¿Cómo hacer un diario de naturaleza? Una herramienta que une arte y observación

Los diarios de naturaleza tienen una larga historia. Durante cientos de años, científicos, naturalistas, profesionales del medio ambiente y educadores ambientales, han recurrido a ellos para registrar su entorno, tomando notas sobre sus observaciones, percepciones y pensamientos, incluyendo dibujos, bocetos, objetos encontrados, collages, entre otros.

En la práctica, llevar un diario de naturaleza es una forma de registrar de forma creativa nuestra relación con la naturaleza. Es un espacio donde palabras e imágenes se entrelazan para plasmar preguntas, descubrimientos y conexiones con el mundo natural.

En ese sentido, no existe una única manera de llevar un diario de la naturaleza. Su esencia radica en su flexibilidad y en la intención personal de quien lo crea. Puede abarcar desde lo personal hasta lo científico, desde registros de hechos e imágenes realistas hasta escenas e historias ficticias o imaginarias. Las opciones son infinitas.

Por lo tanto, no es necesario ser artista ni científico para llevar un diario de naturaleza, simplemente hay que abrir los sentidos a las maravillas que nos rodean y llevar un registro de ello de la forma que mejor nos acomode.

“Explorar la naturaleza no es algo que esté limitado por la edad o el lugar donde vivimos; es una actividad que nace de la curiosidad propia del ser humano. Explorar el mundo natural y lo desconocido nos lleva a descubrirnos, conocernos mejor y entendernos como parte de algo que va más allá de nosotros. Crear un diario de naturaleza facilita una comprensión integrada del ser humano con la naturaleza, algo fundamental hoy en día ya que nos encontramos en un momento crucial en el que no es posible seguir mirando la naturaleza como una fuente de recursos”, señala Catalina Mekis Rozas, socióloga e ilustradora con especialidad en publicaciones infantiles y juveniles.

Diversos estudios han destacado a los diarios de naturaleza como una herramienta para calmar la mente, agudizar la atención a los detalles y fortalecer nuestra relación con el entorno. Además, son una herramienta clave para la educación ambiental, ya que nos ayuda a reconocer distintas especies de flora y fauna nativa, comprendiendo mejor sus hábitats, formas de vida y su rol en los ecosistemas. Con el tiempo, también potencian la creatividad y la capacidad de observar, dibujar y escribir.

De hecho, investigaciones demuestran que llevar un diario de naturaleza es una herramienta muy útil para el aprendizaje. El dibujo, la escritura, la ciencia y el arte son puertas de entrada a una observación más atenta. A través de ellas, se agudizan los sentidos, se profundiza el conocimiento del entorno y se cultiva una conexión más íntima con la naturaleza.

Como comenta la ilustradora, quien actualmente se encuentra cursando un Magister en Didacticas de las Ciencias Experimentales: “Particularmente, muchas escuelas usan esta herramienta como una forma de volver a conectar a sus estudiantes con su entorno local debido a la falta de pertinencia territorial de muchos de los recursos pedagógicos que se utilizan. El conocimiento del patrimonio natural es importante debido a cómo este conocimiento moldea nuestra identidad y sentido de pertenencia al lugar en que vivimos. Teniendo ello un impacto en el compromiso que se tiene en relación a la comunidad de origen, considerándola en tanto territorio tanto humano como natural”.

Asimismo, investigaciones han demostrado que dibujar y escribir en diarios de naturaleza conecta a las personas con la naturaleza y su entorno inmediato, incorpora el aprendizaje interdisciplinar y fomenta varios estilos de aprendizaje a través de conexiones transversales. Además, despiertan el interés de las personas en el lenguaje oral y escrito y mejoran la alfabetización ecológica.

Por otro lado, un diario de la naturaleza también se puede utilizar para recopilar avistamientos de especies y otras observaciones más científicas, que son de gran valor para los proyectos de ciencia ciudadana. “Un diario de naturaleza no es tan privado ya que se crea para ser mostrado o compartido con otras personas, de ahí también su valor pedagógico cuando es trabajado en grupos de clase”, agrega Javiera Diaz, Agrónoma y Magister en Recursos Naturales.

Desde una perspectiva psicológica, los diarios de naturaleza se convierten en una herramienta valiosa para el procesamiento emocional, ya que nos permiten reflexionar sobre experiencias y las emociones que éstas generan. Como señala la agronoma, “ayudan a abordar el dolor y las dificultades emocionales. Al ser personal, es un lugar donde se puede ser vulnerable y honesto”.

¿Cómo hacer un diario de naturaleza? Consejos para empezar

Un diario de naturaleza es tan único como la persona que lo creó, y esa es una de las cosas más divertidas de llevar un diario de naturaleza: no hay una forma incorrecta de hacerlo. Puedes dibujar, escribir, pegar fotografías, agregar datos científicos, recolectar muestras, agregar recortes de revistas o hacer lo que te plazca con él. No existe un esquema claro y las posibilidades son infinitas.

En primer lugar, es importante elegir un diario que este dedicado a la naturaleza y llevarlo siempre contigo en tus excursiones o salidas a terreno. Esto te permitirá estar listo para registrar tus observaciones y tenerlas a mano para detectar tendencias, patrones estacionales o relaciones de comportamiento en los animales. 

También se recomienda tener ciertos parámetros para centrar tus observaciones, emociones, pensamientos e ideas. Para ello, puede ser de gran ayuda intentar responder ciertas preguntas. ¿Qué veo? ¿Cómo me hace sentir?

Cabe recalcar que para realizar un buen diario de naturaleza es importante mantener viva la curiosidad. Permite que el diario sea el inicio de una investigación y despierte tus ganas de profundizar en tu aprendizaje y conocimiento sobre tu entorno natural. ¿Qué dibuje? ¿Por qué lo elegí? ¿Qué características tiene? ¿Qué me recuerda?

Por otro lado, es esencial poner atención a los detalles. Estar atento a los cambios del entorno a medida que cambian las estaciones, ¿Cómo se están transformando las plantas, los animales y la atmósfera en general?

Asimismo, es importante siempre anotar la fecha, la hora, el lugar y el clima para que la información sea precisa y no se olvide con el tiempo.

¿Te gusta la idea de llevar un diario de la naturaleza y quieres aprender más? Puedes encontrar más información sobre los diarios de naturaleza en @diarios_de_naturaleza, una iniciativa educacional de las ilustradora Catalina Makis y la divulgadora científica Javiera Diaz, quienes fusionan las ciencias naturales y las artes visuales a tráves de diversos talleres para todas las edades.