Con una altura estimada de 50 metros, equivalente a aproximadamente 15 pisos de un edificio, y un diámetro de tronco de 2,15 metros, esta araucaria destaca como una de las más grandes y longevas del Parque Nacional Conguillío. Su sobrenombre, «Araucaria Madre», fue otorgado por los primeros colonos que la descubrieron, quienes al observar su gran tamaño asumieron que sería la de mayor antigüedad. Desde entonces, se ha convertido en un símbolo emblemático, considerada como la madre de todas las araucarias que habitan en la Región de La Araucanía. Sin embargo, lo que pocos saben es que en realidad es un ejemplar de araucaria macho.

Conexión con las energías de la Araucaria Madre
Conexión con las energías de la Araucaria Madre

Un árbol macho y longevo

Si bien la Corporación Nacional Forestal (CONAF), estima que la Araucaria Madre tiene alrededor de 1800 años, no existen estudios concretos que determinen su verdadera edad. Alvaro G. Gutierrez Ingeniero Forestal y Dr. en Ciencias Naturales, sugiere que en realidad el árbol podría tener entre 800 y 1000 años, mientras que el Laboratorio de Dendrocronología y Estudios Ambientales de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (Dendrolab) estiman que podría oscilar entre los 600 y 700 años.

Debido a que la Araucaria Madre está hueca en el centro y se encuentra en una zona húmeda, resulta complicado determinar con precisión su edad: aún se requiere realizar estudios oficiales para conocer su longevidad con certeza. A pesar de aquello, la Araucaria Madre es hoy un símbolo viviente de la conexión ancestral que tienen los humanos con la tierra y la naturaleza.

Además, se trata de un ejemplar macho. La araucaria es una especie dioica, es decir, que hay ejemplares hembras y machos. La manera de distinguirlas es a través de sus conos, el cono masculino es de menor tamaño y alargado, mientras que el femenino es más grande y redondeado. Este último es el que produce los piñones, mientras que el primero es el encargado de producir el polen.

En este contexto, cada año, durante los meses de noviembre y diciembre, la Araucaria Madre produce conos masculinos que liberan polen. Eleodoro Gutiérrez, quien ha trabajado como guardaparques de Conguillío durante 14 años nos revela que la Araucaria Madre es en realidad un árbol macho que desempeña un papel fundamental en la reproducción de su especie. Este individuo en particular está fecundado a varias araucarias hembras que lo rodean.

El polen liberado por la araucaria macho es impulsada por las corrientes de viento y temperatura de la estación y desplazada través del aire fecundando a las araucarias hembras cercanas. Este proceso de polinización permite la producción de semillas en los conos femeninos, conocidas como piñones, que son esenciales para la reproducción de la especie.

Aunque no existen estudios precisos sobre la proporción de sexos en las araucarias en Chile, se infiere que la relación es de 1:1, es decir, que hay una cantidad similar de machos y hembras en la población.

Parque Nacional Conguillío y la Araucaria Madre

Si deseas visitar a la Araucaria Madre y sumergirte su legado centenario, deberás adentrarte en el Parque Nacional Conguillío, el cual abarca las comunas de Curacautín, Lonquimay, (provincia de Malleco), Vilcún, Cunco y Melipeuco (provincia de Cautín).

Parque Conguillío Créditos: Agustín Torrealba
Parque Conguillío Créditos: Agustín Torrealba

En el sendero de Los Carpinteros, de 6,7 kilómetros, podrás encontrar a esta especial araucaria. El sendero comienza en el sector Conguillío y concluye en el sector de la laguna Captrén.

Antes de pandemia se estimaba que aproximadamente 120 mil personas visitaban el parque cada año, siendo su temporada estival la más concurrida con la llegada de 50 mil visitantes. La Araucaria Madre es uno de los atractivos del lugar, muchos visitantes ingresan solo con el fin de conocerla. Eleodoro nos comenta que la famosa araucaria causa diversos tipos de reacciones en quienes la observan, algunos la abrazan buscando conexión, otros guardan silencio y contemplan su majestuosidad e incluso hay visitantes que dejan sus lágrimas caer mientras observan al imponente ejemplar.

Parque Conguillío Créditos: Agustín Torrealba
Parque Conguillío Créditos: Agustín Torrealba

Los guardaparques realizan actividades especiales relacionadas con la Araucaria Madre las cuales incluyen educación y concientización medioambiental, especialmente cuando reciben visitas de grupos escolares. Al entrar al sendero donde se encuentra la gran araucaria, se les pide a los estudiantes ingresar con mucho respeto ya que están en el territorio de los Ngen, espíritus del bosques según la cosmovisión mapuche, responsables de mantener el orden y equilibrio en la naturaleza, protegiendo especialmente a la gran araucaria.

