Importancia de los monitoreos a largo plazo: caso de la Reserva Nacional Las Chinchillas
¿Por qué son importantes los estudios de sitios en el largo plazo? ¿Cuántos hay en Chile? ¿En qué regiones se están realizando? y ¿Qué aportan al conocimiento de los territorios? Son algunas de las interrogantes que afloran de estos maratónicos estudios científicos de la rama de la ecología. Aquí nuestros amigos del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad (CAPES), nos responden estas preguntas.
Comprender las complejas interacciones entre especies y las fluctuaciones del medio donde habitan, sólo es posible a través de monitoreos de largo aliento. Estos registros consideran seguimientos de varios años, incluso décadas, de las especies que componen los ecosistemas, así como de las variables climáticas que los afectan y permiten así hacer comparaciones.
La importancia primaria de los estudios de largo plazo es la generación de conocimiento que no es posible extraer a partir de experimentos acotados en el tiempo. Además, este conocimiento facilita el desarrollo de modelos teóricos y su generación promueve el trabajo colaborativo e interdisciplinario.
«Los estudios de largo plazo constituyen una fuente de información estandarizada para analizar el funcionamiento de sistemas ecológicos y sus respuestas frente a fluctuaciones de diferente amplitud y frecuencia, así como para desarrollar investigaciones en base a nuevas hipótesis», expresó el actual Premio Nacional de Ciencias Naturales 2018 y director del Centro de Ecología Aplicada y Sustentabilidad, Fabián Jaksic.
En Chile existen pocos casos de monitoreo de sitios a largo plazo pues son difíciles de mantener en el tiempo ya que exceden los ciclos de investigación y financiamiento. Aún así, hay cuatro sitios reportados: Parque Nacional Bosque Fray Jorge (Región de Coquimbo), Estación Biológica Senda Darwin (Región de Los Lagos), Parque Etnobotánico Omora (Región de Magallanes y de la Antártica Chilena), y la Reserva Nacional Las Chinchillas (Región de Coquimbo). Este último fue el primer estudio de largo plazo en formalizarse. Comenzó en el año 1987 gracias a un llamado a concurso entre la Corporación Nacional Forestal (CONAF) y la World Wildlife Fund (WWF) para proyectos de investigación, el cual fue iniciado por Jaime Jiménez.
A la fecha la Reserva Nacional Las Chinchillas cuenta con más de 30 años de seguimientos en terreno. Esto incluye más de 100 muestreos trimestrales y análisis de más de 35.000 individuos de distintas especies tanto vegetales como animales. Se han realizado 14 tesis de pre y postgrado en el área, generando más de 60 publicaciones científicas en revistas de alto impacto.
Algunas líneas de investigación desarrolladas y lideradas por Fabián Jaksic han sido:
1) Historia natural de especies presentes en el área
2) Dinámica poblacional y demografía de micromamíferos
3) Interacciones entre especies presentes
4) Fluctuaciones El Niño/La Niña y sus efectos
Gracias a ellas se ha podido conocer la historia natural de las especies y sus interacciones, así como las dinámicas de las poblaciones afectadas por las fluctuaciones de los fenómenos climáticos.
Jaksic menciona que estos estudios no podrían haber sido posibles sin el apoyo institucional continuo de CONAF, de la Universidad Católica y de CONICYT, así como un gran equipo humano de trabajo estable.