Hablemos de tirar alimentos o comida a la basura, un acto totalmente automatizado y cotidiano, que genera una gran cantidad de residuos innecesarios. ¿Se han preguntado cuanta comida podemos desperdiciar en un día? ¿O en una semana?, puede que sea mucho más de lo que pensamos, ya que un porcentaje no menor proviene desde hogares.

Se considera a la pérdida y desperdicio de alimentos como una de las consecuencias que afecta a la crisis climática, generando daños y repercusiones que podemos observar a nivel ambiental, económico y, por sobre todo, en materia de soberanía alimentaria. Es paradójico que se boten millones de toneladas de comida en el mundo, mientras que, al mismo tiempo, millones de personas sufran de hambre y no puedan acceder a una alimentación de calidad.

Alimentos en buen estado desechados
Alimentos en buen estado desechados

El aumento de esta problemática puede deberse a la desconexión actual entre las alimentación y las personas. Hoy como sociedad cocinamos menos, hemos reducido nuestra vinculación con los ingredientes y su procesos, preferimos alimentarnos de forma instantánea y práctica sin considerar si es bueno o malo para la salud y el planeta. Es así como el consumo de comidas preparadas ha aumentado visiblemente generando lque porciones exageradas terminen siendo desechadas.

Al ser consumidosres, los patrones socio culturales inciden en decisiones que finalmente terminen en desperdicios. Por ejemplo, costumbres y festividades, en base a una gran cantidad de platos, provocan exceso de comida. Estilos de vida acelerados, con altas cargas laborales, que se traducen en un menor tiempo para la planificación de prácticas sostenibles, nos dificulta la opción de re distribuir o re utilizar las
sobras. A eso se suman etiquetas de fechas difíciles de entender, envases que dificulten su correcto almacenamiento, escasa oportunidad de comprar a granel o a minoristas, etc.

Sin duda esta problemática representa un gran desafío para la sociedad en la que hay que trabajar desde todas las aristas y sectores, con más educación, para optar a una dieta más sostenible, de consumo local y en justa medida. Pequeñas acciones generan cambios a nuestro favor y del planeta, es tarea de todos volver a valorar los alimentos.

Para incentivar el cambio y contribuir en la reducción, del desperdicio de alimentos, te comparto 9 consejos prácticos.

1. Primero reviso y planifico. Luego compro

La organización es la clave para reducir el desperdicio. Se debe revisar lo que hay previamente en la despensa y tener una noción de las comidas o del menú de la semana, esto asegurará compras asertivas. Acompañarse de una lista también nos ayudará a comprar sólo lo que hace falta y de paso podremos ahorrar gracias a este ciclo. 

Es esencial una compra responsable y sustentable para evitar desechos innecesarios
Es esencial una compra responsable y sustentable para evitar desechos innecesarios

2. Se consciente del gas etileno y su poder de maduración

El Etileno es la hormona vegetal que está encargada del proceso de maduración de frutas y verduras. Esta es liberada como gas, es por eso que se recomienda mantener los alimentos con alta cantidad de Etileno separados de los más sensibles. Algunos ejempos de aquellos que contienen un alto contenido son: plátano, manzana, frutos rojos, kiwi y peras. Ejemplos de alimentos con bajo contenido de gas, pero sensibles a él son: brócoli, zanahorias, coliflor, pepino, berenjena, lechuga, cebolla, pimiento, zapallo y espinaca.

Frutas en descomposición, es necesario separar aquellas que maduran rápidamente con las más sensibles.
Frutas en descomposición, es necesario separar aquellas que maduran rápidamente con las más sensibles.

3. Usa métodos que alarguen la vida útil de los alimentos

El primer aliado es congelar los alimentos. Se puede congelar casi todos, incluso preparaciones. Esto logrará que perduren mucho más. Puedes cocinar y luego ir congelando con fechas. El segundo método es comer lo más antiguo primero. Viene de la sigla en inglés “Eat me First”. Puedes ir colocando en un cajón del refrigerador o en un envase aparte todas las verduras que sean más antiguas, así sabrás cuales comer primero. El vidrio también es un material importante al momento de conservar, ya que mantiene el sabor, la duración y evitamos el traspaso de partículas de plástico a nuestros alimentos. 

