Atama, el emprendimiento chileno que hace snacks a partir de fruta descartada para exportación
Atama es un emprendimiento chileno que transforma la fruta que ha sido descartada para exportación en snacks crujientes, nutritivos y sostenibles. De esta forma, llegó para revolucionar la concepción que teníamos de los snacks y también, para hacer frente a la sobreoferta y al desperdicio de fruta en Chile. Conoce aquí más detalles.
Atama (@atamafoods), es una marca chilena que espera revolucionar el mercado de los snacks. Surge como una solución innovadora frente a la sobreoferta de frutas en el país y busca transformar esa fruta que ha sido descartada para exportación en productos nutritivos y sostenibles, combinando tecnología avanzada con un compromiso claro hacia el medio ambiente.
Hacer frente al problema del desperdicio de fruta
Manuela Sáenz, cofundadora de Atama, creció en un ambiente ligado al campo y ha trabajado durante años en la producción de fruta, lo que le permitió conocer de cerca los problemas que enfrentan los agricultores chilenos. “Año a año veo que, en algunas variedades, la fruta que se queda en Chile no llega a tener el valor que se merece. Incluso hemos llegado a pagar facturas por disposición en vertederos”, explica Manuela.
Esta experiencia, combinada con la impotencia de desperdiciar fruta de calidad que ha costado mucho esfuerzo producir, los llevó a buscar una solución innovadora: aprovechar la fruta que no se puede exportar y transformarla en snacks saludables y deliciosos.
Un desafío en todo sentido
El mayor desafío en el desarrollo de Atama ha sido incursionar en un sector completamente nuevo para ellos. “Es un rubro ajeno a nuestra línea de trabajo hasta ahora. Hemos tenido que aprender de normativas sanitarias, sobre las complejidades de los packagings y su cadena de producción, bodegaje, inventario, logística y servicio al cliente”, comenta Manuela. Sin embargo, este reto no los ha detenido. Al contrario, les ha permitido conectarse con un ecosistema de emprendedores que se apoyan mutuamente y compartir aprendizajes. “Hemos tenido coincidencias mágicas que nos ha regalado la vida y que nos han permitido llegar al resultado que estamos logrando”, añade con entusiasmo.
Sostenibilidad en cada etapa
Desde el inicio, Manuela y Rodrigo Del Río, su socio y marido, se propusieron asegurar que cada parte de su proceso productivo reflejar su compromiso con el medio ambiente y la excelencia. “Nos preocupamos de que la fruta que usamos provenga de buenos productores y pase por plantas de proceso que cuenten con certificaciones de sanidad y buenas prácticas. Buscamos proveedores que compartan nuestros valores”, explica Rodrigo.
La magia de la liofilización y más allá
Si bien la liofilización ha sido clave para el desarrollo de Atama, la empresa no se limita solo a esta tecnología. “Estamos explorando distintos procesos tecnológicos que permiten transformar la fruta, algunos de los cuales se utilizan en otras industrias o geografías. Queremos seguir innovando en cómo aprovechar la fruta, más allá de la liofilización”, comenta Rodrigo. Esta apertura a nuevas tecnologías les permite mantenerse a la vanguardia en el mercado y ampliar las posibilidades de sus productos.
Con la mirada hacia el futuro
Atama no se detiene. Con dos nuevos productos en desarrollo para lanzar en 2025 y con un enfoque constante en la búsqueda de nuevas formas de aprovechar la fruta, la empresa sigue avanzando. Además, ya han dado un gran paso hacia la internacionalización. “Mandamos nuestra primera carga a Estados Unidos, donde venderemos por Amazon, y estamos en conversaciones con un distribuidor en México para comenzar allá el próximo año”, revela Rodrigo, emocionado por lo que está por venir.