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A 50 años de su hallazgo: Yacimiento arqueológico Monte Verde finaliza décima campaña de excavación y avanza hacia la nominación UNESCO
Rumbo a los 50 años de su hallazgo, este complejo arqueológico se proyecta como un patrimonio vivo, sostenido por el orgullo de su comunidad en su camino hacia ser reconocido como Patrimonio de la Humanidad.
La Fundación Monte Verde culminó la décima campaña de excavación arqueológica junto al Dr. Tom Dillehay, antropólogo y arqueólogo, investigador principal del sitio desde su descubrimiento, y su equipo, en una jornada que por primera vez abrió completamente el proceso científico a la comunidad. Esta campaña marca un hito especial: en 2026 se cumplirán 50 años del hallazgo de Monte Verde, una fecha emblemática que invita a reflexionar sobre su legado científico, cultural y social, y a proyectar su reconocimiento internacional como Sitio de Patrimonio Mundial de la UNESCO.
Durante dos semanas de noviembre de 2025, estudiantes, docentes, vecinas, vecinos, autoridades locales y representantes del mundo académico participaron en visitas guiadas a la excavación, donde pudieron conocer de primera mano el trabajo arqueológico y dialogar con el equipo investigador. Este esfuerzo de apertura pública se enmarca en el proceso de nominación UNESCO, que Monte Verde transita gracias a su excepcional riqueza científica y patrimonial. El sitio integra la Lista Tentativa desde 2004 y hoy avanza firmemente hacia su candidatura, proceso liderado por la Fundación Monte Verde con financiamiento del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural, a través del Fondo de Subsidios de Patrimonio Mundial, convocatoria 2025.



Monte Verde es uno de los sitios arqueológicos más antiguos de América, y su hallazgo fue pionero a poner en jaque la teoría dominante por décadas: demostró que los primeros habitantes del continente llegaron casi dos mil de años antes de lo que proponía el paradigma Clovis, situando a Chile en el centro del debate científico internacional. Las dataciones del sitio, que alcanzan aproximadamente 14.500 años antes del presente, consolidaron a Monte Verde como uno de los asentamientos humanos más antiguos del continente.
Pero su importancia no radica solo en su antigüedad. Monte Verde abrió un nuevo horizonte para el estudio de los sitios húmedos, revelando cómo estos ambientes permiten la conservación de materiales orgánicos excepcionales. Parte del complejo, quedó cubierto por una capa de turba que, debido a su falta de oxígeno y a la ausencia de bacterias, creó un ambiente único para la preservación.
Gracias a estas condiciones, se conservaron de manera extraordinaria nudos, maderas trabajadas, fragmentos de carne, papas, algas, flora, cueros e incluso restos de antiguas chozas, entre otros hallazgos que ofrecen una ventana única para comprender la vida cotidiana, la tecnología y los saberes de las primeras comunidades humanas del continente. “Monte Verde siempre ha sido un laboratorio abierto. Esta campaña reafirma que la investigación arqueológica tiene sentido cuando es compartida con las comunidades y cuando contribuye a construir conocimiento colectivo sobre nuestra historia humana”, señaló el Dr. Tom Dillehay.

Dentro de esta iniciativa, y en paralelo, el proyecto “Acercando Monte Verde a la Comunidad”, financiado por el Gobierno Regional de Los Lagos, ha permitido diversificar y fortalecer las actividades de educación y participación ciudadana en torno al sitio. Su propósito es claro: que la comunidad local —y especialmente niñas, niños y jóvenes— pueda conocer de primera mano la investigación arqueológica y el valor patrimonial único de Monte Verde.
Durante este periodo también se realizaron encuentros con vecinas y vecinos del sector, espacios de diálogo que permitieron compartir avances de la campaña, recoger sus perspectivas y fortalecer la relación entre la comunidad y el equipo investigador. En esta instancia, “me siento muy orgullosa de que sea Monte Verde sea de nuestro sector”, dice María Sonia Ojeda, vecina histórica del complejo arqueológico. “Tenemos que seguir trabajando como vecinos y vecinas; esto es de importancia no solo a nivel local, sino también global”.
Un componente central del proyecto fue la realización de visitas educativas con escuelas rurales y urbanas —entre ellas, Salto Grande, Pioneros del Salto, Pellines del Salto, Colonia El Gato, Trapén y el Liceo Las Quemas— que reunieron a más de 120 estudiantes y docentes. Por primera vez, muchas y muchos de ellos pudieron observar la excavación desde muy cerca, conversar con las y los arqueólogos, reconocer herramientas, sedimentos y hallazgos, y comprender cómo se construye el conocimiento científico a partir de evidencias concretas. Para las comunidades escolares, esta experiencia significó orgullo, pertenencia y la posibilidad de verse como protagonistas en la protección y valoración del sitio arqueológico más emblemático de la región.
“El proceso de nominación UNESCO no es solo una meta institucional: es una oportunidad para que la propia comunidad se involucre en el cuidado, valoración y difusión de un sitio único en el mundo. Cada visita, cada conversación y cada experiencia en terreno nos recuerda que Monte Verde es patrimonio vivo”, enfatizó Jorge Guzmán, secretario de la Fundación Monte Verde.


La agenda educativa también contempló una charla abierta en Puerto Montt, realizada junto a la Universidad Austral de Chile, sede Puerto Montt, que reunió a más de 150 personas y fue encabezada por el Dr. Dillehay. La actividad permitió profundizar en los avances de la campaña, en el valor científico excepcional de Monte Verde y en los desafíos del proceso UNESCO, reforzando la importancia de la articulación entre ciencia, instituciones y ciudadanía.
Fundación Monteverde