Miradas al cielo nocturno: Los dos chilenos entre las mejores fotografías de la Vía Láctea en 2022 comparten parte de su trabajo
Durante mayo, el blog de fotografía y viajes Capture The Atlas publicó a las seleccionadas como las mejores fotografías de Vía Láctea de 2022, de acuerdo a su criterio. Se trata de 25 capturas tomadas por astrofotógrafos de todo el mundo, dentro de los que destacan dos chilenos: Alexis Trigo y Carina Letelier. En Ladera Sur nos contactamos con ambos, quienes nos compartieron su foto seleccionada, una aproximación a su trabajo y algunas reflexiones sobre su pasión con el cielo nocturno.
“Fotografiar la Vía Láctea es una experiencia mágica”. Con esas palabras la selección de fotografías de la Vía Láctea (Milky way photographer of the year 2022, en inglés), realizada por el blog de fotografía y viajes Capture The Atlas, empieza la introducción a las que se eligieron como las mejores astrofotografías de esta materia en el presente año.
En ellas la noche y todo lo que en el cielo de día puede ser invisible son los protagonistas: los detalles, las luces y los colores que alumbran aquello que muchas veces queda plasmado en increíbles fotografías. En este caso, con el fin de inspirar a capturar la galaxia a través de un lente y dar a conocer los mejores registros de la Vía Láctea y su belleza, la selección lleva a un viaje por cielos de países como China, Estados Unidos, Australia, Nueva Zelanda, Francia, Japón, España, Egipto, Eslovaquia y Chile.
Alexis Trigo y Carina Letelier son los dos astrofotógrafos chilenos que forman parte de esta selección. Acá nos comparten sus fotografías finalistas, más otras que han tomado y algunas reflexiones.
Alexis Trigo
-¿Cuál es la historia detrás de tu fotografía seleccionada?
-Yo, por lo general, siempre salgo de excursión, me gusta ir a investigar y descubrir nuevos lugares. Para esta foto en particular, seguí muy cerca del pueblo de San Pedro, un par de kilómetros. De hecho, estaba en bicicleta. Me adentré a la cordillera de la Sal, que es uno de mis lugares favoritos. Estaba buscando esta vista panorámica desde la cima de algún monte como para ver todas estas formaciones y, en eso, en una tarde me encontré con este lugar, que es maravilloso, donde estaba justamente pasando este camino de sal. He ido como 10 veces al mismo lugar y así fue como lo encontré. Y bueno, obviamente cuando uno llega a un lugar, se posiciona de la manera correcta para que la vista encaje con la Vía Láctea porque la idea es siempre en una fotografía de poder componer ese paisaje con el cielo, entonces es una tarea doble de encontrar un lugar especial y que esté en armonía con el cielo. Este es uno de los lugares que visitamos en las excursiones de fotografía que realizamos en San Pedro de Atacama.
– ¿Por qué decidiste participar en esta instancia?
La verdad esto me pilló de sorpresa porque no es un concurso de astrofotografía como tal, o sea, no haces una inscripción previa, no envías las fotografías tampoco. El equipo de Capture The Atlas, que es la revista que lo organiza, buscan en las etiquetas y los hashtags (de Instagram), las que ellos consideran las mejores astrofotografías del año, entendiendo como un año de abril a abril, que sería la temporada como de la Vía Láctea en el hemisferio norte. En esa búsqueda, ellos van preseleccionando o cuando ven una foto que es muy potente durante el año y la van dejando en cartera. Después de eso seleccionan las 25 mejores y ellos finalmente hacen el contacto. Por eso te digo, a mí me pilló por sorpresa cuando fui contactado por Capture The Atlas, al ser seleccionado entre las 25 fotos del año.
– ¿Qué es lo que te apasiona de este tipo de fotografía, enfocada a la Vía Láctea y el cielo nocturno?
– Para mí el cielo nocturno es muy importante. De hecho, no solo para mí, sino para toda la historia de la humanidad. Lo primero que ha hecho el ser humano ha sido observar el cielo. La astronomía en general es la ciencia más antigua de la historia. Entonces los astros, son algo inconmensurable para la humanidad, tanto para la ciencia, la cultura y la filosofía; ha sido el motor de desarrollo, de inspiración de corrientes filosóficas, del calendario ancestral de los pueblos indígenas. Así como nosotros tenemos el celular para ver la hora, ellos simplemente observaban la naturaleza y los astros. Actualmente es un patrimonio que nosotros tenemos para la ciencia estudiando el universo y la fotografía. Todo ese conocimiento estaba dentro de mí, entonces es como ponerle colores a este patrimonio que parece que es inmaterial. Porque el cielo parece que no lo puedes tocar, pero hay planetas, asteroides, galaxias, entonces es bien particular la sensación que tengo del cielo.
– ¿Qué sentiste cuando te enteraste de que eras parte de las 25 mejores fotos?
-Muy feliz. Capture The Atlas es una página que se ha vuelto muy conocida en los últimos años, se está ganando un espacio en la astrofotografía y bien, para mí fue un honor, porque pude ver la participación de otros fotógrafos que tienen un nivel altísimo, una trayectoria increíble y estar en ese listado junto a grandes exponentes para mí es todo un honor. Es mi segunda selección de fotos del año. El año pasado estuve preseleccionado entre las 15 mejores series fotográficas de la competencia de Sony que también es de las mejores del mundo.
