El desconocido mundo de la doca chilena, una vistosa suculenta endémica de las costas del país
De seguro la has visto en más de alguna ocasión mientras recorres las costas de la zona central de Chile, y es que esta hermosa suculenta, de gran abundancia en las playas y dunas, genera todo un espectáculo de color morado con su floración primaveral. Nos referimos a la doca chilena (Carpobrotus chilensis), una suculenta endémica de las costas de Chile, que habita entre las regiones de Antofagasta y Los Ríos, y que destaca por su increíble resilencia y su alto valor ecológico. Es la única especie del género Carpobrotus endémica de Chile, y es, probablemente, una de las especies más importantes de las zonas costeras de la zona central del país, sin embargo, es muy poco lo que sabemos sobre ella, por lo que muchos aspectos sobre su ecología aún permanecen ocultos. Por otra parte, la introducción de especies invasoras, como la doca africana (Carpobrotus edulis), que es de mayor tamaño, ha causado que la especie se vea desplazada ecológicamente. De eso y mucho más te contamos a continuación.
Es una especie muy frecuente de las playas y dunas de la zona central de Chile, que destaca entre los paisajes costeros gracias a sus hermosas y vistosas flores de color morado brillante, que generan todo un espectáculo durante su floración en los meses cálidos. De seguro todos la hemos visto en más de una ocasión mientras recorremos la zona costera, creciendo justo encima de la arena y generando densos parches de vegetación.
La doca chilena (Carpobrotus chilensis) es una suculenta endémica de las costas de Chile central, perteneciente a la familia de las aizoáceas. Es una suculenta perenne y rastrera, de tallos largos y hojas carnosas, que habita principalmente en playas y dunas costeras, entre la Región de Antofagasta y la Región de Los Ríos. Es la única especie del género Carpobrotus que es endémica de Chile.
De rápida propagación, esta especie destaca por su increíble resistencia, siendo capaz de crecer en suelos altamente perturbados, tanto por la acción humana como por eventos naturales. De hecho, su crecimiento es tan rápido que, en algunas zonas como la costa oeste de Estados Unidos, es considerada como una especie muy invasora.
Es una planta típica de los ecosistemas dunares costeros, sin embargo, es tan común que a menudo solemos invisibilizarla. De hecho, a pesar de ser una especie tan abundante en nuestras costas, aun es muy poco lo que conocemos sobre ella, por lo que muchos aspectos de su biología todavía se mantienen bajo un manto de misterio.
Una especie clave para los ecosistemas dunares de Chile
Como mencionamos anteriormente, la doca chilena es una especie poco estudiada, por lo que es difícil encontrar información respecto a su biología y sus distintos roles ecológicos. No obstante, debido a sus características físicas, se pueden conocer ciertas cosas.
En primer lugar, esta especie se caracteriza por rápido crecimiento y su capacidad de formar densos parches de vegetación, lo que ayuda a estabilizar los suelos arenosos.
En ese sentido, la doca es, probablemente, una especie clave dentro de los ecosistemas dunares ya que permite que el sistema dunar se estabilice. Así lo señala Ramiro Bustamante Araya, Doctor en Ecología, profesor titular de la facultad de Ciencias Ecológicas de la Universidad de Chile, e investigador asociado del Laboratorio de Ecología Geográfica, del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), y del Centro Internacional Cabo de Hornos (CHIC): “Afirman el sustrato e impiden que la duna avance porque, al crecer sobre ella, estabilizan la arena. Entonces son especies super importantes para las dunas porque permiten que la duna se estabilice y que después puedan crecer otras especies sobre ella o entremedio de ella. De hecho, en los lugares donde la sacan, donde la destruyen, ya sea caminando o los famosos jeeps que andan en las dunas destruyendo la vegetación, las dunas empiezan a avanzar. El viento empieza a levantar la arena y las dunas empiezan a moverse y a desestabilizarse”.
En ese sentido, estas plantas generan condiciones para que otras especies puedan establecerse. Es decir, son especies pioneras que contribuyen a la formación de suelo. “La doca se va muriendo y va dejando pequeños espacios entre medio de esta gran masa vegetacional y ahí crecen otras plantas. En el fondo es una especie clave porque permite que otras especies se instalen después de ella, ósea, va preparando el suelo para otras especies”, puntualiza el investigador asociado del Laboratorio de Ecología Geográfica, del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), y del Centro Internacional Cabo de Hornos (CHIC).
Debido a estas características, estas especies son ampliamente utilizadas en diversas partes de Chile y el mundo para afirmar sustrato en los taludes de las carreteras, justamente porque van afirmando el suelo, lo que evita posibles derrumbes o desplazamientos de tierra.
Otra característica que sorprende sobre esta especie es su increíble resiliencia para poder adaptarse y sobrevivir a muchos tipos de ambientes y circunstancias. Esto se debe, en gran parte, a que esta especie es capaz de resistir largos periodos de sequía dado que almacena grandes cantidades de agua en sus hojas suculentas.
Por ello, esta especie tiene un gran potencial para su uso como especie ornamental, no sólo por su rápido crecimiento, sino también por su capacidad de soportar la escasez hídrica, una característica cada vez más importante si consideramos el contexto del cambio climático.
