Encuentran muerto a puma rescatado en Lo Barnechea y expertos adelantan lo que se sabe del caso
Su hallazgo en el árbol de una casa de Lo Barnechea causó gran revuelo y un amplio debate sobre la convivencia entre el humano y la fauna silvestre. Sin embargo, hace pocos días el felino fue encontrado muerto en Til Til, ante lo cual no se descarta la participación de terceros o una posible intoxicación alimentaria. El SAG y el experto que participó en su monitoreo cuentan a Ladera Sur qué se sabe de este individuo tras casi un año de seguimiento, y cómo se puede avanzar en la protección de esta especie.
Fue a seis metros de altura, en el árbol del antejardín de una vivienda en Lo Barnechea, cuando conocimos a este puma que generó no solo un intenso operativo de rescate, sino también un amplio debate sobre la forma en que nos relacionamos y convivimos con la fauna silvestre.
A casi un año de ese primer encuentro, y luego de que este ejemplar macho y joven fuera capturado, reinsertado en la cordillera de la zona central, y monitoreado por 11 meses a través de un radio-collar, se halló el cuerpo sin vida de este felino en la zona de Til Til, en la Región Metropolitana.
“No se descarta la participación de terceros en cuanto a una posible intoxicación, caza o incluso el enfrentamiento del puma con un ejemplar de su especie o con perros”, señalaron desde el Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) a Ladera Sur.
Frente a esto, la institución presentó una denuncia ante la Fiscalía local de Chacabuco por la sospecha del delito de maltrato animal, aclarando de paso que “aún no hay resultados preliminares” al respecto.
Por su parte, Agustín Iriarte, experto en felinos silvestres que monitoreó al puma junto al Servicio, cuenta a Ladera Sur que “pudimos rastrear con seis localizaciones por día, durante estos 11 meses, al animal en todo momento. El SAG financió el rastreo, porque estaba interesado en saber dónde estaba, qué le pasaba, etc. A animales de este tipo, que son amenazados, grandes, y de preocupación, tenerlos monitoreados es lo ideal».
De esa manera, durante estos 11 meses siguieron las huellas del puma a través del radio-collar satelital de la marca sueca Followit, el cual permite observar – a través de un software en el computador – los movimientos del felino.
“Se movió libremente por la Región Metropolitana y la Región de Valparaíso. Vimos, por ejemplo, que la autopista la pasaba por arriba de los túneles”, relata Iriarte, quien también es gerente general de la Consultora Ambiental Flora & Fauna Chile Limitada.
No obstante, hace algunos días el monitoreo se vio interrumpido al no detectar más desplazamiento del animal. Si bien se pensó en la posibilidad de que el dispositivo haya presentado un desperfecto o se hay soltado del cuerpo del felino, la búsqueda finalizó con el hallazgo de su cadáver.
Los restos de este mamífero fueron revisados por funcionarios del SAG junto a personal de la Brigada de Delitos Medioambientales (BIDEMA) de la PDI. Sin embargo, su estado de descomposición impidió determinar en forma preliminar la causa de su muerte, por lo que fue trasladado al Departamento de Veterinaria de la Universidad Andrés Bello para dilucidar las causas del deceso.
La convivencia entre humano y puma
El puma (Puma concolor) es el carnívoro nativo terrestre más grande que habita en Chile, aunque su tamaño y peso varía, dependiendo de la subespecie y área geográfica. Además, es una especie protegida, por lo que su captura y caza están prohibidas en el país desde la década de los 80.
Pese a lo anterior, este felino ha enfrentado constantes presiones y amenazas, como la caza furtiva, así como la fragmentación y pérdida de su hábitat (por ejemplo, por la expansión urbana en la zona central del país), afectando de esa forma la disponibilidad de refugio, territorio y alimento.
Por ello, Iriarte señala que algunas de las acciones para impulsar una convivencia armónica entre el humano y el puma es la conservación de la biodiversidad nativa. “Lo ideal es que haya la mayor cantidad de vida silvestre disponible, para que se pueda alimentar y no entre en conflicto con los ganaderos”, sostiene, aunque advierte que la prolongada sequía que afecta al país ha empeorado aún más el escenario.
Para lo anterior, también se ha comprobado la utilidad de otras medidas.
“Nosotros llevamos como 20 años trabajando en casi todo el país en proyectos para minimizar el conflicto entre el puma y la ganadería. Lo hemos hecho en Arica y Parinacota, Antofagasta, Atacama, Coquimbo, etc., y una de las medidas que hemos encontrado más eficientes son los cercos anti-depredadores, donde puedan guardar a los animales en la noche. Lo otro son los perros guardianes”, agrega, en alusión a canes importados que son criados para evitar la depredación a animales como ovejas por parte de estos felinos.
El científico recalca: “Mientras más áreas protegidas haya, tanto estatales o privadas, más vida silvestre hay y, por lo tanto, ellos tendrán más alimento y van a tener menos necesidad de matar ganado, entonces, cuando se crean estas reservas arriba, en la alta cordillera, o cuando hay privados que se dedican a conservar, eso es vital para la sobrevivencia de los pumas en la zona central”.