Elegir un volcán dentro de los miles en Chile no debe haber sido fácil tarea para los realizadores del “Red Bull Out Of Hell”, evento sin precedentes en Chile, y probablemente en el mundo, que buscaba reunir a exponentes que tuvieran diferentes habilidades de esquí de montaña, y emular un instinto básico del ser humano: la supervivencia.

El volcán elegido era el Puyehue, ubicado en la hoy Región de los Ríos y que había sido escenario de la impresionante erupción en el Cordón del Caulle en el año 2011. Recibí la invitación con mucho gusto, por las novedoso del evento y porque había tenido la suerte en mis años viviendo en Osorno de esquiar los alrededores del volcán y ascenderlo en verano, sin haber entrado al cráter por una especie de “sentido común». Además nunca lo había subido en invierno con esquís, estando hasta ahora considerado en la lista de “pendientes”.

Créditos: Red Bull.
Créditos: Red Bull.

La escena era impensada, más de 70 corredores siendo trasladados en helicóptero hasta el centro del cráter cubierto de nieve, al lugar de partida de la competencia. La misión, escapar de una supuesta erupción, con esquís de randonné, luego con crampones por la pared interna del volcán, para luego bordear el cráter con la técnica de esquí y ascenso que cada uno eligiera. Finalmente terminar con una larga bajada esquiando por el faldeo del volcán hasta llegar al refugio “El Caulle”, lugar donde se estaría seguro de la erupción y  donde el primero en llegar lograría “salir del infierno”.

El día de la competencia se parecía mas al paraíso que al infierno, nieve recién caída, mucho sol y rodeados por el majestuoso paisaje de la región y de buena gente.  Con la alarma partieron todos los deportistas al mismo tiempo con un objetivo común, escapar hasta el refugio. A pesar del escenario ya no era tiempo para contemplarlo, había que escapar dando el 100% de tu capacidad física poniendo a prueba tanto tus capacidades aeróbicas como técnicas de esquí y montaña.

Créditos: Red Bull.
Créditos: Red Bull.

Esta temporada desgraciadamente había estado más alejado de la montaña y el deporte de lo que quisiera, por lo que no me había hecho grandes expectativas del resultado principalmente por el buen nivel de los participantes que habían, pero a medida que avanzábamos me fui sintiendo bien, y pasado el primer “check point” me sorprendí mucho al ver que solo iba una persona delante mío. Así nos mantuvimos hasta llegar juntos al último check point, donde comenzaba el descenso.  El trasandino y gran esquiador Niki Salencon seguro se acordaba mejor que nosotros de la última erupción en la zona, que dejo a Bariloche y alrededores por mucho tiempo con un cielo gris cubierto en cenizas, días felizmente dejados atrás.

Nos quedaba esquiar hasta el refugio, partimos sin tener claro cual era la dirección pero sabiendo que solo uno de los dos se “salvaría”. A mitad de camino me di cuenta que no tenia claro donde estaba yendo, y me acordé que cuando uno se pierde en la montaña, uno se pierde en la montaña, por lo que decidí, contra todos mis instintos, parar. Luego de un momento mirando e intentando encontrar donde estaba el refugio me di cuenta que íbamos en la dirección equivocada y crucé esquís en mano hacia otra ladera que creí llegaría al refugio de manera mas directa.  Esto me permitió sobrepasar a Niki y ser el primero en llegar al refugio, seguido de cerca por el también argentino Lucas Swikosky, y recordando que no por nada Napoleón decía “vísteme lento que estoy apurado”.

Cansados pero muy contentos logramos todos “escapar” de un lugar al que muchos querrán volver, la montaña solo te deja escapar por un rato.

Créditos: Red Bull.
Créditos: Red Bull.

Recibiendo el primer premio

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