Por otra parte, un aspecto central sobre esta especie es su gran importancia para la biodiversidad de las costas de Chile. Como remarca el Dr. Bustamante, las docas chilenas son, probablemente, “una de las especies más importantes en el funcionamiento de los ecosistemas dunares de Chile central”. Esto ya que son verdaderas islas de biodiversidad y de interacciones.
“Su rol en el ecosistema es de extrema importancia porque son una fuente de refugio para distintos tipos de animales como invertebrados del suelo que viven asociados a la hojarasca y la acumulación de materia orgánica que genera. Debajo de la doca probablemente, como se concentra materia orgánica y se genera un ambiente más húmedo y sombrío, debe haber toda una gama de animalitos, de insectos fundamentalmente, que deben vivir bajo ella”, agrega el investigador.
En efecto, en su follaje pueden vivir una gran cantidad de invertebrados y también vertebrados, como lagartijas y pequeños mamíferos.
En ese sentido, se puede decir que la doca chilena es una especie clave para los ecosistemas costeros de la zona central de Chile, ya que “determina la diversidad de especies que hay en una duna, por lo tanto, es súper importante mantenerla porque ella es la que le da la riqueza o la potencialidad para tener más especies en las dunas”, puntualiza el profesor titular de la facultad de Ciencias Ecológicas de la Universidad de Chile.
Asimismo, no podemos dejar de lado su importante rol dentro de la polinización. Cuando florece, brinda enormes cantidades de flores, polen y néctar, siendo capaz de sustentar a una enorme cantidad de especies de insectos, principalmente abejas nativas, que aprovechan su abundante floración primaveral para alimentarse.
A su vez, esta planta también es utilizada para su consumo como alimento, tanto para animales como para las personas. Las hojas de esta especie se consumen crudas o cocidas en ensaladas, como pepinillos en vinagre o fritas. Sin embargo, son de consistencia mucilaginosa y resultan desagradables para muchas personas.
En general, los frutos del género Carpobrotus son consumidos en el hemisferio norte por ciervos y liebres. Acá en Chile, probablemente, la doca es dispersada por roedores nativos de las costas y guanacos. Asimismo, se ha documentado su uso como forraje para ganado. “Se ha registrado en el norte que la usan para alimentar al ganado, pero no está muy claro”, puntualiza el Dr. Bustamante.
Asimismo, cabe destacar que en otras especies se han encontrado diversas propiedades medicinales, como en Carpobrotus edulis, donde se han descubierto propiedades antioxidantes, antigenotóxicas y antimutagénicas.
La amenaza de la doca africana
Existen 25 especies del género Carpobrutos en el mundo, sin embargo, la única especie que es nativa de Chile es Carpobrotus chilensis.
A pesar de lo anterior, durante los últimos años se ha localizado, en las regiones de Valparaíso y del Biobío, otra especie naturalizada que hasta ahora no había sido reportada como un componente de la flora chilena: la doca africana (Carpobrotus edulis).
Esta especie es nativa de Sudáfrica, sin embargo, ha sido introducida en distintas zonas templadas del mundo, incluido Chile, para su uso en la jardinería y para el control de la erosión de taludes en carreteras y zonas costeras.
Si bien, esta especie tiene un gran valor ornamental y es muy utilizada en distintas partes del mundo, es considerada como una especie muy invasora en el litoral de Australia, Estados Unidos, Nueva Zelanda y sur de Europa. De hecho, en la Península Ibérica se ha documentado que invade las zonas de dunas, donde modifica una serie de características del suelo, afectando negativamente el reclutamiento de especies nativas.
Sumado a esto, se ha reportado que C. edulis hibridiza con C. chilensis en California y con Aizoáceas originarias de Nueva Zelanda, lo cual genera una amenaza sobre la persistencia de las especies nativas.
Junto con esto, se ha documentado que aumenta el contenido de materia orgánica presente en las dunas costeras, promoviendo la invasión de otras especies invasoras.
En Chile no existe suficiente investigación para conocer con exactitud el impacto de esta especie introducida sobre Carpobrotus chilensis, sin embargo, es de esperar que tenga un impacto similar que en otras partes del mundo.
Vale decir que la doca africana posee flores mucho más grandes que la doca chilena (hasta 7cm de diámetro), por lo que se prevé que esta especie pueda desplazar ecológicamente a la chilena al restarle polinizadores, sumado a los otros factores anteriormente mencionados.
“Es una planta exótica y es más grande, tiene las hojas y flores más grandes que la chilensis y probablemente debe tener alguna ventaja que explique porque la trajeron, yo me imagino que debe crecer más rápido. Entonces lo más probable es que hay una competencia fuerte si se encuentran”, explica el investigador del Instituto de Ecología y Biodiversidad (IEB), y del Centro Internacional Cabo de Hornos (CHIC).
Otro factor importante, es que ambas especies son sumamente parecidas entre sí, por lo que es muy difícil diferenciarlas a simple vista. En conclusión, la doca chilena se diferencia por poseer flores mucho más pequeñas (2,5 – 3 cm de diámetro) y por el borde de la hoja, ya que la doca africana tiene unos pequeños dientes y la doca chilena es completamente lisa.