Con una encuesta aplicada a 233 personas de paisajes agrícolas de La Araucanía, el investigador del Centro UC de Desarrollo Local y académico del Campus Villarrica, Dr. Nicolás Gálvez, lideró una investigación que contó con la colaboración de la Universidad de Kent y la Universidad de Bangor, ambas de Reino Unido, donde se buscó caracterizar las problemáticas que se dan en las relaciones humano-animal en paisajes rurales, específicamente en desmenuzar las razones de por qué las personas matan a depredadores nativos y domésticos.

De esta manera, los resultados principales publicados en el la revista Frontiers in Conservation Science en el artículo denominado “Drivers of Predator Killing by Rural Residents and Recommendations for Fostering Coexistence in Agricultural Landscapes”, muestran que las especies más visibles como zorros, aves rapaces diurnas y perros domésticos son eliminadas en mayor proporción en estos paisajes, mientras que aquellas especies más difíciles de observar, como la güiña, el chingue o el puma, presentaron una menor proporción.

Protegidos por la ley

La eliminación de un animal pasa a ser la interacción más negativa en el ámbito de la relación humano-animal y por ende tiene implicancias importantes en la coexistencia con fauna silvestre. Es por ello por lo que el estudio se enfocó en depredadores nativos como mamíferos carnívoros tales como puma, quique, chingue, güiña (este último el felino más pequeño de las américas y listado como Vulnerable en la IUCN Red List desde 1996), zorro culpeo y chilla y también aves rapaces diurnas.

Chingue ©Nicolás Gálvez
Chingue ©Nicolás Gálvez

Todas estas especies se encuentran protegidas por la Ley de Caza, debido a la importancia de los roles que juegan dentro de los ecosistemas. Con esto nos referimos a la dispersión de semillas o control de plagas, entre otros.

Además, pueden ser abundantes en paisajes agrícolas y frecuentemente son depredadores de ganado doméstico, como ovejas y gallinas. Es por ello que el estudio también incluyó, como medida comparativa, las percepciones sobre especies consideradas plaga cuya caza está permitida, tales como conejos, liebres y jabalíes, además de incluir a perros domésticos debido su impacto sobre la pequeña ganadería.

También, se definieron cinco dimensiones para evaluar qué factores inciden en matar a alguna de estas especies: factores sociodemográficos y economía del hogar, las pérdidas de ganado doméstico reportadas por entrevistados, la frecuencia de encuentros con depredadores reportada, el conocimiento sobre el estado de protección legal y la tolerancia hacia la depredación de ganado.

Encuesta anónimas

Dado que matar a un animal puede ser algo delicado e ilegal, la investigación ocupó una técnica de muestreo que permite completa anonimidad y seguridad en las respuestas. Esta técnica, llamada Random Response Technique (RRT) en inglés, ocupa un elemento que introduce aleatoriedad en las respuestas y, en base a probabilidades, permite estimar la proporción de personas que han incurrido en el comportamiento estudiado. Adicionalmente se pudo evaluar qué factores inciden en las respuestas de las personas entrevistadas.

Guiña en La Araucanía ©Nicolás Gálvez
Guiña en La Araucanía ©Nicolás Gálvez

Así, los principales depredadores de ovejas fueron pumas y perros domésticos. En cambio, en cuanto a gallinas, 3 de cada 4 encuestados señalaron haber sufrido la depredación de aves rapaces diurnas con mayor cantidad por año, seguidos por zorros (50%) y guiñas (16%). Por otra parte, en términos de tolerancia a la depredación, las especies que se toleran menos fueron perros domésticos, aves rapaces diurnas y güiñas.

La necesidad de medidas concretas

El Dr. Nicolás Gálvez, primer autor y codirector del laboratorio de ecología de vida silvestre y coexistencia en la UC Campus Villarrica e investigador del Centro UC de Desarrollo Local, comenta que “este estudio es el primero en estimar los niveles de eliminación de depredadores nativos en espacios rurales ocupando técnicas que permiten total anonimato y por ende puede ser usado para evaluar intervenciones asociadas a nuestras recomendaciones y que apunten a disminuir estos eventos”.

“Es de suma urgencia que las dinámicas de perros de movimiento libre sean abordadas de manera efectiva en los espacios rurales ya que fue una de las principales demandas durante las entrevistas”, señaló.

Por su parte, la coautora y profesora del Instituto de Ecología y Conservación (DICE) de la escuela de Antropología y Conservación de la Universidad de Kent, en Reino Unido, Dra. Zoe David, señaló que “nuestro trabajo resalta la necesidad de conservacionistas de entender los impactos económicos, físicos y psicológicos que pueden tener los predadores en las personas. Una vez que este conocimiento es levantado, se pueden desarrollar intervenciones basadas en evidencia que pueden ayudar de manera genuina a los depredadores y las personas a coexistir en un mismo paisaje”.

Resultados y recomendaciones

Revisa a continuación los principales resultados de esta investigación:

En resumen, los investigadores plantean lo siguiente:

Conclusiones del estudio

La identificación de factores relevantes en la muerte de animales de interés para la conservación tales como depredadores nativos, ofrece la posibilidad de realizar intervenciones más enfocadas como mejorar cierres para aves de corral para el caso del gato güiña y aves rapaces diurnas, como también el uso de elementos disuasorios para reducir posibilidades de encuentro, y también el uso de marketing social que permita mejorar el resultado cuando los encuentros si ocurran y para aumentar la aceptabilidad social de restringir el movimiento de perros domésticos.

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