Así se vivió el segundo encuentro de Pieles en el Cajón del Maipo
Las chicas de Pieles nos cuentan su experiencia junto a 13 mujeres recorriendo el Cajón del Maipo y subiendo hasta la cumbre del cerro Unión. Vistas privilegiadas del imponente cerro Morado y su glaciar, risas, y aventuras las acompañaron en este segundo encuentro que reúne a mujeres fanáticas de la montaña y la naturaleza.
El 16 de septiembre comenzó el segundo encuentro Pieles, auspiciado por Mall Sport y Mamut, este año en el Cajón del Maipo. Nos reunimos 13 mujeres en el hostal Ruca Pehué en Baños Morales. Teniendo ya un Pieles en el cuerpo, quisimos que fuera un encuentro que contara con mujeres de distintos rincones de la Cordillera de los Andes. Una vez recibidas las postulaciones fueron invitadas nuevas chicas, representantes de Corralco y Laguna del Maule, quienes junto a las participantes del año pasado de Chillán, Temuco y Santiago serían parte del grupo de Pieles. Partimos el encuentro con mucho ánimo y entramos en confianza rápidamente y el ambiente se llenó de risas. Cenamos, chequeamos el equipo y guardamos energía para lo que se venía.
Satisfechas tras un contundente desayuno, necesario para el largo día que nos esperaba, partimos al estacionamiento del Valle las Arenas, lugar donde comenzaría nuestra expedición. A las 10 am ya estábamos listas para partir: matecitos lavados, botas puestas, mochilas al hombro y chequeo de seguridad completo. Caminamos a lo largo del estero Morado en dirección a la Laguna del Glaciar Colgante, haciendo paradas para reconocer el lugar y admirar el paisaje. Sabíamos que el campamento base para esos tres días estaba cerca, así que nos lo tomamos con calma y no nos paró la lengua en todo el camino. Después de una hora y media encontramos el lugar perfecto para armar el campamento debajo de una vega y con fácil acceso a muchas laderas entretenidas.
Tantas eran las ganas de andar, que armamos campamento rápidamente, picoteamos algo de comida y nos tentamos a subir una ladera cercana, la cual tendría sol hasta tarde, permitiéndonos disfrutar de condiciones de nieve primaveral. Libremente, cada una decidió sus ritmos y líneas para andar ese día y observar a lo lejos el imponente Morado, su Glaciar y el cerro Unión.
El cansancio empezaba a notarse y había que guardar energía. Ya probada la nieve, decidimos que al día siguiente partiríamos temprano para asegurarnos condiciones seguras. De vuelta al campamento, Dinka nos esperaba con unas ricas pastas sentadas todas en el domo. Tras intercambiar apreciaciones del día e ideas para lo que se nos venía nos fuimos a dormir. Al otro día intentaríamos subir el cerro Unión.
Fiestas Patrias en altura
Comenzaba el 18 de septiembre y queríamos celebrarlo en la cumbre del mítico cerro, con vista al mirador del glaciar Colgante, al cerro Morado, el Cortaderas y el volcán San José. Mientras ascendíamos nos sorprendimos con el mágico paisaje del Cajón del Maipo, sus grandes cumbres y glaciares. Estábamos felices. Las anécdotas y bromas iban y veían, el viento no se apareció y el sol se mantuvo durante todo el trayecto, por lo que la Nati decidió que sería bueno hacer una calicata y un test de compresión para asegurarnos que la nieve estuviese en condiciones seguras para continuar el ascenso.
Tras varias horas de caminata, un sinfín de vueltas marías y algunos resbalones, nos reunimos para descansar, hidratarnos y decidir los pasos a seguir. Fueron 7 las que continuaron ruta hasta la cumbre. Gran logro, éramos más de la mitad de las participantes. Celebramos con una cueca en la cumbre, mientras sacábamos las pieles, armábamos los Splitboards y tomábamos un respiro. Empezamos a bajar y ¡Qué bajada! La nieve estaba increíble, la pendiente desde la cumbre era perfecta y la cara lo suficientemente grande para que todas disfrutáramos rayándola completa. Nos fuimos reuniendo todas un poco más abajo, mientras podíamos ver como las demás bajaban disfrutando. Luego seguimos bajando todas juntas hasta el campamento. La larga caminata y las huellas del sol estaban más que pagadas. Era un día de celebración, así que en el campamento nos esperaban costillitas, empanadas y por supuesto, vinito para celebrar el cumpleaños de Chile y todo lo gozado con las Pieles.
Al cuarto día debíamos regresar al hostal, pero decidimos subir nuevamente cerca de la laguna del glaciar para hacer la, ya clásica, avalancha de Pieles. Así que subimos y bajamos nuevamente al campamento, todas juntas en una animada bajada, llena de gritos de alegría y, como eran fiestas patrias, no faltaron los Uyuiii!! Desarmamos campamento a eso del mediodía. No queríamos perdernos de la sabiduría de montaña de las chiquillas, así que nos sentamos todas juntas, conversamos sobre los peligros de la montaña y compartimos experiencias. Algunas contaron sus experiencias en situaciones peligrosas y ocasiones de rescates reales en los que otras participaron. A eso de las 2 pm comenzamos con todo nuestro equipo a bajar hacia el estacionamiento del Valle, agotadas pero radiantes.
Llegamos nuevamente al Hostal Ruca Pehue, donde la Pía (dulce Roberta) nos esperaba para almorzar todas juntas y disfrutar de la rica tarde y la linda vista de Baños Morales hacia el Volcán San José y el Cerro Lo Valdés lleno de colores. Ya llegaba la hora de concluir este energizante encuentro y nos reunimos todas en la terraza: la Vale, Marce, Roby, Cocó, Ale, Isa, Coni, Catita, Nati, Barbara, Karime, Carla y Dani. Entregando regalitos de nuestros auspiciadores a todas las Pieles y agradeciendo el apoyo de los cueros dimos por concluido este maravilloso fin de semana. Con mucho más por compartir y agradecidas de todo el intercambio de experiencias con las chiquillas terminó este segundo encuentro pieles 2016 esperando ansiosas por su versión 2017.