El paisaje dinámico
Nuestro colaborador Cristóbal Lamarca, nos invita en esta columna de opinión a observar nuestro entorno y su dinamismo y a diseñar nuestras ciudades tomando en cuenta aquello que no somos capaces de controlar: la atmósfera.
Cuando se comenta o escribe sobre diseño del paisaje, se suelen mencionar los elementos de los cuales tenemos control y podemos definir, como por ejemplo trabajos de suelo con distintas superficies, reconstituciones de contenciones o muros, plantación y selección de especies vegetales, creación de condiciones ambientales para incentivar la presencia de animales, etc. Pero el paisaje dinámico en este texto apunta a poner en valor y revisar maneras de cómo utilizar lo que no somos capaces de controlar: la atmósfera.
El paisaje dinámico se rediseña una y otra vez en el transcurso de una pocas horas o incluso minutos, un paisaje en el que la atmósfera juega un rol tan protagonista y cambiante que altera la percepción del paisaje físico de la ciudad y su entorno.
El paisaje dinámico, no solo obedece a que un día amanezca nublado y luego salga el sol; es luz, tiene velocidad, nitidez, temperatura, viento y precipitación. Como comentan Juliette Carré y Jean-paul Metailié en su texto De los paisajes de ayer a los paisajes de mañana, un planteamiento fotográfico paisajístico detecta conocimiento de los procesos y evoluciones del paisaje, consecuencias en el tiempo y sobre el territorio, y también ayuda a los actores locales para el planeamiento y las políticas públicas del paisaje, cargando de información y responsabilidad al cómo se ve la ciudad en cada uno de sus momentos.
Este enfoque fotográfico de la dinámica como proceso científico le da valor real a dos prácticas urbanas muy aplicadas, sobre todo en ciudades turísticas como Santiago, Valdivia o Valparaíso. La observación urbana y la fotografía.
Por ejemplo, en el caso de Valdivia, el paisaje urbano es cinematográfico. Se refleja la luz del sol en las calles recién regadas por la lluvia y se nubla como un avión atravesando por un grupo de nubes densas. El paisaje en este caso no es necesariamente un honor a la ciudad (la cual tiene mucho que mejorar en infraestructura, mantención y diseño urbano), sino que a su emplazamiento en un espacio geográfico denominado de tantas maneras como ríos alberga: delta, estuario, río, meandro, playa, costa, cordillera de la costa, santuario, selva, cerveza, historia, etc.
Todos estos componentes geográficos del entorno de Valdivia, como los gruesos ríos que la rodean, los constantes humedales que la vigilan, la fuerza del océano que se hace sentir y la densidad del bosque, generan fuerzas dinámicas que activan la percepción del paisaje, su profundidad de campo, su interacción con el borde natural y sus distintas facetas urbanas.
Debido a la escala humana de la ciudad, mediante un simple recorrido en bicicleta se pueden apreciar estos contrastes y dinámicas, los cuales deben ser considerados como elementos de contexto al momento del diseño mediante un proceso que consiste principalmente en un análisis de las dinámicas actuales por foto-comparación, destinado a servir de soporte para ciertos procesos participativos y representativos a escala local. La fotointerpretación permite verificar y matizar la concordancia entre las dinámicas paisajísticas percibidas a ras de suelo y las obtenidas de una visión vertical, estimar la amplitud espacial de ciertas dinámicas e integrar los sectores ocultados por la visión oblicua.
De esta manera, considerar el paso de las nubes por una ciudad no es solo un hecho aislado e independiente, menos para la ciudad con más precipitación de Chile. Un ejemplo de proyectos en el paisaje en Chile, que no solo consideran el soporte físico en el cual se desarrolla, sino que también su variable de atmosférica, es el “Parque Atmósfera para Santiago”, de Bernard Tschumi Architects, que plantea una propuesta para un sistema capaz de crear convección atmosférica a gran escala en el cerro San Cristóbal con criterios principalmente ambientales para la ciudad de Santiago, permitiendo así utilizar las condiciones atmosférica como recurso de limpieza ambiental, el cual se basa en fotografías antiguas y actuales de un mismo encuadre.
Referencias:
- Juliette Carré y Jean-paul Metailié “De los paisajes de ayer a los paisajes de mañana. Metodología de un observatorio fotográfico para el análisis de las dinámicas paisajísticas: el valle de Vicdessos, Pirineos de Ariége (francia)” BIBLID [0210-5462 (2008-2); 42: 123-149].
- Bernard Tschumi “Parque Atmósfera para Santiago” visitado en Plataforma Arquitectura.