara.
“Canales Sanos sin Vertederos”, gracias a sus acciones transformadoras, acaba de ser incorporado como un ejemplo concreto de la Agenda de Acción Climática de Riyad, impulsada en la COP16 de la Convención de las Naciones Unidas para la Lucha contra la Desertificación (UNCCD). En 2026 llegarán nuevas transformaciones que son parte del Plan Maestro del Centro de Educación Ambiental para este terreno y que incluyen la inauguración de un Bosque Miyawaki para enfrentar las islas de calor, y un laboratorio vivo para la regeneración urbana impulsada con inteligencia artificial.


Lanzamiento “Canales Sanos Sin Vertederos”
Durante la jornada de lanzamiento del proyecto realizada el martes 9 de diciembre en el terreno de Galvarino asistieron representantes de comunidades educativas, autoridades del gobierno central, empresas del sector y artesanos totoreros de la comuna quienes lideraron actividades participativas sobre el ciclo natural de la totora y la importancia del cuidado de los humedales para el ecosistema. Bautizada como «Cosecha y Trasplante de Saberes», el objetivo de la actividad fue poner en valor el rol protagónico de los totoreros en la descontaminación hídrica a través de una instancia con estudiantes y profesores del colegio Luis Cruz Martínez.
Para Felipe González, director de Gestión Ambiental de la Municipalidad de Quilicura, “lo que estamos haciendo es un avance importante: tener el cause del canal despejado, limpio y con muelles es fundamental para la educación ambiental. Queremos ser un referente en la recuperación de basurales y que mejor ejemplo que este espacio”. González adelanta que ya está listo en el terreno un Bosque Miyawake que entregará vegetación con especies nativas y que ya están en estudio las obras de un futuro centro de educación ambiental en el mismo lugar.
Al lanzamiento asistió Paola Cofre, jefa de economía circular y gestión de residuos de la Seremi metropolitana del Ministerio de Medio Ambiente, quien recordó que Chile tiene el desafío de reconvertir el 90% de los vertederos ilegales al año 2040. Cofré destaca el proyecto en Quilicura como un muy buen ejemplo de trabajo colaborativo y saneamiento para “que ojalá podamos convertir todos los vertederos en parques urbanos y centros ambientales para la ciudadanía”, agregó.






Para Cristina Huidobro, Gerenta General del Fondo de Aguas Santiago Maipo, “visibilizar al Canal San Ignacio como parte de nuestra red hídrica es tremendamente importante. Los canales no solo dan vida, generan biodiversidad, alimentan otros cuerpos de agua, como el humedal de Quilicura, tremendamente importante que ayuda a infiltrar las aguas lluvias, las superficiales y que nutre las napas subterráneas, terminando en los demás ríos y llegando al mar”.
Durante el lanzamiento del proyecto Javier Vergara destacó el rol de las tecnologías para mejorar el planeta. Puntualmente en el canal San Ignacio se aplicaron sensores y distintos tipos de tecnologías para poder mapear y entender cómo impacta la Totora al mejoramiento ambiental. “A partir de este uso de tecnologías, es mucho más real y mucho más concreto entender cómo se puede impactar positivamente a recuperar o a regenerar nuestras ciudades”, explica.
El Oficio del Totorero: Identidad, Patrimonio y Gestión Hídrica
El oficio de los totoreros de Quilicura está ligado históricamente al humedal y su comunidad presenta un alto sentido de identidad y pertenencia ligado al lugar y al trabajo con esta fibra vegetal. Las familias dedicadas a la totora la utilizan para la creación de artesanías, productos que incluyen cestos, esteras, quitasoles, sombreros, abanicos, y elementos estructurales como techos y sillas, entre otros, y es parte fundamental de la actividad económica de Quilicura.
Los totoreros son parte del humedal y lo protegen, perciben su territorio como un espacio de vida, trabajo y cultura. “Nosotros los artesanos nos dedicamos a limpiar y a cuidar la totora”, dice Fernando Abarca artesano en totora hace 40 años convencido de que la totora no solo habita el agua, sino que la mejora y es un agente contra el cambio climático.
A Fernando Abarca le apasiona enseñar el trabajo con la totora a las nuevas generaciones. Sin embargo, a pesar del orgullo, identifica como una amenaza la desvalorización social y la falta de visibilidad del oficio. Dice que la tradición que se transmitía familiarmente hoy se ha ido perdiendo “y esto no debería acabarse nunca, porque la totora es un patrimonio de Quilicura y necesitamos más artesanos”.


Ciudad Emergente