Los servicios ecosistémicos que aporta la biodiversidad no solo se perciben en el campo o en las áreas naturales, sino que también podemos beneficiarnos de todos sus atributos a través de nuestros jardines, parques y espacios verdes urbanos. Y es que, a pesar de su artificialidad, las ciudades disponen de una maravillosa diversidad de flora y fauna, que muchas veces pasa desapercibida o es poco apreciada por sus habitantes.

Jardín elaborado bajo los críterios del paisajismo ecosistémico. Créditos: ©Cristobal Elgueta
Jardín elaborado bajo los críterios del paisajismo ecosistémico. Créditos: ©Cristobal Elgueta

Con tanto cemento y ajetreo citadino solemos olvidarnos de toda la vida que nos rodea, pero si prestamos atención, podemos percatarnos de la gran cantidad de especies que encuentran refugio en nuestros parques y jardines, las cuales, además, nos entregan un sinfín de beneficios ya que vienen a apoyar los distintos servicios que nos entregan los ecosistemas.

La naturaleza en las ciudades, además de tener un valor ornamental, ayuda a regular la temperatura, disminuye los contaminantes en la atmósfera, contribuye a la formación de suelo, contribuye a la infiltración del agua y, además, ayuda de minimizar los efectos del cambio climático. Asimismo, numerosos estudios científicos demuestran que un mayor contacto con la naturaleza contribuye a mejorar la salud de los habitantes de los centros urbanos.

La permanencia y la continuidad de cada ecosistema depende de la conservación de la biodiversidad que estos albergan, así como de las numerosas interacciones entre los seres vivos que habitan estos ambientes. Por ello es que atraer la biodiversidad es un elemento vital al momento de pensar un jardín sano y sustentable en el tiempo. Y en ese sentido, la jardinería se alza como una intervención humana que puede, consciente o inconscientemente, favorecer a la biodiversidad vegetal y animal y traernos un sinfín de beneficios.

En primer lugar, para lograr atraer biodiversidad nativa a nuestros jardines, debemos pensar en qué especies queremos atraer y qué queremos conseguir o potenciar dentro de nuestro jardín. Como señala Verónica Blackburn, ingeniera agrónoma de la Pontificia Universidad Católica de Chile y experta en paisajismo sustentable: “Para mí siempre el mayor criterio es pensar en la mayor limitante: ¿qué generó la falta de biodiversidad? ¿Qué es lo que me frena más una regeneración? Y comenzar por ahí. Por ejemplo, si quiero atraer polinizadores nativos, y mi limitante es que no lo conozco, bueno, lo primero es estudiar o asesorarse. Luego seleccionar las plantas que funcionen con mi mayor limitante: falta de agua, exceso radiación, agua alcalina o salina, etc. Y por supuesto pensar en una mantención acorde a mis objetivos: manejar bien en agua, disminuir insecticidas, eliminar gatos que puedan depredar los picaflores, o perros que espantes a aves que aniden, etc.”.

Petunias en plaza Baquedano, Providencia. Créditos: ©Cristobal Elgueta
Petunias en plaza Baquedano, Providencia. Créditos: ©Cristobal Elgueta

Por su parte, Cristóbal Elgueta, ingeniero forestal, paisajista ecosistémico y gerente general de Jardín de María paisajismo, agrega: “Para traer biodiversidad nativa hay que buscar las plantas exóticas o nativas que la vida silvestre reconoce como fuente de alimentos y ahí hay que ser cuidadoso porque en general, dependiendo mucho de la zona, la vida silvestre puede ser específica o generalista. Si la zona tiene mucha vida silvestre especialista, normalmente hay que ocupar nativo en el sentido estricto porque esos animales no reconocen otras fuentes de alimentos, pero cuando uno tiene mucha vida silvestre generalista uno puede ocupar un montón de plantas distintas, sean nativas o exóticas. Y lo otro importante es que no hay que olvidarse nunca de hacer una continuidad de alimento, o sea, para atraer vida silvestre en forma permanente hay que preocuparse de que la secuencia de floración, frutos, semillas y biomasa sea relativamente constante”.

Vale decir que al momento de seleccionar las especies de plantas que vamos a incorporar es de suma relevancia preguntarse que biodiversidad queremos atraer y buscar su fuente de alimento, ya que dependiendo de las especies que ocupemos, van a llegar diferentes animales según sus propias preferencias. En ese sentido, la mirada debe ir dirigida, principalmente, a las plantas que mejor se adaptan a nuestro espacio y su entorno, lo que no significa que solo deba limitarse a las nativas. El criterio que debe prevalecer tiene que ver con comunidades de plantas que conecten con la naturaleza, cumpliendo objetivos, como favorecer la biodiversidad, al convertirse en hábitat de otras especies.

