Alertan sobre iniciativa de CORFO que afectaría a la única colonia conocida de golondrina de mar de collar
En la Región de Atacama yace el único sitio de nidificación conocido de la golondrina de mar de collar, una pequeña y desconocida ave marina. Este territorio ha despertado el interés de CORFO, la cual impulsa una iniciativa para proyectos de hidrógeno verde, que considera la entrega de concesión en este lugar. En esta nota, la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile (ROC) asegura que se trata de un refugio irremplazable para estas aves, y que si bien es importante avanzar hacia una matriz energética más limpia, también es clave frenar la pérdida de biodiversidad, partiendo por proteger áreas críticas para la supervivencia de las especies.
La golondrina de mar de collar (Hydrobates hornbyi) es una pequeña ave marina, que se encuentra desde el sur de Ecuador hasta el norte de Chile, entre 30 y 500 km mar adentro en el océano Pacífico. Hasta hace pocos años, era una de las pocas aves marinas en el mundo para las que se desconocía por completo sus sitios de reproducción. Si bien se sospechaba que podía hacerlo al interior del desierto de Atacama, algunas expediciones con el objetivo de encontrar sus colonias habían sido infructuosas.
Toda cambió en 2017, cuando un equipo de la Red de Observadores de Aves y Vida Silvestre de Chile (ROC) dio con la primera colonia para esta especie, en la Pampa del Indio Muerto (comuna de Diego de Almagro, Región de Atacama). En pleno desierto más árido del mundo, a 70 km de la costa, un sustrato de suelo con cavidades naturales es usado por estas aves marinas como refugio para nidificar.
Cada año, miles de golondrinas de mar realizan increíbles viajes al desierto, no solo para poner sus huevos, sino que para las actividades de cortejo, así como la alimentación constante de sus polluelos. Los resultados de este descubrimiento fueron publicados en extenso en 2018 y 2019, dando cuenta de una colonia de cerca de 8.000 parejas. Si bien se han encontrado unos pocos nidos dispersos en otras localidades del desierto (4 nidos a la fecha), al día de hoy el sitio de Diego de Almagro es el único conocido que reúne las condiciones de una colonia.
Asimismo, hace poco se confirmó que este sitio también mantiene nidos de la golondrina de mar chica, otra especie de ave marina para la cual recién se están descubriendo sus lugares de reproducción, siendo que hasta hace muy poco solamente se conocía una decena de nidos en islote Chungungo (Región de Coquimbo).
Las prospecciones en la Pampa del Indio Muerto, que dieron como resultado el descubrimiento de este sitio de nidificación, se dieron en el contexto de los Estudios Preparatorios para la Tramitación Ambiental que Gestión Ambiental Consultores (GAC) realizó como parte de la iniciativa de “Distrito Tecnológico Solar” (DTS). Esta iniciativa, impulsada por CORFO, se orientaba al desarrollo de parques solares de gran escala, pero finalmente no prosperó, en parte debido a los hallazgos de los estudios ambientales, los que concluyeron con la recomendación de buscar nuevos emplazamientos al proyecto.
Durante 2020, el interés por hacer uso de este territorio vuelve por parte de CORFO, a través de una iniciativa para “proyectos de producción, transporte, almacenamiento y consumo de hidrógeno verde y sus derivados”, para lo cual se desarrolló un proceso de expresiones de interés a fines del año pasado, con el objetivo de conocer el interés del mercado en este ámbito.
Lamentablemente, pese a los antecedentes disponibles, esta iniciativa considera la disposición para concesionar para este uso industrial a buena parte del área de la colonia de golondrinas de mar. El tipo de proyectos que podrían realizarse, como parques fotovoltaicos, suelen ser totalmente incompatibles con la conservación de sitios de nidificación, implicando la destrucción o alteración significativa de las cavidades. Asimismo, estas aves se ven fuertemente afectadas por la contaminación lumínica, por lo que un complejo industrial en el área de la colonia podría causar la desorientación y posterior muerte de los ejemplares jóvenes que recién salen de sus nidos.
Durante los últimos dos años, un grupo numeroso de actores (públicos, privados, académicos y de la sociedad civil) hemos avanzado en la planificación de iniciativas para la conservación de este grupo de aves marinas, a través de la elaboración del “Plan de Recuperación, Conservación y Gestión de las Golondrinas de Mar del Norte de Chile”, liderado por el Ministerio del Medio Ambiente. A lo largo de este proceso, aún en curso, se han delineado un conjunto de propuestas para abordar sus amenazas, incluyendo diversas iniciativas para avanzar en la coordinación con desarrolladores de proyectos energéticos que pudieran impactar en los sitios de reproducción.
En este contexto, a través de esta carta a las principales autoridades de los servicios públicos involucrados (CORFO, Ministerio de Energía y Ministerio de Bienes Nacionales) e incluyendo al Ministerio del Medio Ambiente, desde la ROC se alertó y se dio cuenta de su preocupación por el impacto que tendría esta iniciativa sobre sitios irremplazables para las aves marinas.
El desarrollo de proyectos con hidrógeno verde impulsado por CORFO, orientado a avanzar hacia una matriz energética más limpia, tiene evidentemente aspectos muy positivos. Los desafíos del calentamiento global son enormes, y de ello nos ha advertido desde hace años el Intergovernmental Panel on Climate Change (IPCC).
No obstante, hay otro gran problema a nivel global, referido a la alarmante pérdida de biodiversidad, sobre el cual el Intergovernmental Science-Policy Platform on Biodiversity and Ecosystem Services (IPBES) nos ha mostrado que también estamos en un punto de inflexión, con profundas consecuencias en nuestras vidas. Como sociedad debemos hacernos cargo de estos dos grandes desafíos, por lo que no resulta compatible avanzar en uno mientras retrocedemos sustantivamente en el otro.
En este sentido, un proyecto que cause la destrucción de sitios de reproducción irreemplazables de aves marinas -el único o de los pocos conocidos en el mundo para estas especies-, no puede denominarse como una “iniciativa energética sustentable”.
Hacemos un llamado a las autoridades a conversar y profundizar sobre el tema, con el fin de contar con los mejores antecedentes para encontrar soluciones de diseño y emplazamiento de los proyectos que se busca desarrollar, que permitan excluir de los sitios a concesionar aquellos que formen parte de las colonias de reproducción de aves marinas. De este modo, esperamos contribuir a generar iniciativas realmente sustentables, que permitan avanzar en la producción de energías limpias y a la vez conservar la biodiversidad.