México: El segundo país en registro de plantas medicinales en el mundo, de acuerdo con autoridades
En México se cuenta con 4 mil 500, lo que origina que el país ocupe el segundo lugar en términos de registro de plantas con uso medicinal, según apunta el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias de este país. En México, el uso de hierbas con propiedades curativas es muy antiguo: Las plantas fueron utilizadas desde tiempos prehistóricos como medicinas. La salud entre culturas como la náhuatl y maya, se obtenía con tratamientos que requerían de alternativas naturales para sanar y tratar enfermedades. Y estas prácticas han pasado de generación en generación hasta nuestros días convirtiéndose en una práctica común. Actualmente, se ha reportado que cerca de un tercio de la población mundial aún utiliza plantas como remedio natural, afirman los investigadores Erick P. Gutiérrez-Grijalva y José Heredia del Conacyd y del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD). Incluso la Organización Mundial de la Salud (OMS) cuenta en su sitio web con cuatro volúmenes de catálogos de plantas utilizadas a nivel mundial con parámetros para su uso seguro. Generalmente en la medicina natural se utilizan las hojas o flores y esporádicamente, el tallo y la raíz, consumiéndose de forma directa, en infusiones o en presentación homeopática, pero la comercialización y su uso indiscriminado puede ponerlas en peligro de extinción. Pese a las investigaciones que se han realizado, en la mayoría de los casos, se desconoce el principio activo químico relacionado con los efectos benéficos que se les atribuyen a estas plantas.
México cuenta con 4 mil 500 especies de plantas medicinales, lo que origina que el país ocupe el segundo lugar en términos de registro de plantas con algún uso medicinal, según apunta el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias de este país), una institución pública descentralizada dependiente de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México. La enorme riqueza de plantas de uso medicinal le permite al país posicionarse como el segundo lugar mundial en el registro de plantas de uso medicinal, después de China, señalaron especialistas.
En México, el uso de hierbas con propiedades curativas es muy antiguo: Las plantas fueron utilizadas desde tiempos prehistóricos como medicinas. La salud entre culturas como la náhuatl y maya, se obtenía con tratamientos que requerían de alternativas naturales para sanar y tratar enfermedades. Y estas prácticas han pasado de generación en generación hasta nuestros días convirtiéndose en una práctica común.
Pese a ello, los expertos indican que se requieren mayores estudios, identificación y protocolos para su propagación y producción, además de evitar su sobreexplotación y daños generados por la pérdida de ecosistemas, destacaron expertos.
Actualmente, se ha reportado que cerca de un tercio de la población mundial aún utiliza plantas como remedio natural, afirman los investigadores Erick P. Gutiérrez-Grijalva y José Heredia del Conacyd y del Centro de Investigación en Alimentación y Desarrollo (CIAD). Aunque esta cifra pueda ser incluso mayor.
“El 90% de la población mexicana ha usado o usa alguna planta medicinal, sin embargo, sólo el 5% de las especies cuenta con estudios científicos, por lo que muchas se usan, pero se desconoce si en realidad sirven para determinado fin”, expuso la maestra en Ciencias, Balbina Vázquez Benítez.
La investigadora de la Facultad de Estudios Superiores Zaragoza de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) señaló que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) “tiene documentadas tres mil especies de plantas medicinales, a pesar de que en México se cuenta con cuatro mil 500”. De acuerdo con la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio), se han registrado más de cuatro mil especies de plantas con atributos medicinales, que representan 15 por ciento del total de la flora del país.
Vásquez estimó que “se comercializan alrededor de 250 especies (nativas y exóticas), en su mayoría provienen del medio silvestre, lo que recae en la necesidad de tener planes integrales de establecimiento en protocolos para su propagación y su producción con el fin de ampliar la biodiversidad”. También dice que se requieren planes formales para la identificación, propagación y plantación, aunque cuando se tiene un aprovechamiento sustentable las plantas llegan a perder algunos de sus activos curativos.