“Generalmente se dice que debemos usar especies nativas porque se desarrollaron en el suelo y clima del territorio, pero cuando esas especies evolucionaron con las condiciones edafoclimáticas de acá, no tenían los problemas urbanos actuales: compactación, mucho más calor, radiación, y presencia de contaminantes. Además, al escoger plantas nativas que resisten la sequía y se adaptan a las condiciones actuales, generalmente sus estrategias de sobrevivencia no lo hacen un árbol amigable del espacio público, como el ser alérgenos (el litre, por ejemplo) o tener presencia de espinas (como la tara y el algarrobo), o tienen un crecimiento errático, es por eso que se debe recurrir muchas veces a un árbol exótico”, puntualiza Verónica Blackburn.

Del mismo modo, los criterios sostenibles son elementos clave en la concepción de un paisaje. Vale decir que para que un jardín prospere y sea sustentable en el tiempo se debe pensar en términos económicos de mantención, es decir, que pueda sostenerse con la menor cantidad de cuidados posibles. En ese sentido, es importante que las especies que utilicemos estén adaptadas a las condiciones geográficas y climáticas propias del territorio. Por ejemplo, si hablamos de una zona donde existe escasez hídrica, es importante buscar especies que requieran de bajo consumo de agua o un consumo que se adecue a las precipitaciones registradas en la zona.

Jardín en plaza Patricio Aylwin, Providencia. Créditos: ©Cristobal Elgueta
Jardín en plaza Patricio Aylwin, Providencia. Créditos: ©Cristobal Elgueta

Replanteando la forma de hacer jardines

Si bien, aún hay muchas personas que consideran que las áreas verdes representan elementos meramente estéticos y decorativos, el paisajismo sustentable ha ido tomando fuerza en los últimos años, derivando en nuevas técnicas aplicables en esta área en respuesta a los problemas ambientales. En ese sentido, han surgido diferentes metodologías de paisajismo que buscan, además de generar belleza, potenciar los servicios ecosistémicos que proveen los espacios verdes.

Una de ellas es el paisajismo ecosistémico, una metodología que busca generar un sistema de paisaje donde, además de la belleza, se genere una comunidad vegetal que logre maximizar, dentro de lo posible, los servicios ecosistémicos que el jardín provea y, además, que ayude a regenerar los ecosistemas donde los jardines se establecen. “Básicamente con esta metodología tú buscas hacer ecología, conservación y jardinería a la vez”, señala el gerente general de “Jardín de María paisajismo”.

Jardín transformado de cesped a otras plantas. Créditos: ©Cristobal Elgueta
Jardín transformado de cesped a otras plantas. Créditos: ©Cristobal Elgueta

Otro método que ha tomado fuerzas durante el último tiempo es el wildscaping o la tendencia rewilding, el cual busca restablecer los procesos ecológicos y permitir que los ecosistemas se autogestionen y, al mismo tiempo, restaurar los vínculos entre los seres humanos y la naturaleza. “El artista Lois Weinberger, uno de mis favoritos, habla del «arte de la no intervención» mediante sus maravillosas obras, quien durante treinta años este artista ha desarrollado el tema de la jardinería como una posibilidad de reconciliación entre la naturaleza y la intervención humana utilizando «malezas» como principales elementos de sus obras”, agrega por su parte Verónica Blackburn.

Jardin que ganó Flower Chelsea Show 2022
Jardin elaborado bajo los críterios de la metodologia rewilding que ganó Flower Chelsea Show 2022

De esta forma, la aplicación de estrategias sustentables en el diseño y mantenimiento del jardín se rige como una nueva forma de disfrutar de la naturaleza en los ambientes domésticos, al mismo tiempo que representa una contribución a la conservación de la biodiversidad. “En general la gente no está tan obsesionada con la sostenibilidad, por desgracia, la gente habla mucho más de lo que realmente hace. Pero si hay gente que se está preocupando de que el paisajismo sea mucho más sostenible, más ecológico. Ahora se observa un cambio positivo. Hay mucha más gente interesada actualmente o al menos lo recibe muy positivamente. Cada día a la gente le importa más, se involucran y eso hace que sea súper motivante y al mismo tiempo desafiante”, indica Elgueta.

Por su parte, Blackburn finaliza: “Incorporar a la naturaleza a las ciudades es muy relevante, todas las crisis ecológicas se traducen a crisis sociales (y sanitarias). Si quieres una ciudad sana, debes partir por su entorno”.

Cabe destacar, igualmente, que para quienes esten interesados en aprender más sobre el paisajismo sustentable y cómo lograr un jardín biodiverso, existen diversos cursos y programas enfocados en la educación para la conservación de la naturaleza. Uno de ellos es «Jardines por la Biodiversidad», un programa de educación desarrollado por el Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES UC) en conjunto con la Corporación Jardín Botánico Chagual (CJBCh), que busca promover la diversidad biológica en los habitáts urbanos como una acción efectiva para enfrentar la crisis climática y mejorar la salud humana. Esto a través de cursos generales y específicos en temáticas de biodiversidad y jardines sustentables y de procesos de certificación de jardines urbanos biodiversos y sustentables.

Para inscribirse solo debes ingresar al sitio web o escribir al correo: jardinesxlabiodiversidad@gmail.com

1 Comentario

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  1. José Flima

    Que buen artículo. Muchas gracias

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