5 cerros de la Cordillera de la Costa que no te puedes perder
La Cordillera de la Costa es la hermana mayor de la Cordillera de los Andes. Con sus más de 280 millones de años de antigüedad, tiene ecosistemas únicos, flora y fauna endémicas y rincones poco conocidos que bien vale la pena poner en la lista de lugares por visitar. Aquí, les dejamos los cinco cerros imperdibles para trekking inolvidables en la Cordillera de la Costa.
En sus distintas latitudes, la Cordillera de la Costa tiene rincones y paisajes que tenemos que conocer alguna vez en la vida. Desde el cerro La Campana, hasta el Alto de Cantillana. Pasando por Chicauma y Las Vizcachas. Aquí les dejamos todo lo que tienen que saber para visitar los cerros más destacados de esta cordillera.
1. Cerro La Campana
Está ubicado en la Región de Valparaíso, cerca de la ciudad de Olmué. El Cerro La Campana es conocido como el mirador por excelencia de la zona central de Chile. Desde aquí, se puede entender como se conforma la geografía que existe entre la Cordillera de la Costa, el Valle Central y La Cordillera de los Andes. Desde su cumbre, mirando hacia el este, se puede ver el Cerro Aconcagua y, hacia el oeste, se divisa el océano Pacífico.
Con sus 1828 msnm, la Campana es una de las cumbres emblemáticas de esta región ya que no solo representa una altitud sobre el promedio de este cordón montañoso, sino que también ha despertado el interés por sus bosques, el entorno, su flora y fauna que es muy representativa de esta área. Además, llama la atención por su forma, la que finalmente inspiró su nombre.
La pregunta es…¿te gustaría subirlo? Si la respuesta es sí, aquí te contamos algunas cosas que tienes que saber para ir en busca de la cumbre del cerro La Campana:
¿Cómo llegar?
Para acceder a la ruta normal desde Granizo, debes llegar a Olmué y luego dirigirte hacia el este hasta llegar al Parque Nacional La Campana.
Ascenso
Una vez que llegues al parque debes ir en dirección a La Mina. Ahí encontrarás un letrero que dice “Sendero del Andinista”. En ese lugar comienza la acción y un cerro que te tomará prácticamente todo el día. Son cuatro horas y media de subida más otras cuatro de bajada, en diez km en total ida y vuelta y con una dificultad física media. ¿Lo bueno? Desde el punto de vista técnico, este cerro no presenta mayores exigencias.
Durante la ruta, las vistas son increíblemente lindas. Primero irás atravesando un bosque de bellotos, peumos, boldos, quillayes, maquis y otros más. Luego habrá robles y , algunos kilómetros más adelante, el bosque quedará atrás y empieza el claro, donde verás esa roca de granito con forma de campana. También tendrás vistas únicas al Valle de Olmué.
Desde ahí ya es pura motivación para llegar a una cumbre que se quedará seguramente para siempre en la memoria. Con el Aconcagua por un lado y el mar por el otro, la cima del Cerro La Campana es, sin duda, un imperdible de la Cordillera de la Costa.
2. Cerro El Garfio
Según el sitio oficial de Andes Handbook actualmente este cerro está con acceso abierto pero limitado, recomendamos acercarse a la comunidad local para acceder. En este recorrido por algunas cumbres de la zona central, es el turno del poco conocido y casi inexplorado Cerro Garfio. Este macizo tuvo la mala fortuna de estar en el mismo cordón de cumbres que el cerro La Campana y El Roble, una de las más altas cumbres de la Cordillera de la Costa, por lo que su popularidad ha pasado -injustamente- a segundo y tercer plano.
Con una altitud de 1.957 metros, el Garfio es un lugar con mucha historia. Su pueblo más cercano es Caleu, donde antiguamente vivían comunidades Picunches. Ya en la época de la colonia, este lugar se transformó en una de las rutas principales entre Santiago y Valparaíso, debido a que había una importante actividad minera relacionada con la extracción de oro.
Actualmente en esta localidad viven alrededor de 700 personas, siendo un lugar muy tranquilo, campesino y plagado de las tradiciones más antiguas de la zona central. Sin duda, un excelente punto para partir el ascenso a un cerro Garfio que puede ser un paseo de día en cualquier época del año.
¿Cómo llegar?
Tal como decíamos más arriba, la puerta de entrada para este cerro es el pueblo de Caleu. Si vas en auto, aproximadamente a una hora de Santiago por la ruta 5 norte, justo después del peaje de Lampa tomar el desvío hacia Rungue, desde ahí son 29 km hacia Caleu. Luego de eso hay que tomar la ruta G-114 y llegar hasta un letrero que dice “Rodeo”, después se sigue hasta el final donde habrá una casa que marca el final del camino, justo en el portezuelo entre el cerro El Roble y el Garfio.