En tanto, Salvador Guzmán Maldonado, investigador del Inifap y especialista en Biotecnología vegetal con énfasis en alimentos funcionales y plantas medicinales, alertó que cuando «se promueve en exceso el uso medicinal de algunas plantas se corre el riesgo de la sobreexplotación y extinción de especies». El especialista dijo que se deben cuidar sus usos para no perjudicar el ambiente, “pues la sobreexplotación haría que las plantas nativas desaparecieran”.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) cuenta en su sitio web con cuatro volúmenes de catálogos de plantas utilizadas a nivel mundial con parámetros para su uso seguro. La OMS también señala que 80 por ciento de la población del planeta utiliza plantas medicinales para satisfacer o complementar sus necesidades de salud.
Generalmente en la medicina natural se utilizan las hojas o flores y esporádicamente, el tallo y la raíz, consumiéndose de forma directa, en infusiones o en presentación homeopática, pero la comercialización y su uso indiscriminado puede ponerlas en peligro de extinción. Pese a las investigaciones que se han realizado, en la mayoría de los casos, se desconoce el principio activo químico relacionado con los efectos benéficos que se les atribuyen a estas plantas.
Las plantas medicinales son una fuente rica de compuestos bioactivos a los cuales se les ha atribuido sus propiedades benéficas e, incluso, diversos fármacos utilizados en la actualidad tienen su origen en el estudio de estas, como, por ejemplo, el paclitaxel, un fármaco utilizado para tratar algunos tipos de cáncer, que tiene su origen en la corteza del árbol conocido como tejo del Pacífico (Taxus brevifolia).
Los fitoquímicos son metabolitos secundarios que todas las plantas producen y no están involucrados en su desarrollo, sino que tienen la finalidad de defenderlas de condiciones adversas como insectos, parásitos, herbívoros, sequía, luz ultravioleta, etc. Entre los fitoquímicos más conocidos se encuentran los alcaloides, terpenos y compuestos fenólicos.
La importancia de estos compuestos radica en que, diversos estudios, han relacionado que su consumo frecuente se ha asociado con la prevención de enfermedades crónico-degenerativas como diferentes tipos de cáncer, Alzheimer, Parkinson, síndrome metabólico y diabetes mellitus tipo 2.
Entre las especies de plantas medicinales más utilizadas en el país se encuentran el peyote (Lophophora williamsii), valeriana (Valeriana edulis subsp. procera), cuachalalate (Amphipterygium adstringes), tepezcohuite (Mimosa ternuifora Benth) y orégano (Lippia graveolens), entre otras. El noroeste de México es una zona rica en plantas medicinales que han sido poco estudiadas, como lo son: álamo (Populus mexicana), albahaca (Ocimum basilicum), cardón (Pachycereus pecten aboriginum), hierba del golpe (Parthenium hysterophorus), eucalipto (Eucalyptus spp.), hierbabuena (Mentha spicata), mezquite (Prosopis juliflora) y toji (Phoradendron spp.), entre otras. Sin embargo, se conoce poco aún sobre los compuestos, modo de acción y la biodisponibilidad de los compuestos fitoquímicos de una gran variedad de plantas.
Las plantas medicinales son de importancia socioeconómica para las pequeñas comunidades que las usan con prácticas ancestrales que aportan beneficios nutricionales y activos a la salud del hombre, su sistema y características que las conforman mantienen un equilibrio en la diversidad biológica y en los ecosistemas. Estudios en la actualidad se han enfocado al ámbito farmacéutico.
La propagación y el establecimiento en campo de las plantas medicinales asegurarán su rescate. Además, se apoya a pequeños productores de México para la venta de productos medicinales. Investigadores mexicanos se encuentran identificando especies utilizadas etnobotánicamente en la región noroeste de México, caracterizando sus compuestos y evaluando su potencial bioactivo contra enfermedades como diabetes, síndrome metabólico y cáncer. Los investigadores destacan que la importancia de estos estudios radica en el impacto epidemiológico de enfermedades como diabetes y cáncer en la población mexicana.