Arica en alerta: así afectan los altos niveles de contaminación costera a la fauna marina
La contaminación en la costa de Arica ha llegado a niveles preocupantes. Así lo comprobaron los Voluntarios por el Océano que asistieron a la limpieza organizada en la playa Chinchorro sector La Puntilla en Arica este verano, donde recolectaron más de 2 toneladas y media de desechos en sólo dos días. Pero esta situación no es algo nuevo. Cada año playas como Chinchorro se llenan de basura, y en este caso, también escombros en gran parte arrastrados por las crecidas del río San José. Estos terminan afectando a la fauna en el sector como las tortugas marinas que llegan a la zona a alimentarse y que hace 5 meses desaparecieron por completo sin dejar rastro. ¡Más detalles aquí!
Chile es el país sudamericano que más basura genera, alcanzando un promedio de 456 kilos por habitante cada año o 1,25 kg por persona al día, según cifras de un estudio realizado por The Waste Atlas (2018). A lo largo de Chile la situación es diversa, sin embargo en una ciudad al extremo norte de nuestro país la contaminación ya se ha convertido en un serio problema.
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La Encuesta Nacional de Medio Ambiente 2018, señaló que Arica es la ciudad donde menos habitantes reciclan a nivel nacional, correspondiendo a un 26%. Plásticos, botellas, refrigeradores, sillones, redes, nylon, entre otros, son algunos de los desechos encontrados en la playa y en el agua, perjudicando fuertemente a la fauna marina del sector.
Amenazadas por la contaminación
En el extremo sur de la playa Chinchorro, en el sector conocido como La Puntilla, hace años que se concentra una población estable de alrededor de 400 tortugas verdes (Chelonia mydas), una especie en peligro de extinción. Es la única playa de todo Chile continental que alberga a una colonia de esta especie que cada año llega a alimentarse de las algas que encuentran en el fondo marino y, cuando hay disponibilidad, también de las medusas. Según investigaciones y análisis de ADN realizados por la Universidad Arturo Prat (UNAP), las tortugas verdes de Arica provienen de varios lugares del hemisferio norte, principalmente de Galápagos, México y Hawái. Lamentablemente su presencia en este santuario natural no ha estado exenta de problemas y hace alrededor de 5 meses que se fueron sin dejar rastro.
Esto podría deberse a diversas causas dice Alfredo Álvarez, ingeniero en acuicultura y coordinador de ecoturismo marino de la ONG Tortugas Marinas Arica, pero asegura que hacen falta más análisis para identificar las razones que hicieron que las tortugas dejaran el lugar.
Lo que sí está claro es que además de las personas que deambulan por tierra o las embarcaciones con motores y redes de pesca en el sector, una de las principales amenazas para las tortugas marinas en la bahía nortina es la contaminación que se acumula en la costa y que llega al mar cada año con las crecidas del río San José en verano, que acarrea basura y escombros.
Según indica la ONG Tortugas Marinas, en el año 2017 hubo un varamiento de 44 tortugas, en el 2018 el número aumentó a 77, todas con daño cervical y la mayoría sin cabeza. Aún se desconocen las causas exactas y no hay pruebas para determinar qué fue lo que pasó. A pesar de los esfuerzos por conservar el ecosistema marino, hoy se vive una gran preocupación en Arica debido a la reciente desaparición de las tortugas en el sector.
“La importancia de este sector, por ser una bahía más tranquila, es que tenemos una colonia de tortugas verdes que están actualmente en peligro de extinción. Estas tortugas se alimentan de pejerreyes y de una alga que hay en la costa. Lamentablemente, con las lluvias y temporales que tuvimos en el verano, el agua se ha visto contaminada por la desembocadura del río San José, que llega al mar y trae basura de todo tipo, principalmente de residuos domiciliarios”, comenta Alfredo.