Ascenso
A pesar de que el camino no está del todo marcado, la gran referencia que hay que tener es seguir el filo del cerro y también una reja de alambres que te guiará por si pierdes la huella.
Luego de casi dos horas, la vegetación irá desapareciendo para darle paso al claro donde podrás ver la cumbre y te darás cuenta el por qué del nombre de este cerro. Desde ahí, hay que caminar una hora y media más para alcanzar la cumbre.
Las vistas desde arriba son incomparables. Tendrás una postal única de los Andes Centrales sin obstáculos de por medio. Habrán valido la pena esas 3-4 horas de ascenso, porque las vistas son sencillamente espectaculares. Luego comienza el descenso y ahí recomendamos calcular alrededor de una hora y media o dos.
Recuerda siempre llevar tu botella con agua, ya que en la ruta no se encuentran puntos de abastecimiento.
3. Altos de Chicauma – Laguna del Inca
Este sector es uno de los verdaderos imperdibles de la Cordillera de la Costa. Altos de Chicauma es un área privada de preservación ecológica que está ubicada en Lampa y que guarda en sus territorios una de las mayores concentraciones de roble de la zona central, entre ellas el Nothofagus macrocarpa.
Es un lugar que se aprovecha más en los meses fríos, ya que en el verano las temperaturas son muy altas, lo que podría ser peligroso. Además, en esa época, se hace más difícil el acceso a puntos para abastecerse de agua.
Altos de Chicauma tiene muchos atractivos en su territorio, sin embargo, hoy nos vamos a detener en uno de los más lindos y poco conocidos: la Laguna del Inca. Alimentada principalmente por vertientes subterráneas, lluvias y deshielo, esta laguna natural es un paraíso en plena zona central, ubicada entre los grandes emblemas de la Cordillera de la Costa: el cerro las Vizcachas, Estero Puange, cuesta la Dormida y quebrada de La Plata.
Es un trekking largo que alcanza casi los 20 km de distancia ida y vuelta, aunque no presenta mayores dificultades técnicas, sí hay que estar preparado físicamente para una jornada completa en el cerro. El sendero está muy claro y marcado, por lo que perderse aquí es algo muy difícil. El resto es disfrutar, entre el bosque esclerófilo y las distintas especies de flora y de fauna que habitan en él, coronando con unas vistas inmejorables de todo el valle central de Chile.
¿Cómo llegar?
Si vas en auto, desde Santiago hay que dirigirse hacia Lampa, ahí tomar calle Barros Luco y luego Isabel Riquelme y mantener la dirección norte para salir hacia el camino a Chicauma. Después hay que seguir derecho hasta llegar a un portón azul, ahí es donde se estacionan los autos y comienza la mejor parte.
Ascenso
Como decíamos antes, no es un camino corto. Son exactamente 18,7 km de distancia ida y vuelta con un desnivel acumulado de 1.503 metros. Sin embargo, está categorizado en la página web de Andes Handbook con una graduación fácil en cuanto a dificultad.
Sin duda, un camino muy lindo que comienza rodeado de bosques de litre, espino, quillay, peumos y canelos. A medida que se avanza por el sendero, aparecen los bosques de roble y algunos kilómetros más adelante se asoman las primeras vistas panorámicas, que van adelantando lo que se viene.
Luego de cinco a seis horas de caminata, aparecerá en el horizonte la impresionante Laguna del Inca. Y se darán cuenta que la exigente subida del final habrá valido la pena. A preparar las cámaras de fotos y celulares, porque de ahí en adelante todo es un verdadero espectáculo natural.
4. Cerro Las Vizcachas
Seguimos en la zona central con uno de sus emblemas: el cerro Las Vizcachas. Es la principal cima de la zona con 2.046 msnm, y la puerta de entrada a un cordón montañoso que conecta el cerro Roble Alto, Puerta de Piedra, Las Petacas y Llaretas de Vizcachas, una zona ideal para los y las amantes del trekking.
Al igual que el cerro Garfio, este sector fue altamente concurrido en épocas pasadas, ya que fue una zona muy importante para mineros que buscaban oro en las principales montañas del sector como lo son el cerro Roble, Puntilla Imán y La Campana. Incluso, aún quedan vestigios de la actividad minera con la presencia del socavón de la mina María, antiguos refugios (casi inexistentes en la actualidad) y también algunas instalaciones de la mina La Ramayana.
Actualmente el cerro Las Vizcachas tiene 4 rutas por donde se puede ascender, sin embargo, las más conocidas son la Olla Grande y la Arista Norte, que es la ruta que detallaremos a continuación.
¿Cómo llegar?
