En abril de 2017, en la Región de Antofagasta, miembros de la Secretaría Regional del Medio Ambiente discutían sobre la importancia de los humedales altoandinos, considerándolos como un aporte científico para las comunidades indígenas de la zona. Paradójicamente, un año después en la zona altiplánica de la Región de Atacama, hay al menos diez humedales con graves daños. Esto según un informe que elaboró la Seremi de Medio Ambiente en el sector.

Donde antes existían bofedales, vegas o pajonales, hoy está seco. La flora y fauna de la zona ha ido desapareciendo de a poco y en las tierras hay restos de cañerías; se han desviado los cursos del agua y extraído este recurso.

Esto fue lo que denunciaron representantes de la Comunidad Indígena Kolla Ayllu Chiyagua, quienes en diciembre de 2016 dijeron que su territorio estaba siendo afectado medioambientalmente por parte de Codelco División Salvador. A partir de esto, la Seremi de Medio Ambiente de la Región de Atacama empezó una investigación en el sector de Diego de Almagro. El resultado: al menos diez humedales altoandinos evidenciaban graves consecuencias por la acción humana y a cuatro de ellos no pudieron ingresar –por las condiciones del terreno o disponibilidad de tiempo–.

Éstos eran: la Quebrada Ciénaga, Quebrada Larga, Quebrada Los Colorados, Quebrada Acerrillos, Quebrada Portero Grande, Quebrada Las Trojitas, Quebrada Las Tinajas, Quebrada Tordillo, Quebrada Pastos Largos y el humedal La Ola.

En el informe elaborado por la Seremi de Medio Ambiente, destacaban casos como el de la Quebrada Ciénaga en donde, pese a no poder acceder al terreno, haciendo uso de Google Earth los investigadores corroboraron la intervención en el sistema de vegetación de la zona por tuberías de drenaje de agua. El informe explicita que la comunidad denunció que este lugar se “encuentra gravemente deteriorado dada extracciones actuales e históricas de agua”, y que la empresa responsable sería Codelco Salvador.

En el caso de Quebrada Larga, se señaló que el sistema de vegetación propio de la zona, conocido como Sistema de Vegetación Azonal Hídrico Terrestre (SVAHT), está en evidente deterioro, con casi toda su extensión seca.  En este lugar se encontraron tuberías de captación y desviación de agua. “Considerando el daño de la vegetación, se asume que la extracción de agua lleva un período de tiempo importante”, dice el documento, que agrega que el sistema demuestra un “severo daño” y que se encontraron cinco sectores de captación de agua.

Desecamiento Quebrada Larga (imagen del informe)
Desecamiento Quebrada Larga (imagen del informe)

Una descripción similar se dio en los demás humedales como la Quebrada Acerrillos donde se observó una aguada que “evidencia la instalación de un sistema de extracción de agua por medio de una zanja que, según la comunidad, es una obra reciente”, e incluso en uno de ellos, Quebrada Potrero Grande, vieron un sistema de captación de agua de drenaje en la naciente del humedal, que estaba operativo. “Se evidencia un aumento progresivo del desecamiento del humedal aguas debajo de la naciente”, dice el informe.

Fotografía zanja y cañeria de agua en Quebrada Acerrillos (imagen del informe)
Fotografía zanja y cañeria de agua en Quebrada Acerrillos (imagen del informe)
las trojitas afectación peueño humedal
Las Trojitas afectación pequeño humedal (imagen del informe)

De todos estos lugares, sólo se conocen dos que tienen registrados derechos de agua: el sector de Pastos Largos y La Ola. Sin embargo, de las quebradas Larga, Ciénaga, Los Colorados, Acerrillos, Las Trojitas, Las Tinajas, Potrero Grande y Tordillo, no hay registros según la Seremi. Se dice también que el responsable podría ser Codelco, pero no fue posible determinar la titularidad de las obras.

Los humedales altoandinos, como los que se encuentran en Atacama, están entre los ecosistemas más vulnerables al cambio climático, porque en esta zona aumentan las temperaturas y disminuyen las precipitaciones. Su importancia radica en que sin ellos se altera el ecosistema de la zona, como la presencia de vegetación y especies como aves, los guanacos o las vizcachas. Solamente en esta región, de las cerca de 18 mil hectáreas de humedales, aproximadamente 1.400 están protegidas, y estas sólo se encuentran dentro de parques o reservas nacionales. Por lo tanto, las quebradas afectadas forman parte del 92% de los humedales en la región que no están protegidos.

¿Qué pasará con los humedales mencionados en el informe de la Seremi de Medio Ambiente de la Región de Atacama? Los antecedentes recolectados se entregaron a la Superintendencia de Medio Ambiente, la que se está analizando si pueden fiscalizar según la normativa vigente. Como son daños prolongados en el tiempo, aún falta identificar si habrían sido efectuados luego de la implementación del Sistema de Evaluación Ambiental, en cuyo caso podría intervenir la Superintendencia. De lo contrario, se  necesitan permisos sectoriales especiales. Por su parte Codelco dijo que no se referirá al tema porque hay una investigación en curso.

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