El Paisaje Austral de Chile, presente en el imaginario colectivo como un espacio dominado por una naturaleza prístina, exhibe en la realidad largos procesos de alteraciones del territorio que han fragmentado sus ecosistemas, generando un deterioro de su biodiversidad.

Estos procesos al ser transversales a nivel global, han despertado un creciente interés de las disciplinas de la arquitectura y ecología del paisaje en la investigación, testeo e implementación de proyectos de restauración ecológica que asistan la recuperación de áreas degradadas, promoviendo ambientes que potencien la biodiversidad local y conectividad entre ecosistemas.

En esta línea de acción el ingeniero agrónomo japonés Akira Miyawaki desarrolló lo que hoy se denomina “Método Miyawaki”, consistente en un sistema de plantación que, utilizando especies de flora nativa e intensificando el trabajo de suelo del lugar mediante la incorporación de biomasa local, acelera el crecimiento de las plantas, logrando en diez años bosques que naturalmente tardarían cien años en establecerse.

Sistema de plantación con el método Miyawaki

En este contexto y con el objetivo de llevar a cabo un proyecto piloto de bosques miyawaki para el sur de Chile, la agrupación Paisajes Colectivos se adjudicó el FONDART Regional de Creación Artística de la Región de los Ríos con el proyecto “PATCH: Nichos de Biodiversidad y Regeneración Ecológica para el Paisaje Austral”.

Fue así como, basándose en la figura de “parche” proveniente de la disciplina de la ecología del paisaje y tomando como referencia los bosques de la selva valdiviana, se desarrolló el diseño de una eclipse de plantación de 180 m2, compuesta de una comunidad vegetacional de 44 especies nativas, conformada por árboles, arbustos, helechos, herbáceas y trepadoras, para ser implementada en el Jardín Botánico de Valdivia.

Estos parches, al agruparse y formar conglomerados o “clusters” permitirían servir como piedras de salto o “stepping stones” para que las especies de fauna puedan refugiarse y atravesar grandes áreas que han sido alteradas y fragmentadas, favoreciendo su movilidad a través de extensos mosaicos territoriales.

eclipse de plantación de 180 m2, compuesta de una comunidad vegetacional de 44 especies nativas
Eclipse de plantación de 180 m2, compuesta de una comunidad vegetacional de 44 especies nativas

Para su ejecución -desarrollada mediante dos jornadas de plantación colectiva llevadas a cabo en Noviembre del año 2021- se realizó una convocatoria abierta a la comunidad valdiviana, en las que los participantes pudieron aprender acerca del método, la manera de disponer las plantas y las especies que se utilizaron, además de poder ser agentes activos de la construcción de la obra, en la cual se plantaron un total de 527 unidades, se cubrió toda el área con mulch y se cercó el perímetro completo de la elipse, haciéndola impenetrable para protegerla durante los primeros años de establecimiento.

Visitantes participando en las jornadas de plantación colectiva
Visitantes participando en las jornadas de plantación colectiva

De forma complementaria a la plantación y con el objetivo de poner en valor la flora nativa del paisaje austral en un lugar de alta afluencia de visitantes como lo es el Jardín Botánico, se instalaron infografías que permiten a los visitantes identificar las especies nativas que conforman la comunidad vegetacional, pudiendo además acceder a la web del proyecto vía código QR.

Visitante en el Jardín Botánico, leyendo una infografía de las plantaciones
Visitante en el Jardín Botánico, leyendo una infografía de las especies nativas del lugar

Actualmente el proyecto lleva 1 año y medio de crecimiento, en el cual se ha podido observar un desarrollo satisfactorio del piloto, logrando un rápido crecimiento de la gran mayoría de las especies, alcanzando una media de 2,5 metros de altura, destacando maitén (Maytenus boaria), palo negro (Leptocarpha rivularis) luncillo (Escallonia leucantha), matico (Buddleja globosa), chilca (Fuchsia magellanica) coihue (Nothofagus dombeyi), capachito (Jovellana violacea), chupalla (Eryngium Paniculatum) y tabaco del diablo (Lobelia tupa), como así también el deceso de algunas especies como lingue (Persea lingue) y huévil (Vestia foetida), las cuales no lograron establecerse, siendo éstos conocimientos clave que nos permitirán ir puliendo la selección de material vegetal para futuros proyectos.

Además de su crecimiento, hemos podido registrar múltiples interacciones ecológicas entre las especies nativas y las diferentes especies de aves e insectos que se alimentan y refugian en el área plantada. En este sentido, concebir el piloto como un espacio impenetrable que solamente se puede observar desde afuera, ha favorecido el rol del proyecto como nicho de biodiversidad dentro del Jardín Botánico.

Crecimiento de especies nativas con el “Método Miyawaki”
Crecimiento de especies nativas con el método Miyawaki

Sin duda la experiencia obtenida en este proyecto será de gran utilidad para el desarrollo y diseño de nuevas iniciativas de regeneración, en las que se espera seguir explorando nuevas ecologías de referencia junto con las especies de flora nativa que las conforman, pudiendo actuar de forma sistémica y con ello ser un aporte para la reconexión de paisajes que han sido fragmentados.

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