Guardaparques inician campaña de alerta por nueva baja presupuestaria: «La situación que enfrentamos es crítica»

Con mensajes como “Mi amor del verano está en peligro” y “Las áreas protegidas nos necesitan” o “El gobierno de Chile nos dejó en visto”, el sindicato de Guardaparques de Chile busca sensibilizar y dar a conocer el crítico momento por el que atraviesan tanto los profesionales de Conaf, como parques nacionales, monumentos naturales y reservas nacionales. 

“El presupuesto para la gestión de la conservación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas del Estado ha ido disminuyendo sistemáticamente los últimos años. Esta grave situación no se ha relevado ni visibilizado en la discusión pública del país, y es por eso por lo que decidimos comenzar esta campaña”, comentó Álvaro Aguilar, Presidente  del Sindicato Nacional de Guardaparques y Trabajadores del SNASPE. “La situación que enfrentamos hoy es crítica. En 2024 ya existía una enorme brecha presupuestaria que afectaba la dotación de personal y el manejo de parques, reservas y monumentos nacionales; pero ahora se suma un nuevo recorte presupuestario que nos deja en una situación insostenible”, comentó el dirigente.

Así, la campaña que han implementado busca evitar que los recortes de presupuesto continúen afectando la gestión de las áreas protegidas y asegurar los recursos para gestionar adecuadamente las áreas protegidas en el nuevo Servicio de Biodiversidad y Áreas Protegidas, dependiente del Ministerio de Medio Ambiente, el cual está en proceso de implementación y al que próximamente será traspasado el personal de CONAF.

A pesar de que Chile ya se encontraba entre los 10 países que menos invierte en sus áreas protegidas (AP), en enero se acaba de realizar un nuevo recorte al presupuesto con el que se administra, protege y monitorea más del 21% del territorio nacional. 

Además del ránking ya mencionado, Chile encabeza otra triste lista: se encuentra entre los que menos dotación de personal tiene por hectárea de área protegida. Se estima que se requieren 1500 guardaparques adicionales para gestionar adecuadamente el sistema, pero que ha mantenido estable a cerca de 550 mujeres y hombres que desempeñan esa labor.

Los guardaparques temen que esta nueva disminución de presupuesto traerá consigo deficiencias en las capacidades básicas en la administración de las áreas protegidas, dejándolas vulnerables a un mayor riesgo de incendios, actividades ilegales, extracción de recursos naturales, entre muchas otras actividades que son incompatibles con la gestión de conservación. Según el Sindicato, las consecuencias del último recorte presupuestario se traducirán en el cierre anticipado para la atención del público en AP, la reducción de la frecuencia y cobertura de patrullajes preventivos al interior y en área de influencia de las AP, la suspensión de actividades de monitoreo de objetos de conservación biológicos y culturales y la suspensión de implementación de estrategias de conservación ante amenazas que afectan las AP, entre otras.

“Las áreas protegidas son mucho más que la protección de la biodiversidad:  los parques y reservas bien financiados logran aportar a la salud física y mental de las comunidades, resguardan la cultura, entregan seguridad hídrica, aseguran protección ante desastres naturales, aportan a la economía local e incluso se hace soberanía en muchos territorios extremos en los que la única autoridad es un o una guardaparque. Hay que entender que lo que hoy está en riesgo es muchísimo más que un área en particular”, explicó Moisés Grimberg, 2do Director del Sindicato Nacional de Guardaparques y Trabajadores del SNASPE. “Es por esto por lo que las y los guardaparques de Chile, hacemos un llamado desde la naturaleza colorida, diversa, profunda, desde cada rincón del país donde se encuentran los ecosistemas que sostienen la vida en el planeta, a todas las autoridades del país para que haya una mayor preocupación e inversión pública en la conservación de la naturaleza terrestre y marina del país”, concluyó.