Kongjian Yu, arquitecto detrás de las Ciudades Esponja: «El concepto es muy adaptable y se puede aplicar con éxito en diferentes lugares del mundo. Valdivia es un gran ejemplo»

Kongjian Yu es Doctor en Diseño por Harvard y decano fundador de la Facultad de Arquitectura y Paisaje de la Universidad de Pekín. Fundador de Turenscape y editor de la revista Landscape Architecture Frontiers, ha escrito más de 20 libros y 300 artículos. Sus conceptos de “patrones de seguridad ecológica” y “ciudad esponja” han influido en políticas ecológicas en China. Ha recibido numerosos premios, incluidos el premio Sir Geoffrey Jellicoe de IFLA y el Cooper Hewitt National Design Award, y es miembro de la Academia Americana de Artes y Ciencias.

— ¿Qué experiencia clave de su infancia influyó en su filosofía de diseño en relación con el agua?

— Crecí en un pequeño pueblo de la provincia de Zhejiang, donde la vida agraria estaba profundamente conectada con el agua. Uno de mis recuerdos más vívidos es ver a los aldeanos manejar con maestría los recursos hídricos a través de arrozales y canales de riego. Construyeron presas bajas a lo largo de un arroyo caudaloso, moderando su flujo para irrigar los campos y crear estanques que almacenaban agua durante la temporada de monzones, lista para ser reutilizada en épocas de sequía.

El río, rodeado de árboles y arbustos, fue testigo de una experiencia crucial en mi vida, cuando su corriente me arrastró, y esos mismos árboles me salvaron. De esta educación rural, donde adaptarse al clima monzónico era esencial, aprendí lecciones valiosas: retener el agua, ralentizar su flujo y darle espacio. Estos sistemas no solo mitigaron las inundaciones, sino que también enriquecieron la tierra, demostrando que el agua, cuando se respeta, puede ser una fuente de vida y no una amenaza.

Esta vivencia sentó las bases para mi concepto de Ciudad Esponja, que imita los métodos de la naturaleza para absorber, filtrar y almacenar agua mediante infraestructuras verdes: humedales, estanques, pavimentos permeables y parques. Este enfoque refleja mi convicción de que, al gestionar el agua de forma natural, la transformamos en un recurso que sustenta la vida y la biodiversidad, convirtiéndola en una aliada en lugar de una fuerza destructiva.

— ¿Qué significa la comparación del concepto de la Ciudad Esponja con hacer tai chi con agua?

— La analogía de la Ciudad Esponja y el tai chi destaca la filosofía de trabajar con las fuerzas de la naturaleza, en lugar de ir en contra de ellas. En el tai chi, uno no se resiste a la energía del oponente, sino que la guía suavemente. Del mismo modo, el concepto de Ciudad Esponja abraza el agua, guiando su flujo en lugar de obstruirlo a través de estructuras rígidas y artificiales. Este enfoque se traduce en un diseño urbano práctico en el que los sistemas naturales, como humedales, techos verdes y superficies permeables, se utilizan para absorber y almacenar el agua de lluvia, reduciendo el riesgo de inundaciones. En lugar de los métodos tradicionales que canalizan el agua lo más rápido posible, las Ciudades Esponja ralentizan el movimiento del agua, lo que le permite infiltrarse en el suelo y reponer los acuíferos. Este método no solo evita inundaciones, sino que también ayuda a mejorar la calidad del agua y restaurar el equilibrio ecológico.

— ¿El concepto de Ciudad Esponja es exportable a otras partes del mundo, por ejemplo, a Valdivia?

— El concepto de Ciudad Esponja es muy adaptable y se puede aplicar con éxito en diferentes lugares del mundo, y Valdivia es un gran ejemplo. La clave de este enfoque es trabajar en sintonía con los ciclos naturales del agua, algo esencial para las ciudades que enfrentan problemas como inundaciones y la gestión del agua.