Conaf realizando actividades escolares, conectando con la Araucaria Madre
Conaf realizando actividades escolares, conectando con la Araucaria Madre

“Tomamos un minuto de silencio y se les pide a los visitantes que cierren los ojos, que mediten el estar ahí en esa oportunidad y que empiecen a hacer un pequeño recorrido por su vida, preguntándose cuál fue el momento principal que los trajo a este sector y por qué creen que ellos tienen la oportunidad única de visitarlo”, comenta Eleodoro.

Conaf realizando actividades escolares, conectando con la Araucaria Madre
Conaf realizando actividades escolares, conectando con la Araucaria Madre

Las araucarias y su longevidad

Contrariamente a lo esperado, las araucarias más antiguas no suelen ser las de mayor tamaño. El equipo de dendrocronología y estudios ambientales de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso recalca que los árboles viejos no suelen dar muchos indicios de sus edad a simple vista, “existen otras araucarias milenarias en Conguillío que no se distinguen mayormente de araucarias más jóvenes (…). Si bien la altura de un árbol puede tener relación con su edad, no es lo único que debemos considerar al momento de estimarla. Los árboles pueden crecer más rápido o más lento de acuerdo a las condiciones particulares del sitio donde se encuentra, como su disponibilidad de recursos”.

Tal y como lo menciona el equipo de Dendrolab, las características ambientales desempeñan un papel crucial en la larga esperanza de vida de las araucarias. Condiciones de poca humedad y suelos rocosos favorecen un crecimiento lento, lo que contribuye a alcanzar una larga esperanza de vida.

Para determinar la edad de un árbol, como las araucarias, se utiliza el método de datación de anillos de crecimiento. Este proceso implica contar los anillos que se forman en el tronco, desde su corteza hasta la médula, situada generalmente en el centro del tronco. Cada anillo de crecimiento en el tronco del árbol representa un año de su vida, permitiendo determinar la edad del individuo y realizar estudios adicionales que incluyen las tasas de crecimiento, la química de los anillos y la anatomía del ejemplar.

Araucaria en Parque Conguillío Créditos: Agustín Torrealba
Araucaria en Parque Conguillío Créditos: Agustín Torrealba

“La araucaria, como todas las especies que crecen en climas templados, donde existe una estacionalidad marcada, produce anillos de crecimiento en su madera. Los anillos representan el crecimiento anual en este caso, y se pueden contar y comparar con otros árboles que crecen cercanamente porque estarían respondiendo a condiciones similares ambientales.”, explica el ingeniero forestal, Alvaro G. Gutierrez.

¿Por qué no se conocen tantas araucarias que superen los 600 años, como la Araucaria Madre?

La falta de una mayor cantidad de araucarias longevas puede deberse a varios factores según lo mencionado por Dendrolab y Álvaro G. Gutiérrez.

En primer lugar las araucarias deben estar expuestas a condiciones ambientales favorables para su crecimiento, como el tipo y la profundidad del suelo al igual que la disponibilidad de agua y nutrientes. Los Incendios forestales producidos por el humano y la tala de araucarias antes de que la especie fuese considerara monumento natural también ha aportado a la escasez de ejemplares longevos.

Otro factor determinante es la dificultad que existe para identificar con exactitud la edad de las araucarias. Álvaro explica que es desafiante encontrar árboles con anillos de crecimiento claros en lugares donde el crecimiento de las araucarias se ve limitado, como en áreas con elevaciones altas o suelos volcánicos bien drenados. La madera de la Araucaria araucana además es de rápida descomposición, incluso hay algunos árboles vivos que experimentan pudrición en el centro del árbol, como en el caso de la Araucaria Madre, complicando aún más su estudio.

A pesar de no encontrar una gran cantidad de araucarias longevas, la existencia de esta especie en la tierra se remonta al periodo Jurásico, existiendo registros de fósiles que datan de hace unos 200 millones de años.

Araucarias en Parque Conguillío Créditos: Agustín Torrealba
Araucarias en Parque Conguillío Créditos: Agustín Torrealba

Las araucarias centenarias cumplen roles de gran importancia para el ecosistema y las comunidades que las rodean. Son guardianas de la memoria genética y portadoras de un legado ancestral. Las araucarias longevas son venerados como tesoros naturales, valiosos por su papel fundamental en la conservación del equilibrio ecológico. Desde tiempos inmemoriales, han sido reconocidos como un patrimonio sagrado, una conexión viva con nuestras raíces culturales.