Este verano de hecho, durante una de las limpiezas de playas organizadas por la campaña Voluntarios por el Océano de Cerveza Corona y la organización internacional Parley for the Oceans en el sector La Puntilla, los más de 100 voluntarios que participaron de la actividad recogieron más de dos toneladas y media de basura en una jornada doble de trabajo. Ésta fue la actividad con la mayor carga de desechos recolectados en la campaña que duró todo el verano de 2019 y sumó 16 playas a lo largo de Chile, entre ellas Pichilemu, Carelmapu, Punta de Choros y Bahía Inglesa. Gran parte de estos desechos fueron arrastrados por la crecida del río.
Estas crecidas , que ocurren todos los años, arrastran basura, escombros y sedimentos hasta la desembocadura en el mar. El río, que también pasa por el valle de Azapa, donde hay una fuerte actividad agrícola, a su vez arrastra desechos de redes, mallas y cintas de riego, pero en ocasiones también contaminantes tóxicos. Durante la limpieza realizada por Voluntarios por el Océano a principios de marzo, se encontraron también botellas llenas de pesticidas. “Dentro del operativo de limpieza que se realizó, dejamos en manifiesto que encontramos una gran cantidad de pesticidas e insumos agrícolas en este sector. Esto debido a la falta de educación en torno al manejo de desechos. Debemos preocuparnos de reducir los residuos antes de reciclar. Además, también encontramos productos ilegales, con altos contenidos fosfóricos, que causan gran daño en las personas y los animales”, declaró a Ladera Sur Rafo Vargas, presidente de la ONG Terra Norte, quienes colaboraron en esta jornada de limpieza. “Son pesticidas agrícolas y hemos logrado detectar que hay algunos que no están rotulados y algunos que han entrado de manera ilegal a Chile, porque no está su utilización en Chile”, agregó.
Estos elementos generan un impacto en el ecosistema y destruyen el principal alimento de las tortugas marinas y otras especies en el sector: las algas. En consecuencia se cree que las tortugas abandonan el sector en búsqueda de mejores condiciones.
Tortumar, dependiente de la Universidad Arturo Prat (UNAP), ha realizado monitoreos en la zona donde han podido verificar que después de un tiempo, las algas vuelven a crecer y la colonia de tortugas verdes retorna a la bahía. Sin embargo, las amenazas siguen existiendo “al no existir áreas protegidas y no existir suficientes regulaciones», indica el profesor Walter Sielfeld, académico de la UNAP y director de Tortumar.
Es por esto que, junto a otras organizaciones, han impulsado la creación de una reserva marina para proteger de manera efectiva el sector de La Puntilla. El proyecto de ley fue recientemente firmado por los ministros y se está a la espera de la publicación de la resolución para entrar definitivamente en vigencia. Según comenta Walter, en el proceso de conservación y protección del medio ambiente es esencial el rol de la comunidad como agente de cambio: “El rol de la comunidad es fundamental, ya que solo así será posible la implementación de medidas de conservación y protección de la fauna y flora local. Lo anterior incluye la sensibilización de autoridades locales, cuerpos colegiados, instituciones gubernamentales, privadas, ONGs, la juventud, etc”.
Desde el Ministerio del Medio Ambiente (MMA), han señalado estar trabajando con las comunidades con el fin de proteger la flora y fauna local, también considerada como un recurso turístico importante para la Región de Arica y Parinacota. Además, se están detectando los sitios con presencia de contaminantes, principalmente los basurales ilegales o abandonados que estén en las cercanías de cauces de ríos o humedales.
“Somos la segunda región más vulnerable ante el cambio climático por lo que debemos buscar las formas de adaptarnos y trabajar de manera conjunta entre las entidades públicas y privadas. También, estamos exigiendo a los establecimientos educacionales que impartan la asignatura de educación ambiental, con el fin de generar una consciencia por el cuidado del entorno desde que son pequeños. Como país no podemos olvidar que tenemos 7 de las 9 vulnerabilidades ante el Cambio Climático definidas por la OCDE”, señaló a Ladera Sur Pablo Bernar, seremi del Medio Ambiente.