Colombia: La Armada intercepta embarcación nicaragüense y halla escondidos en bultos 138 kilogramos de carne de tortuga carey
Funcionarios de la Armada de Colombia detuvieron en altamar a una embarcación de nombre “Capt Lloyd”, con bandera nicaragüense, que tenía como destino la isla de San Andrés, en el Mar Caribe. En esta encontraron nada menos que seis bultos con carne de tortuga de carey, una especie en peligro crítico de extinción, según la Lista Roja de Especies Amenazadas de la IUCN. La isla de San Andrés es parte del Archipiélago de San Andrés, de soberanía colombiana, que está frente a las costas de Nicaragua. La tortuga carey (Eretmochelys imbricata) es una de las siete especies de tortugas marinas en el mundo, de las cuales cinco anidan en las costas de Colombia; todas favorecen el equilibrio de los océanos, transportan nutrientes y garantizan el bienestar de los arrecifes de coral.
El procedimiento militar ocurrió el pasado 15 de mayo en aguas territoriales de Colombia, cercanas a la isla de San Andrés. Funcionarios de la Armada colombiana, que hacían labores de vigilancia, en colaboración con la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (CORALINA), procedieron a la detención en altamar de una embarcación a motor de bandera nicaragüense en la que hallaron escondidos en seis bultos un alijo que, después de incautado y pesado, sumaron 138 kilogramos de carne de tortuga carey (Eretmochelys imbricata), una especie catalogada como en peligro crítico de extinción, de acuerdo con la Lista Roja de especies amenazadas de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN por sus siglas en inglés).
La embarcación nicaragüense, de nombre «Capt. Lloyd», tenía como destino la isla de San Andrés, y transportaba alimentos y mercancía. San Andrés es la más grande del Archipiélago que lleva el mismo nombre, que forma parte insular del territorio colombiano en el Caribe, en las costas de Nicaragua, país que hasta 2012 reclamaba soberanía sobre estas islas. En el procedimiento participaron además equipos del Comando Específico de San Andrés y Providencia, una Unidad de Reacción Rápida —también llamadas URR— y agentes de la Estación de Guardacostas de San Andrés.
Todo el material proveniente de la pesca ilegal fue decomisado y puesta a disposición de funcionarios de la Corporación para el Desarrollo Sostenible del Archipiélago de San Andrés, Providencia y Santa Catalina (CORALINA), informaron las autoridades. La embarcación a motor “Capt. Lloyd” y el capitán fueron llevados hasta la Estación de Guardacostas de San Andrés para ser procesados por las autoridades judiciales y migratorias de Colombia. En una búsqueda en registros internacionales de embarcaciones, se pudo constatar que el navío Capt. Lloyd se construyó en 1981, fue registrado con el número IMO: 7827603 como un barco pesquero, posee además 23 metros de eslora (largo) y siete metros de manga (ancho). No ha sido posible encontrar datos de su dueño. Una consulta sobre la ubicación de esta embarcación arrojó el jueves 27 de mayo que se encontraba en las costas del municipio nicaragüense de Bluefields.
La caza y comercialización de esta especie está prohibida en la legislación colombiana, según el artículo 29 de la Ley 1453 de 2011 en el cual se relaciona lo pertinente al “aprovechamiento ilícito de los recursos naturales renovables”:
Ilícito aprovechamiento de los recursos naturales renovables: El que con incumplimiento de la normatividad existente se apropie, introduzca, explote, transporte, mantenga, trafique, comercie, explore, aproveche o se beneficie de los especímenes, productos o partes de los recursos fáunicos, forestales, florísticos, hidrobiológicos, biológicos o genéticas de la biodiversidad colombiana, incurrirá en prisión de cuarenta y ocho (48) a ciento ocho (108) meses y multe hasta de treinta y cinco mil (35.000) salarios mínimos legales mensuales vigentes.
La pena se aumentará de una tercera parte a la mitad, cuando las especies estén categorizadas como amenazadas, en riesgo de extinción o de carácter migratorio, raras o endémicas del territorio colombiano.
—Artículo 29. Ley 1453, 2011.
La Armada de Colombia informó que continuará realizando operaciones que les permitan proteger —entre otras cosas— la integridad territorial, los espacios marítimos del país, la Reserva de Biosfera Seaflower y sus recursos marinos. También extendieron un llamado a la ciudadanía a informar y denunciar cualquier hecho delictivo o sospechoso.
Eretmochelys imbricata: La tortuga carey, una especie amenazada y en peligro de extinción
La tortuga carey (Eretmochelys imbricata) está catalogada en peligro crítico de extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) por amenazas como la explotación comercial para realizar artesanías con su caparazón, el saqueo de nidos, la pérdida de hábitat y el cambio climático. La Reserva de Biosfera Seaflower es conocida como una de las principales zonas de anidación para la especie en territorio colombiano.
Las tortugas carey tienen una amplia distribución en todo el mundo: se encuentran en casi todos los océanos y pueden recorrer vastas zonas durante toda su vida adulta, haciendo del mar abierto su hogar. Los ejemplares adultos habitan mayoritariamente en los arrecifes de coral, donde se alimentan predominantemente de esponjas marinas. Estas tortugas abandonan el agua únicamente cuando van a anidar. Es en ese momento cuando acuden a playas, en las que limpian y preparan un área para desovar. Pueden poner en promedio entre 90 y 250 huevos. Las crías emergerán pasados dos meses e instintivamente nadarán hacia el mar, del que no saldrán hasta que sean adultas y completen el ciclo y les toque hacer lo mismo. Las tortugas carey son un indicador del estado de bienestar de los corales.
Entre las mayores amenazas a esta especie se encuentran su captura y caza por ser consideradas un alimento exquisito. Además se les consume en países como China, pero quizá su peor enemigo es también el hombre y el uso dado al material de su caparazón, llamado carey, que es empleado en la confección de objetos decorativos y puede llegar a ser tan demandado como el marfil, el oro, entre otros artículos considerados preciosos. Aunque también se incluye entre sus amenazas importantes a todas las poblaciones las capturas accidentales durante la pesca de otras especies y la recolección de huevos de tortugas para comerlos o la explotación comercial del carey, según indicó un estudio elaborado por especialistas, reseñado por la IUCN, que además evaluó las poblaciones de tortugas marinas en todo el mundo.