“Estos individuos antiguos son muy importantes dentro del bosque, tanto para la conservación de su material genético, como para preservar linajes antiguos. Los árboles antiguos son un Patrimonio Natural invaluable, tanto por su importancia ecológica, evolutiva y ecosistémica, pero también por su importancia cultural y sagrada para los seres humanos a lo largo de la historia”, expresa el equipo de Dendrolab.

La relevancia de estos árboles no se limita solo a su importancia simbólica, sino que también desempeñan extraordinarias funciones ecológicas. Las araucarias centenarias son responsables de regular los flujos de agua, garantizando que los ríos y las cuencas hidrológicas tengan un equilibrio adecuado. Son fundamentales en los ciclos de nutrientes y son capaces de almacenar grandes cantidades de carbono, ayudando a reducir los niveles de dióxido de carbono en la atmósfera.

Otra determinante función es su impacto en la distribución espacial de su misma especie y de muchas otras de naturaleza vegetal y animal. La Araucaria Madre, por ejemplo, puede influir dónde y cuántos de ellos y otras especies se encuentran en un área determinada. Esto ocurre porque los árboles proporcionan hábitats y recursos que otras especies necesitan para sobrevivir. Pueden ofrecer refugio y alimento a otros animales, así como proporcionar sombra y condiciones adecuadas para que crezcan otras plantas.

Araucarias, fuentes de vida para animales y viegetación Créditos:Agustín Torrealba
Araucarias, fuentes de vida para animales y viegetación Créditos:Agustín Torrealba

Protegiendo a la gran Araucaria Madre

La araucaria madre, al igual que otros longevos árboles, enfrentan diversos desafíos y amenazas. Entre ellas se encuentran las sequías, los incendios, patógenos que turistas pueden traer en sus zapatos, el desbroce o eliminación de vegetación no deseada, la fragmentación del paisaje y el cambio climático. Estos factores ponen en riesgo la supervivencia de las araucarias, Eleodoro quien ha protegido por más de una década la naturaleza del parque Conguillío hace un llamado a informarse sobre las prohibiciones del parque y respetar siempre las indicaciones otorgadas por Conaf.  

“Como todos los árboles, individuos o bosques del parque, siempre está latente el peligro de incendios forestales, es imprescindible que los visitantes que llegan a la unidad cumplan con todas las medidas de prevención”, determina Eleodoro, quien además recalca que cada visitante debe llevarse su basura y no sacar recursos naturales del lugar, ya sea semillas, flores, ramas etc.

“Todo lo que está en el parque debe quedar en el parque para preservar la biodiversidad y así los visitantes que vuelvan u otros (que lleguen por primera vez) encuentren el parque en las mejores condiciones y esto pueda seguir así para las futuras generaciones”, finaliza el guardaparques.

La Araucaria Madre es un tesoro natural invaluable que ha sido contemplada y admirada por miles de personas. Aunque su edad exacta sigue siendo un enigma, su imponente tamaño y probable longevidad la convierten en un referente de la historia y cultura de la región. Considerada como la madre de todas las araucarias, sigue desempeñando en lo profundo de la Araucanía funciones ecológicas y espirituales fundamentales para la vida.

La longevidad de sus ramas al igual que la de otras de sus compañeras, son un recuerdo vivo de la importancia de preservar y proteger los tesoros naturales que nos brinda el planeta. Su existencia trasciende generaciones y nos invita a reflexionar sobre nuestro papel en su conservación

2 Comentarios

2 Comentarios

  1. Juan

    Un nuevo artículo de LaderaSur que hace total omisión al pueblo mapuche o a cualquier otro pueblo originario del territorio.

    Ni una sola mención a su cultura, ni siquiera a algún aporte al conocimiento sobre el tema del que hablan. Nada. Es como si no existiesen.

    Este artículo es sobre «araucarias»… ¿en serio este tema no amerita al menos un comentario sobre el vínculo de este árbol con el pueblo mapuche?

    1. Ruben

      Nada que ver, usted lo ha dicho, es un artículo sobre las araucarias, sobre la araucaria madre más específicamente, porque tener que mencionar a los mapuches? Deje de buscar polémica donde no la hay y simplemente disfrute de la naturaleza que es DE TODOS.

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