Valdivia, con su abundancia de humedales y sus intensas lluvias, es ideal para implementar este modelo. Al restaurar y mejorar sus humedales, crear espacios verdes y reintegrar los bordes de los ríos en la ciudad, Valdivia podría manejar el agua de forma más sostenible, además de fomentar la biodiversidad y reducir los efectos de fenómenos climáticos extremos.

Convertirse en una Ciudad Humedal y Esponja es una gran oportunidad para Valdivia. Este enfoque no solo la ayudará a enfrentar los problemas del agua, sino que también creará un entorno más saludable y resistente para sus habitantes. La idea de «vivir con el agua» debe ser la guía para el futuro de la ciudad, subrayando lo esencial de adaptarse a su propia realidad hídrica y ecológica.

He visto en varias partes de América Latina, desde Brasil hasta México, cómo se pueden transformar las ciudades. En muchas de ellas, sobre todo en áreas vulnerables cerca de ríos, la infraestructura ha mejorado significativamente al adoptar estos conceptos. Valdivia tiene la oportunidad de ser líder en este camino hacia un futuro más sostenible y puede convertirse en un modelo para otras ciudades de la región.

— ¿Qué papel desempeña la urbanización en la contribución a los desafíos relacionados con el agua?

— La urbanización exacerba los desafíos del agua de múltiples maneras. La transformación de los paisajes naturales en superficies impermeables, como carreteras y edificios, interrumpe el ciclo natural del agua, lo que provoca un aumento de la escorrentía superficial, inundaciones y una reducción de la recarga de aguas subterráneas.

En muchas regiones que se urbanizan rápidamente, los sistemas hídricos tradicionales, como los ríos y los humedales, se ven comprometidos o reemplazados por canales de concreto que priorizan el drenaje rápido sobre la absorción y filtración de agua. Como resultado, las áreas urbanas experimentan inundaciones frecuentes, incluso durante lluvias moderadas, mientras que sufren escasez de agua durante los períodos secos.

El enfoque de la Ciudad Esponja, que integra los sistemas naturales de gestión del agua en el desarrollo urbano, aborda estos problemas mediante la restauración de la capacidad natural de la tierra para absorber y gestionar el agua. Esto incluye la implementación de techos verdes, pavimentos permeables y humedales urbanos, que ayudan a las ciudades a imitar los procesos de regulación del agua de la naturaleza.

— ¿Cómo influye el cambio climático en la relevancia de los conceptos de Ciudad Esponja?

El cambio climático está intensificando la frecuencia y la gravedad de fenómenos meteorológicos extremos, como lluvias torrenciales y sequías prolongadas, lo que hace que el concepto de Ciudad Esponja sea más crucial que nunca. El aumento de las temperaturas incrementa la probabilidad de inundaciones repentinas debido a tormentas más intensas, mientras que los cambios en el clima generan períodos de sequía más prolongados, poniendo a prueba los suministros de agua en las ciudades. La infraestructura tradicional, diseñada para drenar el agua rápidamente, no puede enfrentar estos extremos.

Las Ciudades Esponja están concebidas para mitigar estos impactos, mejorando la capacidad natural de absorción y retención de agua en los entornos urbanos. La infraestructura verde utilizada no solo reduce el riesgo de inundaciones, sino que también crea embalses de agua que pueden ser aprovechados durante las sequías. De esta manera, ofrecen soluciones resilientes a los desafíos que plantea el cambio climático.

— ¿Cómo impacta el enfoque de la Ciudad Esponja en la biodiversidad de las zonas urbanas?

— El enfoque de la Ciudad Esponja mejora significativamente la biodiversidad al incorporar infraestructura verde que imita los ecosistemas naturales. Al crear humedales, corredores verdes y áreas con vegetación en entornos urbanos, estas ciudades proporcionan hábitats para varias especies de plantas, aves e insectos, que de otro modo se perderían debido a la expansión urbana. Por ejemplo, los humedales urbanos no solo gestionan las aguas pluviales, sino que también actúan como refugios para las especies acuáticas y terrestres, promoviendo la diversidad ecológica dentro de los límites de la ciudad. Además, los techos verdes y los parques urbanos sirven como «trampolín» para la vida silvestre, lo que permite que las especies se muevan por el paisaje urbano. Esta restauración de la biodiversidad también mejora la calidad ambiental general de las ciudades, contribuyendo a un aire y agua más limpios y a un entorno urbano más saludable.

