El lunes 5 de agosto las organizaciones Geute Conservación Sur, Qarapara Tortugas Marinas Chile y Fundación Chao Pescao, ingresaron dos recursos de reclamación ante el Comité de Ministros, los que buscan revertir la aprobación dada por la Comisión Regional de Evaluación Ambiental de Atacama al proyecto energético-portuario Andes LNG, por no haber considerado adecuadamente las observaciones ciudadanas formuladas por estas organizaciones al proyecto de la empresa Andes SA.

«La empresa pretende camuflar un puerto, lo que no permite el uso de suelo y pasando por alto la vocación del territorio; proponiendo un puerto flotante en la Bahía Chascos”, dice a Ladera Sur Marcela Rey, abogada ambiental de Geute Conservación Sur, y agrega: “No es posible que se sigan aprobando proyectos que afectan territorios con alta biodiversidad. El área de influencia del proyecto incluye fauna y flora, desde ballenas azules a una gran porción de desierto florido con altos niveles de endemismo y problemas de conservación. Es una zona con vocación turística, de importancia para estudios científicos y deportistas”.

Antecedentes

©Rodrigo Farías
©Rodrigo Farías

En mayo de 2019, con una votación unánime, los miembros de la Comisión de Evaluación Ambiental de Atacama (CEA) aprobaron el proyecto termoeléctrico a gas que se ubicará en Bahía Chascos, Andes NLG. Tras la votación, el intendente de la Región de Atacama, Patricio Urquieta, dijo que el proyecto se votó a favor ya que “tenemos que avanzar hacia el desarrollo sustentable y buscar el equilibrio entre todos los intereses”. A su vez, el seremi de Medio Ambiente, Guillermo Ready, añadió que no hay proyectos que no tengan impacto ambiental y que lo importante es que esos proyectos sean de acuerdo a la legislación ambiental, compensados y mitigados. “La posición de ellos (quienes se oponen) es respetable, pero les diría que tengan confianza ya que es un proyecto que se evaluó en su mérito y con todas las variables ambientales. Es un proyecto que se hace cargo del pasto marino y las tortugas”, agregó.

Muy diferente opinan los vecinos y organizaciones ambientales que se han manifestado en contra de la realización del proyecto que, además de instalar un puerto o terminal flotante –que requiere dinamitar el fondo marino con 180 tronaduras para su construcción–, contempla la instalación de un gigantesco gasoducto de 90 km que pasará por el desierto, y una central termoeléctrica ubicada a 40 km de Vallenar.

Impactos en la biodiversidad

©ONG Qarapara Tortugas Marinas
©ONG Qarapara Tortugas Marinas

Dentro de las principales críticas al megaproyecto energético, se encuentran los efectos que éste podría causar sobre la biodiversidad en la zona. “Efectuaron una línea de base marina deplorable, por lo que ni siquiera evaluaron como significativo el impacto sobre las tortugas en peligro de extinción y los pastos marinos de las que éstas se alimentan”, asegura la abogada Marcela Rey.

Por su parte Carol Medrano, directora de la ONG Qarapara Tortugas Marinas, explica que los impactos que este proyecto podría tener sobre la flora y fauna marina en la Bahía Chascos son diversos, partiendo por la etapa de construcción en la que durante dos años habría un tráfico intenso de embarcaciones “lo que trae consigo una mayor tasa de contaminación por la quema de combustible, esto tiene efectos que no han sido estudiados por el proyecto por considerarse insignificantes”, dice la bióloga marina, quien continúa enumerando otros factores que podrían afectar la biodiversidad de la zona, como el levantamiento de sedimentos –que afecta a las algas y pastos marinos, o a especies filtradoras–, además del ruido y vibraciones que “pueden afectar a toda la fauna”. A esto se suma el aumento en la temperatura del agua, ya que la operación implica la necesidad de enfriar motores, lo que se realizará succionando agua del mar que luego será devuelta al ambiente pero a temperaturas estimadas alrededor de los 39ºC –es decir 24ºC más que al ser succionadas–.

©Rodrigo Farías
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Medrano además hace hincapié en la presencia en esta zona de la pradera de Zostera chilensis, una especie de pasto marino presente en la Bahía Chascos muy sensible a los cambios en su entorno, que sería la más grande de las dos únicas poblaciones que pueden encontrarse en Chile y que corresponden a uno de los ecosistemas más amenazados a nivel mundial. “Pensemos que los pastos pueden servir no sólo de alimento para varias especies, sino que también como hogar y lugar de desove para otras tantas, aquí hablamos tanto a nivel microscópico como a invertebrados y peces; por otra parte, nos brindan servicios también a nosotros no sólo porque pueden albergar especies de importancia económica (como ostiones, erizos o el congrio colorado), sino también porque sirven de retención de sedimento, ya que sus raíces estabilizan el fondo marino, y disminuyen el oleaje, además, producen parte del oxígeno que respiramos y secuestran bastante CO2 de la atmósfera”, dice.

