Hallan particular hongo que podría ser una especie registrada únicamente hace 17 años
Hace unas semanas en los bosques de la Región de Aysén, específicamente en el Valle Mirta cercano a la localidad de La Junta, en la Patagonia chilena, se encontró una especie que llamó mucho la atención en redes sociales. Se presume que se trataría de Cordyceps cuncunae, cuyo único registro conocido era del 2005, cuando se encontró en un bosque centenario de la Región de los Ríos. Esta especie formaría parte del género Cordyceps, que son hongos parásitos muy particulares. Aquí te compartimos más detalles.
El género Cordyceps llama mucho la atención por su comportamiento y forma de alimentación. Por eso, lo que se presume como un reciente registro de Cordyceps cuncunae en la Región de Aysénllamó la atención en las redes sociales. Esta es una especie entomopatógena, es decir, que produce enfermedades y causa la muerte de insectos y otros artrópodos. Su único registro conocido en Chile fue en 2005, de la mano del micólogo alemán y académico de la Universidad de Concepción, Götz Palfner. En esa ocasión, se encontró en un bosque de tepa (Laureliopsis philippiana) en la Región de Los Ríos.
“Iba caminando y me llamó la atención por su forma, me acerqué para observarlo y noté de inmediato que era algo diferente. Comencé a escarbar la tierra para observarlo completamente. Fue difícil ya que estaba muy profundo. Cuando palpé el final lo saqué con suavidad y ¡Wow! ¡No podía creerlo, era una cuncuna! Recordé enseguida el estudio del profesor Palfter y me emocioné muchísimo. Comenta Dinelly Soto, recolectora y divulgadora científica dedicada al Reino Fungi, quien realizó la observación y toma de muestra.
El desarrollo de esta especie ocurre sobre larvas de lepidópteros en suelo de bosque nativo. Además, se caracteriza por su gran tamaño respecto a otras especies del género, además de su color ocráceo.
Se desconoce el ciclo reproductivo, particularmente la infección del hospedero (larva de lepidóptero), pero probablemente corresponde al ciclo de otros Hypocreales entomopatógenos: esporas haploides germinan e infectan al hospedero, formando un micelio que consume el interior de la larva parasitada; al haber consumido completamente los tejidos interiores, el micelio forma uno o dos estromas que irrumpen por la cabeza de la larva muerta enterrada y se levantan sobre el suelo para liberar y dispersar las esporas con las corrientes de aire (anemocoría).
Cordyceps, un hongo muy particular
“Cordyceps es un género de hongos parásitos, tradicionalmente clasificados en la familia Clavicipitaceae, pero actualmente incluidos en 3 familias distintas Clavicipitaceae, Cordycipitaceae y Ophiocordycipitaceae, las que a su vez incluyen varios géneros distintos. Estos géneros son en su mayoría parásitos obligados de artrópodos, los que en general parasitan etapas tempranas de su desarrollo, atacando a larvas, pupas o ninfas”, comenta el micólogo y taxónomo nacional Pablo Sandoval-Leiva.
“Existen excepciones espectaculares de especies que atacan etapas adultas de insectos, como en el caso de Ophyocordiceps sphaerocephala que parasita avispas y Ophiocordyceps unilateralis que parasita hormigas. En el caso de este última especie, estudios recientes señalan que no sólo se alimenta de las hormigas, además controla su sistema nervioso y músculos, llevando a la hormiga hasta el sotobosque, a lugares donde exista la humedad adecuada para un buen desarrollo del hongo, donde finalmente provocará que la hormiga muerda la nervadura central del envés de una hoja, con lo que quedará sujeta a esta, con la imposibilidad de separarla incluso después de muerta, lugar donde el hongo podrá producir sus estromas sexuales, los que surgirán a través de la cabeza de la hormiga, fenómeno que se le ha llamado el de las hormigas zombis. Es importante señalar que en este grupo de hongos también se encuentra el género Elaphocordyceps, el cual no sólo parasita artrópodos, si no que algunas de sus especies son parasitas de hongos del género Elaphomyces” enfatiza Pablo.
Actualmente, dada las características de patogenicidad de este grupo de hongos, muchas especies son utilizadas en control biológico de plagas de importancia agronómica, y muchas otras especies se encuentran en estudios para esto, así como muchas otras son estudiadas para la producción de nuevos componentes activos que permitan el avance en variadas áreas de la investigación, como en el caso de la medicina donde a partir de la especie Tolypocladium inflatum (=Cordyceps subsessilis), se aisló la ciclosporina A, un potente inmunosupresor, utilizado para evitar el evitar el rechazo de órganos en pacientes trasplantados, así como en el tratamiento de algunas enfermedades autoinmunes. A esto hay que sumar la importancia que ha tenido el género Cordyceps en la medicina tradicional, principalmente en Asia.
Respecto al conocimiento en Chile, el micólogo chileno añade, “es escaso con sólo unas pocas especies registradas, situación no muy distinta a lo que ocurre con la mayoría de los grupos fúngicos en nuestro país. De todos modos, esto podría verse como una oportunidad de lo mucho que hay por hacer, considerando además las importantes características del género y su posible utilidad en muchas ramas de la investigación. Para esto es de suma importancia generar buenos registros del género y, en lo posible, buenas colecciones que permitan comenzar a registrar e investigar las probablemente muchas especies de Cordyceps sensu lato que aún se esconden en Chile”.
La importancia de las colecciones biológicas
“Dentro de la publicación de Instagram hubo algunas personas que escribieron atacando la toma de la muestra, lo que se debe al desconocimiento e ignorancia en el tema. Siento que es aún más desafiante poder transferir a aquellas personas, la importancia de la educación científica y por supuesto se evidencia la urgencia de la educación ambiental en nuestro país”, señala Dinelly.
“Respecto a las colecciones biológicas, estas constituyen el soporte de cualquier estudio de diversidad, y son de suma importancia para mejorar el conocimiento de nuestras especies, sobre todo en grupos como este, donde el conocimiento es escaso, y además dado que en general se asocian a artrópodos de los cuales desconocemos su identidad, su distribución es desconocida también. Ejemplo de esto último es una colección de una especie de Cordyceps que se desarrollaba sobre una avispa, la cual al igual que las hormigas parasitadas por Ophiocordyceps unilateralis, quedó momificada mordiendo la nervadura central de una hoja de una especie de Gaultheria. Esta colección fue realizada en la región de Los Ríos, hace más de 10 años y no hemos vuelto a registrar la especie, probablemente no descrita, donde sería importante contar con más colecciones que nos permitan describirla de buena forma”, señala finalmente Pablo.