4. Reutiliza lo que sobra y haz Batch cooking

Escoge un día de la semana en la que puedas comer y aprovechar lo que sobró de comidas pasadas. Puedes ocuparlo de cena, de colación para el trabajo, incluso puedes hacer un buffet de sobras para todos. Cocinar todos los días puede ser tedioso para algunos, como solución, ocupa la técnica del Batch cooking. Esta técnica consiste cocinar en solo un periodo de tiempo varios platos o ingredientes base que podrán ser combinados con otros durante la semana. Ejemplo: El domingo puedes cocinar bases como: papas cocidas, arroz y quínoa para luego combinarlas con diversos tipos de proteína.

Realiza preparaciones para la semana, ahorrarás tiempo en la semana y ayudarás al planeta.
Realiza preparaciones para la semana, ahorrarás tiempo en la semana y ayudarás al planeta.

5. Prueba antes de botarlo ¡Las fechas sí importan!

Antes de decidir si algún alimento debe ir a la basura o no ¡pruebalo! A veces nos dejamos guiar únicamente por el aspecto visual. Por supuesto debes tener en cuenta la seguridad alimentaria del producto, si tiene hongos o ha estado meses en tu refrigerador probablemente llegó el momento de botarlo. Hay aplicaciones y marcas de alimentos que combaten el desperdicio excesivo, y han hecho énfasis en la necesidad de hacer buenos juicios. Por ende si el el alimento huele y sabe bien, dale otra oportunidad. Otro aspecto importante es entender la diferencia entre «fecha de consumo preferente» y «consumir antes de». El primero hace referencia a el estado y calidad del producto, no a la seguridad, mientras que el segundo indica que el producto ya no es inocuo para consumirlo.

6. Compra productos Reciclados (Food Upcycling)

Puedes comprar productos que se han elaborado a partir de subproductos, este tipo de diseño ayuda a reducir el desperdicio y la pérdida de alimentos. Hoy existen salsas, barritas, jugos, mermeladas y conservas creadas con frutas y verduras rescatadas.  

7. Compra imperfecto

Sabemos que una cantidad importante de alimentos son descartados simplemente porque no cumplen con el canon estético exigido por el mercado. Lo cierto es que esos alimentos son imperfectamente ricos, saludables y nutritivos, al igual que esa manzana que brilla en la góndola del supermercado. La mayoría de empresas que se dedican a vender lo imperfecto, además de contribuir a evitar el desperdicio de alimentos, trabajan directamente con los agricultores siendo un comercio justo y local. 

Muchos locales hoy ofrecen canastas con alimentos que están próximos a expirar.
Muchos locales hoy ofrecen canastas con alimentos que están próximos a expirar.

8. Utiliza la tecnología para evitar que la comida se vaya a la basura

Hoy en día existen aplicaciones diseñadas para combatir el desperdicio de alimentos, estos realizan alianzas con diferentes lugares de comida y al final del día lo que esté en riesgo de desperdiciarse lo ofrecen por un menor precio a través de la aplicación que puedes descargar desde tu celular. Con este método estarás ayudando al planeta y a tu bolsillo.

9. Los kit de comida en su justa medida

Para finalizar, otra opción importanter son los servicios de kit de comida. Estos ofrecen diferentes menús o ingredientes listos para cocinar determinadas preparaciones, evitando el despilfarro de tener que comprar demás.

Sin duda esta problemática representa un gran desafío para la sociedad es por esto que hay que trabajar desde todos los sectores con más educación. Es tarea de todos y todas volver a valorar los alimentos, debemos optar por una dieta sostenible con porciones justas e idealmente de consumo local. Pequeñas acciones generan cambios a nuestro favor y del planeta ¡Ánimate a seguir estos consejos y empieza el cambio!

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