Desde Santiago hay que tomar la ruta 5 Norte y dirigirse hacia Til Til que son aproximadamente 20 km, luego ir en dirección hacia Olmué por la cuesta la Dormida. Justo en el punto más alto de la cuesta hay que dejar el auto y ahí es donde inicia la ruta Arista Norte. Habrá un portón donde exigen registrarse a cada visitante y pagar $4.000.
Ascenso
Ya desde el inicio se puede ver la ruta completa que hay que seguir en este trekking. Los caminos están muy bien demarcados y seguir el sendero es relativamente sencillo. Lo más importante al principio, es tomar como referencia una barrera de autos, por ahí es donde comienza el camino hacia la cumbre de Las Vizcachas.
En total, el ascenso no debería tomar más de tres horas y media, la distancia no es muy larga y el desnivel acumulado es de 800 metros, por lo que hay que considerar en la planificación una jornada de aproximadamente cinco a seis horas en total. El final del filo es lo que marcará finalmente la llegada a la cumbre, luego hay que avanzar cerca de 20 minutos y estarás en la cumbre del mítico cerro Las Vizcachas, uno de los más altos de la Cordillera de la Costa.
Para Las Vizcachas, la mayor recomendación es abastecerse bien de agua desde el comienzo, ya que no existen lugares para esto a lo largo de toda la ruta.
5. Cerro Alto de Cantillana
Desde el cerro Camaracas en el norte hasta la península de Taitao en el sur, la Cordillera de la Costa es un verdadero tesoro que nos conecta casi de punta a punta. Y justo en la zona central, se encuentra otra de las joyas de este cordón montañoso. Hablamos del cerro Alto de Cantillana.
Junto a la Sierra Vicuña Mackenna, Las Vizcachas, El Roble y La Campana, el cerro Alto de Cantillana es uno de los más altos de la Cordillera de la Costa, alcanzando 2.281msnm. Una montaña que es parte del cordón del Cantillana, donde además se encuentran los famosos cerros el Planchón y Horcón de Piedra.
Desde su cumbre, las vistas son espectaculares. Tanto así que además de ver el Aconcagua hacia el este, se alzan también los míticos Tupungato y Marmolejo, creando un escenario fuera de lo común con un océano Pacífico al oeste que se puede observar con todo su esplendor si es que la nubosidad lo permite.
El Alto de Cantillana se ubica específicamente en Paine, en la zona suroeste de Santiago, y justo al sur de la laguna de Aculeo. En una zona que actualmente es considerada de altísimo valor biológico, conocida como la Reserva Altos de Cantillana, rodeada de bosques de roble, más de 59 especies de aves y distintos tipos de vegetación nativa.
¿Cómo llegar?
A la reserva se puede llegar de dos formas (en auto), desde Santiago a través de la Panamericana Sur hasta Paine y luego laguna de Aculeo o también desde la ruta 78, donde también hay que tomar el acceso hacia la laguna.
Para el trekking por la ruta Quebrada Mina de Plata, hay que ir hacia Alhué con dirección hacia Pichi Alhué y finalmente al fundo Lisboa, donde hay que preguntar por Alfonso Bello para poder pagar e ingresar.
Ascenso
Esta ruta tiene una aproximación que es por la quebrada Mina de Plata, en la que se parte por un camino de arrieros y luego por un bosque esclerófilo muy lindo. Es muy importante considerar dos jornadas para realizar este trekking, porque las distancias son bastante largas y se puede acampar. La recomendación es ir entre abril y septiembre por la presencia de agua en las vertientes.
Luego hay que llegar al antiguo camino minero y seguirlo hasta el portezuelo, ahí es donde hay que acampar. Al día siguiente, desde ese sector debemos seguir por el filo, siempre teniendo de referencia que el bosque de robles tiene que estar a mano derecha. Después de algunos kilómetros, se empieza a ver la planicie donde se encuentra esta imponente cumbre.
Lo que viene es solo maravillarse con estos paisajes propios de la Cordillera de la Costa. La hermana menos famosa de la Cordillera de los Andes, pero que bien vale la pena visitar y conocer. Más de alguno va a quedar absolutamente enamorado o enamorada de este cordón montañoso que le da forma a esta larga y angosta franja de tierra.
Recomendaciones generales
Para todos los trekkings recomendamos llevar agua, buenos zapatos de trekking (ojalá caña alta), bastones, ropa de abrigo y kit de primeros auxilios.
Además invitamos a todas las personas a seguir el programa “No deje rastros”, que nos enseña a impactar mínimamente los entornos naturales que visitemos. Aquí les dejamos todas las recomendaciones https://walk-trek.tur.ar/es/programa-no-deje-rastros/
Fuente para la información de las rutas: https://www.andeshandbook.org/