Más de 3 toneladas de alimentos libres de pesticidas han sido cosechados esta temporada en la huerta biointensiva que se encuentra al interior de Parque Nacional Patagonia, todo gracias al trabajo en conjunto con voluntarios y turistas que visitan esta especie de vergel de alimentos orgánicos.

Dagoberto Guzmán, Administrador General del Proyecto Parque Nacional Patagonia, asegura que la idea de instalar pequeños jardines de hortalizas a los largo del parque empezó con Douglas Tompkis. “Desde que partimos nuestra misión en el parque, Doug tuvo la visión de crear estos jardines desarrollados, para poder tener una producción orgánica y sana. Así es como siempre en cada lugar donde teníamos un desarrollo productivo, teníamos un huerto que lo acompañaba y abastecía”.

Hubo muchos huertos, cuenta Dagoberto. Unos más exitosos que otros, pero lo cierto es que el diverso clima de la zona austral de nuestro país, siempre se convertía en detractor. «Hemos estado 25 años desarrollando huertos. No sólo en el Parque Patagonia. Donde íbamos desarrollamos una. En Futaleufú tuvimos un huerto de cerezas orgánicas que fue muy interesante y que llegó a tener buen alcance. Sin embargo el clima siempre era un desafío”, dice. 

©Martín del Río
©Martín del Río

Pasaron los años y el déficit en el consumo de hortalizas frescas en la región austral seguía presente. Entonces, aparecieron personas que se interesaron en tomar este desafío, “Javier Soler y Francisco Vio estuvieron casi cuatro años con nosotros desarrollando el huerto del Parque Patagonia», cuenta Dagoberto. El recinto, que hoy comprende una dimensión de 666 m2 productivos, incluyendo 4 invernaderos, una almaciguera y una Chacra de 430,5 m2, se desarrolló en pleno Valle Chacabuco, donde el clima de tipo estepárico frío fue un interesante desafío para el crecimiento de las hortalizas.

Pese a las adversidades, el jardín se desarrolló poco a poco. “El primer año cosechamos 2.100 kilos en 700 metros cuadrados productivos, con más de 30 tipos de cultivo. Cuando nos fuimos de la huerta en 2017, y después determinada la tercera temporada, aumentamos ese número a 3.700 kilos”, dijo Javier Soler a la Universidad Católica de Chile.

© Parque Patagonia
© Parque Patagonia

Actualmente, la huerta trabaja utilizando el método de cultivo Biointensivo que pasa de las semillas híbridas, la maquinaria y los agroquímicos, para poner el énfasis en el mantenimiento de un suelo vivo. Es así como, rescatando los valores tradicionales de la cultura agropecuaria, este jardín de hortalizas genera 35 tipos diferentes de alimentos con los que abastece a las personas que viven en el parque y también a quienes visitan el restaurante El Rincón Gaucho, y todos los vegetales son cultivados sin pesticidas, ni químicos, inspirándose sólo en la naturaleza.

©Parque Patagonia
©Parque Patagonia

Más tarde Francisco Vio y Javier Soler se independizaron y comenzaron a trabajar en el proyecto Cuatro Estaciones, el huerto orgánico y espacio productivo de vegetales que hoy se ubica a orillas del lago General Carrera y donde trabajan el suelo fértil y la agricultura bointensiva a escala humana, dejando fuera los combustibles fósiles y fertilizantes sintéticos.

“Sentimos la urgencia de cambiar la manera en que producimos alimentos y cómo nos relacionamos con la naturaleza. y elegimos hacernos cargo”. Esa es la misión y la pasión del equipo de este jardín de hortalizas que fue apoyado por la Fundación para la Innovación Agraria (FIA) y el Gobierno Regional (GORE) de Aysén, y está emplazado específicamente en Bahía Catalina en el sector de La Península.

Según cuenta Francisco Vio, el objetivo del huerto es «demostrar que sí es posible vivir en armonía con la naturaleza, y al mismo tiempo desarrollar un negocio rentable para todos, que abastece a la región de productos orgánicos locales y devolviendo el valor a la vida en el campo».

© Huerto Cuatro Estaciones
© Huerto Cuatro Estaciones

Partió siendo una huerta piloto demostrativa y educativa que utiliza el método biointensivo de producción de hortalizas, que también apuntaba a transmitir la experiencia a los agricultores locales para que aprendieran sobre suelo vivo, compostaje, planificación de temporada, diseño y puesta en marcha de la huerta, entre otros temas relacionados con la producción, beneficiando a los agricultores locales y abasteciendo a las comunidades y restaurantes de la zona con alimentos libres de pesticidas.

© Huerto Cuatro Estaciones
© Huerto Cuatro Estaciones

Y, porque no sólo de cultivo vive este huerto, durante el verano se invita a los turistas a ser aprendices de la restauración de suelos y de producir alimentos durante todo el año. Además, hay diferentes cursos y programas, datos sobre diseño y planificación de huertos y horarios de visita para turistas.

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