Son precisamente estos pastos marinos endémicos de Chile los que cada año atraen a una colonia de tortugas verdes –una especie críticamente amenazada– desde las islas Galápagos a nuestras costas para alimentarse. Según el último censo en el lugar, había 16 tortugas en Bahía Chascos. “Se encuentra descrito que las tortugas pueden llegar a ser fieles a sus sitios de alimentación durante décadas. Esta área de alimentación fue descrita en los 80, y quizás desde cuánto tiempo antes han estado presentes en este lugar”, comenta Carol Medrano quien destaca que el hecho que las tortugas hayan elegido este lugar, pese a no contar con aguas de temperaturas cálidas a las que están acostumbradas, hace pensar aún más que este sitio es único.

Al consultarle sobre los impactos que podría tener el proyecto Andes LNG sobre esta población de tortugas, responde: “Podrían pasar varias cosas: que las tortugas sigan en el lugar, pero teniendo una amenaza constante en la zona por contaminación, colisiones, y otros, o bien que decidan irse de este sitio, lo que no es positivo pues la especie y sus hábitat están protegidos por convenios internacionales en los que Chile se encuentra adherido. Hasta el momento, Bahía Chascos es uno de los poquísimos lugares que tenemos en Chile donde estas especies se agregan a comer permanentemente, entonces, la pregunta es ¿Qué esperamos para protegerlo?”.

El fondo marino y las especies que en él habitan no son los únicos que se verán amenazados. Tal como especifica Álvaro Montaña, geógrafo de Geute Conservación Sur, incluso uno de los fenómenos naturales más llamativos –y un gran atractivo turístico de la Región de Atacama– podría sufrir consecuencias. “El desierto florido es un sitio prioritario para la conservación de la biodiversidad del país y sería severamente afectado al quedar fragmentado por un gasoducto de 90 km de longitud y la instalación de una planta de generación eléctrica a gas en medio de este ecosistema único”, dice el especialista.

Un Área Marina Costera Protegida en Bahía Chascos

©Rodrigo Farías
©Rodrigo Farías

El 27 de agosto de 2018 el Consejo Comunal de Copiapó, con el apoyo de diversas organizaciones ambientales, presentaron ante la seremi de Medio Ambiente de Atacama la solicitud de declarar un “Área Marina Costera Protegida” en la zona de Bahía Chascos con el fin de proteger esta zona de gran importancia ecológica, donde destaca la presencia de especies como la tortuga verde, la población más extensa del pasto marino Zostera chilensis en Chile, el mayor bosque marino del país de huiro flotador (Macrocystisintegrifolia); además es sitio de nidificación y esparcimiento de aves como el pingüino de Humboldt, el guanay y el yunco, y forma parte de la ruta migratoria de cetáceos como la ballena fin, orcas y delfines nariz de botella.

Sin embargo hoy esta iniciativa se encuentra detenida. “Este trámite se encuentra en stand by en este momento. Aquí depende un poco de la voluntad del Ministerio del Medio Ambiente de convertir esta área en un Área Marina Costera Protegida de Múltiples Usos. En este aspecto, desde que trabajamos en la zona que intentamos realizar campañas de educación ambiental y que se pueda visibilizar esta zona y se le dé la relevancia que tiene”, asegura la directora de Qarapara Tortugas Marinas.

Aunque hay otra barrera a la que esta iniciativa debe enfrentarse: Bahía Chascos forma parte de una propiedad privada, cuyos dueños estarían detrás de otro megaproyecto que busca instalarse en la zona, Copiaport-E un puerto para embarque y desembarque de carga general, graneles y combustible.

Les dejamos este video sobre Bahía Chascos realizado por Pica Films. “Existen muchos lugares que están en riesgo de ser sacrificados porque no están bajo ninguna figura que los proteja. Este video apunta a revalorizar el ecosistema costero del desierto de Atacama, en el contexto de la amenaza que existe para Bahía Chascos, quizás el mejor lugar para avistar Tortugas Verde en Chile”, dice Fran Costamaillere, directora del video y el proyecto Juntos por la Tierra y el Mar.

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