La golondrina de mar negra (Hydrobates markhami) es una pequeña ave marina que nidifica en cavidades naturales asociadas a costras salinas ubicadas en sectores del desierto de Atacama desde el sur de Perú hasta la región de Antofagasta en el norte de Chile. Actualmente, se encuentra en la categoría de “En Peligro” por el Reglamento de Clasificación de Especies (RCE) del Ministerio de Medio Ambiente y está alojada junto a otras tres especies dentro del plan RECOGE de golondrinas de mar.

Golondrina de mar negra. Créditos: Benjamín Gallardo
Golondrina de mar negra. Créditos: Benjamín Gallardo

Entre las amenazas descritas para las golondrinas de mar se encuentran algunas que afectan directamente a sus sitios de nidificación, tales como el emplazamiento de proyectos energéticos como complejos eólicos o fotovoltaicos que pueden destruir nidos, y otras que afectan a los ejemplares durante sus movimientos naturales, como la colisión con tendidos eléctricos y torres eólicas, y la mortalidad asociada a la atracción de volantones a fuentes luminarias en sus primeros vuelos.

Sin embargo, existe una amenaza silenciosa que está generando un impacto creciente: la acumulación de basura en sus sitios reproductivos. Esta contaminación provoca el bloqueo de cavidades utilizadas como nidos, la dispersión de microplásticos y la atracción de especies exóticas como perros, gatos y roedores, que pueden depredar sobre adultos o crías. Todos estos factores alteran gravemente su ciclo reproductivo y disminuyen sus posibilidades de éxito reproductivo.

Esa situación se agrava por la proliferación de vertederos ilegales, especialmente aquellos compuestos por residuos textiles que provienen de países como Estados Unidos, China y Europa, y que suelen ser derivados a estos sitios de manera ilegal en camiones, tras ser descartados por desperfectos, uso de segunda mano, evasiones de costos o simplemente cambios de temporadas.

En relación a esta problemática, según cifras del Ministerio del Medio Ambiente, el consumo textil en Chile alcanza los 32 kilos por persona al año, lo que se traduce en más de 572 mil toneladas de residuos textiles anuales. Esto ha convertido a Chile en uno de los mayores receptores de residuos textiles del mundo.

Incluso, diversos reportajes han evidenciado cómo cada año ingresan miles de toneladas de ropa usada, gran parte de la cual no logra ser comercializada y termina acumulándose de forma ilegal en basurales.

Vertedero Ilegal Caleta Buena. Créditos: ROC
Vertedero Ilegal Caleta Buena. Créditos: ROC

¿Cómo impactan los vertederos a esta especie?

En la región de Tarapacá se conocen al menos ocho sitios de reproducción para la golondrina de mar negra. Entre estos sitios destaca ‘Caleta Buena’, al encontrarse cercana a centros urbanos como Iquique, a unos 30 km y Alto Hospicio, a 15 km. Por lo que la cercanía con estos sitios ha implicado una mayor interacción entre las áreas de nidificación de esta especie y las actividades humanas.

Específicamente en las afueras de Alto Hospicio existen algunos de los mayores basurales de desechos textiles del mundo, siendo conocidos como “cementerios de ropa”. Durante los últimos días, equipos de la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile (ROC) recorrieron sectores de Caleta Buena para levantar información sobre nidos de golondrina de mar negra y evidenciaron una preocupante interacción con la basura. Detectando específicamente la existencia de vertederos ilegales de ropa y basura en la misma colonia, afectando y tapando nidos.

Nidificación Golondrina de mar negra. Créditos: Archivo ROC

También resultan preocupantes las toneladas de prendas y otros accesorios que son quedamos en el lugar, ya que son llevados de manera natural por el viento, adentrándose a los nidos de golondrinas de mar y en muchos casos generando un bloqueo en su totalidad.

“Además de producir el bloqueo de nidos y la acumulación de basura, la presencia de residuos atrae a especies exóticas como perros, gatos y roedores, que pueden depredar sobre ejemplares de golondrinas de mar en los sitios, generando una mayor presión sobre esta especie en peligro”, señala Pablo Gutiérrez Maier, médico veterinario e integrante del Programa de Conservación del Norte Grande de la ROC.

Frente a este escenario, se vuelve urgente avanzar hacia soluciones concretas que impidan la acumulación de residuos textiles en zonas de alto valor biológico y que aseguren la protección de especies amenazadas como la golondrina de mar negra. Considerando que las medidas a implementar no debiesen apuntar sólo a un sector en particular, dado que la trazabilidad de los residuos presentes en estos vertederos ilegales, involucra una cadena productiva de múltiples actores.

Efecto taponamiento de nido con basura. Créditos: ROC
Efecto taponamiento de nido con basura. Créditos: ROC

En este contexto, cabe señalar que el Ministerio del Medio Ambiente ha trabajado en un marco normativo para incluir el textil como un producto prioritario bajo el marco de la Ley REP 20.920, lo que implica que el productor y/o comercializador del textil tendrá la responsabilidad de generar medidas para el reciclaje y valorización de un porcentaje establecido por norma. Si bien esta acción tiene por objetivo la regularización del sector implicado, debe complementarse con una fiscalización, conciencia ambiental, impulsar el mercado de reciclaje, entre otras acciones que minimicen los vertederos ilegales.

“Sabemos que la única forma de enfrentar esta problemática es a través de un esfuerzo coordinado y colaborativo, que involucre tanto a organismos nacionales y locales, como también al compromiso activo de organizaciones territoriales. Solo mediante una acción conjunta y sostenida será posible conservar a la especie”, afirma Gutiérrez.

Vertedero Ilegal Caleta Buena con nidos de fondo. Créditos: ROC
Vertedero Ilegal Caleta Buena con nidos de fondo. Créditos: ROC
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