Además de atractivos y majestuosos, los glaciares son cruciales para la supervivencia de nuestra especie. Corresponden nada menos que a la reserva de agua dulce más importante del planeta. Solo 3% de toda el agua existente en el planeta es dulce y de ese 3%, más del 70% está congelada en glaciares.

Parece increíble entonces que, aún siendo los guardianes del líquido más preciado para los seres humanos, la protección de los glaciares sea casi inexistente a lo largo del planeta.

Chile cuenta con 80% de la superficie glaciar de Sudamérica. ©Cristóbal Correa
Chile cuenta con 80% de la superficie glaciar de Sudamérica. ©Cristóbal Correa.

¿Qué son los glaciares y dónde están?

Los glaciares son enormes cuerpos de hielo que se forman lentamente por la caída de nieve que va comprimiéndose en grandes masas congeladas. Para que se forme un glaciar, es necesario que pasen cientos de años de temperaturas bajas, que permitan la acumulación de nieve y su transformación a hielo.

Inventariar los glaciares del mundo es una tarea que aún no se considera cumplida, pero según cálculos aproximados, en la actualidad los glaciares ocupan alrededor de 33 millones de km2 en la tierra, es decir, un 10% de la superficie terrestre total del mundo. Según el Inventario Randolph, el mapa más completo de glaciares en el mundo, Chile es guardián de la mayor superficie de glaciares de Sudamérica: 23.6 mil km2 distribuidos en miles de glaciares que van desde las cumbres del Altiplano, en el norte del país, hasta el extremo austral del continente.

Gigantes amenazados

Las amenazas más peligrosas para los glaciares hoy en día son el cambio climático y las actividades industriales que los seres humanos desarrollan en sus cercanías, especialmente la minería.

Según las organizaciones que dedican grandes esfuerzos a protegerlos en Chile, desde principios del siglo XX, con pocas excepciones, los glaciares de todo el mundo han estado retrocediendo a un ritmo sin precedentes. De hecho, algunos han desaparecido durante este siglo y muchos están por desaparecer en cuestión de décadas.

Impactantes imágenes de este suceso pueden verse en el documental “Chasing Ice” proyecto que comprimió años de filmación en segundos, capturando el derretimiento de enormes montañas de hielo.

Y, ¿quién los protege?

Aunque sabemos que el agua es fundamental para la vida y que los glaciares almacenan gran parte de ella, la legislación que protege a los glaciares es sorprendentemente escasa a nivel mundial: no existe un tratado internacional orientado a su preservación ni un proyecto que lo esté considerando.

A nivel nacional, solo Argentina cuenta con una ley para proteger sus glaciares. En Chile, el proyecto de ley sobre glaciares es debatido hace años en el Congreso. Considerando también la ola de sequías que azota actualmente a nuestro país, ¿se necesitan más argumentos para contar lo antes posible con una BUENA herramienta legal para cuidar a los glaciares chilenos?

Enero de 2015 fue el mes más seco de Chile en los últimos 50 años, registrándose un déficit de agua de más del 95%. ©Cristóbal Correa
Enero de 2015 fue el mes más seco de Chile en los últimos 50 años, registrándose un déficit de agua de más del 95%. ©Cristóbal Correa.

Chile y el camino a la ley

Glaciar cerro castillo. ©Cristóbal Correa.
Glaciar Cerro Castillo. ©Cristóbal Correa.

El primer intento por promulgar una ley para protección de glaciares en Chile data de 2006. Fue impulsado por la aprobación del proyecto minero Pascua-Lama, que amenazaba a los glaciares montañosos del Norte del país. La iniciativa no prosperó y fue archivada en 2007.

El 20 de mayo de 2014, un grupo de diputados autodenominados “la bancada glaciar” planteó un nuevo texto de ley. La propuesta fue ampliamente criticada por empresas mineras y de geotermia ya que prohibía la minería y actividades que pudieran afectarlos en ellos.

En marzo de este año, el Poder Ejecutivo hizo una “indicación sustantiva” a dicho texto, (una contrapropuesta) que, según organizaciones ambientalistas, cambia completamente el espíritu de la propuesta parlamentaria, para responder más a las demandas de las empresas mineras.

A continuación les presento algunos puntos a favor y en contra de la propuesta del gobierno elaborados con base a una minuta de prensa de organizaciones ambientalistas:

Aspectos positivos:

* Reconoce a los glaciares como reservas de agua dulce, proveedores de servicios ecosistémicos y bienes nacionales de uso público.

* Prohíbe la solicitud de derechos de aprovechamiento de aguas sobre los glaciares.

* Fortalece las atribuciones de la Dirección General de Aguas para generar información, monitorear el estado de los glaciares e imponer multas.

* Eleva la jerarquía legal del inventario de glaciares.

Aspectos negativos:

* No protege todos los glaciares, sino solo a los que se encuentren en parques nacionales o reservas de regiones vírgenes. Esto resulta muy grave si consideramos que los glaciares más amenazados están en el Norte del país, donde los parques nacionales no abundan y donde comparten territorio con las reservas mineras. Peor aún es el hecho que en el árido Norte del país los glaciares son los que surten de agua potable a millones de personas que viven en zonas de estrechez hídrica.

* Podría salvaguardar algunos glaciares fuera de áreas protegidas si éstos son considerados “reservas estratégicas de agua” por el Comité de Ministros para la Sustentabilidad. Sin embargo, la propuesta no hace referencia a instrumentos ni fondos públicos para realizar esa identificación. El riesgo es que eventualmente, esa tarea quedaría en manos de consultoras que muchas veces son contratadas por las propias empresas mineras.

* Dispone que los glaciares no considerados “reservas estratégicas” quedarían a merced del Sistema de Evaluación de Impacto Ambiental, el cual determinaría si se puede o no realizar alguna actividad industrial en ellos. En el pasado, ese organismo ha permitido proyectos nocivos para los glaciares como Pascua Lama, Andina 244, Los Bronces y Los Pelambres.

* Establece que solo se revisarán las resoluciones de calificación ambiental de proyectos que afectan hoy a glaciares en parques nacionales o a glaciares declarados “reservas estratégicas”. De ese modo, deja a todos los demás glaciares a merced de los proyectos mineros o energéticos que ya los están dañando.

Lo que sucederá con estos gigantes y sensibles guardianes del agua del mundo está por verse. Lo que es claro, es que ya estamos pasada la hora en que el mundo debió reconocerlos, valorarlos y protegerlos. En Chile continuarán los debates internos en el Congreso, mientras que las organizaciones en favor del agua y la vida seguirán haciendo su parte por protegerlos. Esperamos que la ley resultante proporcione la debida protección para todos los glaciares, y que esto sea imitado por el resto de los países que custodian a estos gigantes guardianes del agua.

Para más información sobre campañas en Chile para la protección de glaciares, consultar las organizaciones TERRAM, Greanpeace y Chile Sustentable.

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