— ¿Cuáles son los beneficios económicos de implementar el concepto de Ciudad Esponja?

La implementación del concepto de Ciudad Esponja ofrece beneficios económicos sustanciales a largo plazo. Al reducir la frecuencia y la gravedad de las inundaciones urbanas, las ciudades ahorran en los costos de los daños a la infraestructura, las propiedades y los servicios públicos.

El concepto también reduce la necesidad de costosos sistemas de control de inundaciones diseñados, como grandes tuberías de aguas pluviales o canales de hormigón. Además, al mejorar la calidad del agua a través de procesos de filtración natural, estas ciudades reducen los costos asociados con el tratamiento del agua.

La integración de espacios verdes y sistemas naturales de agua también aumenta el valor de las propiedades y puede atraer al turismo, proporcionando ventajas económicas adicionales. A largo plazo, la resiliencia proporcionada por estas estrategias ayuda a las ciudades a adaptarse al cambio climático, evitando los crecientes costos asociados con los eventos climáticos extremos.

— ¿Se puede aplicar el concepto de Ciudad Esponja a comunidades rurales más pequeñas?

Sí, el concepto de Ciudad Esponja se puede adaptar a comunidades rurales más pequeñas, donde los desafíos de la gestión del agua, las inundaciones y la sequía son igual de apremiantes, aunque a una escala diferente. En estas áreas, el enfoque podría estar en mejorar los humedales naturales, restaurar los ríos e implementar técnicas simples y de bajo costo como jardines de lluvia y superficies permeables para manejar las aguas pluviales.

Las pequeñas comunidades también pueden beneficiarse de la infraestructura verde que apoya la agricultura local al mejorar la humedad del suelo y reducir los impactos de la sequía. Al incorporar soluciones basadas en la naturaleza en la planificación rural, estas comunidades pueden mejorar su resiliencia a los extremos climáticos y, al mismo tiempo, fomentar una relación más sostenible con el paisaje circundante.

Algunos ejemplos de ciudades esponja

Parque Forestal Benjakitti

El Parque Forestal Benjakitti en Bangkok, Tailandia, es un buen ejemplo. Este proyecto transformó una antigua fábrica de tabaco en un vibrante bosque urbano, proporcionando un espacio recreativo y de mitigación de inundaciones crítico. El parque cuenta con humedales y paisajes porosos que pueden absorber hasta 200.000 metros cúbicos de aguas pluviales durante la temporada de monzones. Este diseño modular de bajo mantenimiento no solo mitiga las inundaciones, sino que también mejora la biodiversidad, apoyando a 91 especies de aves y creando un nuevo hito cultural para Bangkok.

Parque Fish Tail

En Nanchang, China, se transformó un paisaje de 126 acres en el parque Fish Tail, un bosque flotante que regula las aguas pluviales y crea un hábitat para la vida silvestre. Este espacio ofrece oportunidades recreativas y conecta a los residentes con la naturaleza, otorgando una identidad única al Distrito Nuevo y estimulando el desarrollo urbano en la zona. Fish Tail Park sirve como un modelo replicable para áreas con climas monzónicos, abordando los desafíos de inundaciones y restauración del hábitat, y demostrando que es posible integrar espacios urbanos para beneficio de las personas y la naturaleza.

Parque de humedales de Sanya Dong’an

El parque de humedales de Sanya Dong’an, en la isla de Hainan, China, se ha convertido en un proyecto clave de la campaña de «ciudades esponja» lanzada en 2014. Ante graves inundaciones y problemas de contaminación, este parque demuestra un enfoque multifuncional e inspirador, basado en antiguas prácticas agrícolas. Su construcción fue rápida y económica, y está diseñado para ser replicable a gran escala, abordando así los desafíos hídricos de la ciudad.