Rodeado de forestales y plantaciones de pino y eucaliptus, un bosque de qeules –especie endémica en peligro de extinción– logró sobrevivir intacto por lo que, se cree, serían los últimos 200 años.

Se trata de una especie que se creía erradicada de la Región del Biobío, por lo que el hallazgo de este bosque con cerca de 150 ejemplares adultos, muchos de los cuales alcanzan 50 cm de diámetro y 30 m de altura, ya es catalogado como “el hallazgo más importante de los últimos 50 años para la ciencia”, según Roberto Francesconi Riquelme, ingeniero forestal y presidente de la Coordinadora Regional de Medio Ambiente.

©Roberto Francesconi Riquelme
©Roberto Francesconi Riquelme

El bosque se encontraría en una ladera resguardada de un predio privado entre Penco y Tomé, y hoy tanto la Coordinadora Regional del Biobío como el dueño del predio ingresaron en la gobernación penquista una carta solicitando la protección del lugar bajo la figura de reserva de la biósfera y que sea declarado patrimonio ambiental.

La especie, declarada monumento natural en 1995, suele encontrarse en zonas fragmentadas y por lo general como individuos aislados y muy intervenidos, además posee bajos niveles de regeneración natural lo cual –unido a una baja dispersión de semillas y al estar generalmente rodeado de plantaciones forestales– imposibilita la ampliación de su hábitat. Es por esto que, según consigna Francesconi, este bosque sería único en el país y “viene a dar una luz para la comunidad científica, para que se pueda dar paso a las investigaciones que todavía no se han podido realizar”. Según asegura el ingeniero forestal, la ciencia había previsto la extinción para la especie en los próximos 20 años. Este árbol es el único representante de la familia Gomortegaceae, lo que significa que su desaparición implicaría la extinción de una familia botánica completa.

Hoy sólo dos subpoblaciones de la especie se encuentran protegidas en la Reserva Nacional Los Ruiles y la Reserva Nacional Los Queules.

 

*Actualización: Ante la masificación de la noticia, la Fundación Keule se pronunció asegurando que no se trataría de un hallazgo nuevo, sino que la población de queules de este predio ya era conocida por habitantes locales y que incluso había sido objeto de estudio de algunos investigadores. Además agregó que no se trataría de 150 árboles. «Lo de los 150 árboles es erróneo, porque la especie tiene la particularidad de rebrotar en forma circular desde las raíces, entonces varios de estos supuestos árboles en realidad son renuevos provenientes desde un mismo clon, entonces lo correcto es que sólo son un número limitado de árboles, que en el mismo sitio, pretendemos determinar su número mediante un estudio genético», publicaron en su página de Facebook.

Por su parte Diego Alarcón doctor en biología del departamento de Botánica en la Universidad de Concepción, añadió: «Se habla de que sería un bosque virgen o adulto, y la verdad es que en el video se ve que son árboles jóvenes, que no deberán tener —aparentemente— más de 40 años», dijo,  aunque reconoció que no descarta la posibilidad de que haya ejemplares más longevos. Asimismo se refirió a la cantidad señalada por las autoridades: «En todos los levantamientos que se han hecho por equipos científicos siempre se presenta el siguiente problema: que tú tienes ejemplares que son rebrotes de árboles probablemente antiguos y que fueron cortados o quemados. Cuando eso pasa, tú tienes por ejemplo 25 vástagos que surgen de una zona cercana, pero puede que sea un solo árbol», comentó Alarcón.

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