Orcas realizando movimientos fuera del arco en el ártico. Créditos: Fiordo Polar.
Orcas realizando movimientos fuera del agua en el ártico. Créditos: Fiordo Polar.

A lo largo de dos dos décadas, una investigación, publicada recientemente en el Journal of Comparative Psychology, recopiló más de 30 casos, registrados en cuatro océanos, de orcas ofreciendo peces, mamíferos marinos e incluso invertebrados a buzos o personas en embarcaciones cercanas. 

Este inusual comportamiento fue observado en contextos completamente silvestres y sin intervención humana directa, y se caracteriza por una secuencia específica. La orca se acerca de forma deliberada a una persona, libera su presa frente a ella y permanece a corta distancia, aparentemente esperando una reacción. 

Hay que tener en claro que, la orca (Orcinus orca), el miembro más grande de la familia de los delfines, se conoce por su notable inteligencia, su compleja estructura social y su capacidad para desarrollar culturas locales. Se trata de depredadores capaces de cazar en grupo y adaptarse a diferentes entornos marinos en todo el mundo. 

El autor principal del estudio, Jared Towers, biólogo marino con décadas de experiencia en el estudio de cetáceos, afirma: “Parece haber un elemento prosocial en estos casos, indicativo de una reciprocidad generalizada interespecie, lo cual es extremadamente raro de observar en cualquier animal no humano y sugiere una convergencia evolutiva entre orcas y humanos”.

Personas viendo a orcas de lejos. Créditos: Fiordo Polar.
Personas viendo a orcas de lejos. Créditos: Fiordo Polar.

La segunda tutora del estudio, la reconocida investigadora Dra. Ingrid Visser, lo explica así: “Las orcas son animales muy sociales y con frecuencia las vemos compartiendo alimento entre ellas. Documentar y describir su comportamiento al intentar compartir alimento con humanos en distintos lugares del mundo es fascinante”.

Vanessa Prigollini, tercera autora y responsable del seguimiento en América Latina, añade: “Las orcas son depredadores tope que a menudo se alimentan de otros mamíferos grandes, pero cuando se trata de humanos, ocasionalmente prefieren compartir, lo que indica su interés por establecer relaciones más allá de su propia especie”.

Orcas en manada.
Créditos: Vista al Mar
Orcas en manada. Créditos: Vista al Mar

El estudio ha llamado la atención de especialistas de todo el mundo, entre ellos el ecólogo y escritor Carl Safina: “De las muchas y diversas mentes que habitan el mar, probablemente las más extraordinarias sean las de las orcas. Abundan los relatos informales sobre su inteligencia casi surrealista. Pero aquí, estos investigadores han reunido sistemáticamente una impresionante lista de casos en los que orcas en libertad han demostrado poseer una ‘teoría de la mente’, es decir, que comprenden que los humanos también tienen mente».

Los psicólogos han insistido a menudo en que la ‘teoría de la mente’ es exclusiva de los humanos. Las orcas estarían en desacuerdo. Repetidamente han buscado interactuar con nosotros y sienten curiosidad por nosotros. Tras millones de años viviendo en el mar, nosotros en nuestros botes probablemente les parezcamos alienígenas visitantes. Y de hecho, somos extraños en un lugar extraño que apenas conocemos y del cual aún tenemos casi todo por aprender.

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