Carina Letelier
– ¿Por qué decidiste participar en esta instancia?
El listado de las 25 mejores fotografías de Vía Láctea de Capture The Atlas, realiza esta selección todos los años tras buscar y analizar las fotografías que tienen un marco inspirador con respecto a la observación astronómica y astrofotografía, para promover estas mismas áreas. Dentro de estas fotografías el blog busca las más destacadas y mejor logradas a nivel mundial. En esta ocasión es un honor ser parte de este listado, representando al país y a mi género (ya que soy la única mujer latina del listado). Por ende, el blog te contacta cuando una de tus fotografías ha sido seleccionada para el listado, solicitando la fotografía en alta y algunas otras informaciones con respecto a la misma, informando de la visibilidad mediática que tendrá en medios internacionales tan importantes como National Geographic y la revista Forbes, entre muchos otros.
– ¿Qué es lo que te apasiona de este tipo de fotografía, enfocada a la vía láctea y el cielo nocturno?
– Creo que la astrofotografía de paisaje tiene aquella mezcla perfecta entre arte, ciencia y cultura. Podemos fotografiar lo invisible, ya que la vista del ser humano no logra alcanzar tanto nivel de detalle en la oscuridad, y pierde la capacidad de ver colores, pero con una fotografía podemos resumir en sólo algunos píxeles, la información de tantos años, generaciones, historia, evolución en general, y es realmente impresionante ver que usando una cámara puedes capturar objetos tan lejanos como galaxias y nebulosas, que llevan existiendo en este universo muchos más años de los que podemos llegar a entender en nuestra escala temporal humana.
El primer ejercicio es el pensar de que todos esos puntos brillantes en el cielo están a tremendas distancias de nosotros. Nuestra corta duración, comparada en una escala cósmica, es la que nos ayuda a trascender como humanidad y compartir así viendo las mismas estrellas que vieron los dinosaurios, los egipcios, Galileo, ¡Copérnico! Considerando esto, podemos hacer el ejercicio de pensar que tal vez desde las galaxias Antenas (NGC 4038 y NGC 4039), en la constelación del Cuervo que están aprox. 70 millones de años luz, si existiera un astrofotógrafo con la tecnología para poder ver hacia nuestra Tierra, estaría viendo a los dinosaurios. O pensar en que la última estrella descubierta por el telescopio espacial Hubble, Eärendel, a 12.900 millones de años luz de la Tierra, está mucho más cerca del Big bang que de nosotros. O incluso el pensar que puedo capturar la luz de un sistema estelar cercano, como el de Alfa Centauro, donde una de sus 3 estrellas es Próxima Centauri (la más cercana a nuestro sistema solar), está a tan sólo 4,25 años luz, pero que como aún no hemos logrado viajar a la velocidad de la luz (300.000 km/seg en el vacío), si viajáramos a las velocidades máximas con la tecnología actual (aprox 61.500 km/hr, la sonda Voyager 1), nos demoraríamos más de 75.000 años en llegar a ella. Pero para esto, con una fotografía de tan solo algunos segundos de exposición, ya puedo tener una cercanía con este objeto celeste (es casi irónico el lograr estar tan lejos y tan cerca a la vez).
Creo que este tipo de fotografía unido a la divulgación astronómica, son el mejor medio para despertar esa curiosidad con nuestro cielo nocturno. Así lo podemos conocer y conectar con el mismo; realizar esa conexión con el cielo que hemos ido perdiendo en el tiempo. Ese efecto perspectiva sin tener que ser astronautas y viajar fuera de la Tierra, y así comprender cómo trascendemos y nos conectamos como humanidad gracias a esta escala cósmica temporal en este pequeño planeta Tierra, que es el único hogar que conocemos hasta hoy.
-¿Qué sentiste cuando te enteraste de que eras parte de las 25 fotografías finalistas?
Me sentí tremendamente honrada y emocionada, ya que significa compartir una posición con grandes exponentes de la astrofotografía a nivel internacional, como Benjamin Barakat, Tomas Slovinski y Uroš Fink, entre tantos otros, que constantemente están siendo reconocidos por la NASA y otras entidades. El llegar a estas instancias significa que todo el trabajo y estudio autodidacta desarrollado durante estos 5 años han valido la pena. El dejar toda una vida atrás para dedicarme 100% a esta pasión (dejé trabajo, casa, hasta marido jajaja) y tener la posibilidad de abrir camino a siguientes generaciones, (considerando las tremendas oportunidades que hay y habrá, ya que ¡estamos en la Capital de la Astronomía mundial!), para poder desarrollar carreras como astrofotógrafos y divulgadores astronómicos. Más aún, estando dentro de minorías como ser latina y mujer, rompiendo con estos estereotipos, demostrando y motivando a que cualquiera con las ganas, esfuerzo, mucho estudio y práctica, puede llegar a vivir de lo que le apasiona y seguir inspirando a muchos más.