En la Región de Los Lagos, la Asociación de Municipios de Llanquihue lideró una transformación en el manejo de residuos domiciliarios en la provincia. Conformada por las comunas de Puerto Varas, Llanquihue, Frutillar, Maullín, Fresia, Calbuco, Los Muermos, Cochamó y Puerto Montt, esta organización administra el único centro autorizado de disposición de residuos domiciliarios en la Región de Los Lagos, el cual tiene 14 años de vida útil, recibiendo más de 500 toneladas de residuos cada día.

CTI. Foto: Asociación Municipios de Llanquihue
CTI Puerto Montt. Foto: Asociación Municipios de Llanquihue

En este contexto, para abordar la gestión en residuos en una zona donde el crecimiento demográfico va en aumento, la Asociación de Municipios de Llanquihue se propuso entender este problema como una oportunidad, poniéndose como meta reconvertir el relleno sanitario La Laja en el primer Centro de Tratamiento Integral (CTI) de residuos del sur de Chile, gracias a la colaboración técnica con el Banco Interamericano de Desarrollo (BID).

CTI. Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue
CTI. Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue

Un CTI es un modelo alternativo, diseñado para gestionar los residuos de manera integral. Su objetivo es maximizar la recuperación de materiales reciclables orgánicos e inorgánicos y minimizar la cantidad de residuos que llegan a disposición final, contribuyendo así a reducir el impacto ambiental. Todo esto, mediante un modelo asociativo y municipal de recolección y valorización de residuos, que mediante una red de puntos limpios, puntos verdes y sistemas de recolección diferenciada, apuntan a la colaboración y asociatividad entre los nueve municipios.

“Hemos implementado una matriz o un panel de control digital que, en base a la gestión de datos y a la implementación de inteligencia artificial, nos permite monitorear y dar seguimiento a cada uno de estos puntos de reciclaje puntos limpios puntos verdes y sistemas de recolección diferenciadas”, explica Tomás Gárate, alcalde de Puerto Varas, quien preside la asociación.

Puntos de reciclaje en Puerto Montt. Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue
Puntos de reciclaje en Puerto Montt. Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue

Este enfoque integral y sostenible permite que el CTI no sólo gestione los residuos de manera más eficiente, sino que también eduque y empodere a las comunidades sobre la importancia de la reducción, reutilización y reciclaje de residuos. Se ve en este proyecto una oportunidad para poner en marcha un modelo replicable a nivel nacional, demostrando que es posible transformar un problema ambiental en una solución sustentable y beneficiosa para la comunidad.

Innovación y tecnología: monitoreo y fiscalización rigurosos

Adicionalmente, se ha implementado un sistema de monitoreo de olores en el CTI, utilizando la tecnología de sistema vigía. Este sistema permite detectar y gestionar con la empresa operadora cualquier emisión de olores en tiempo real, garantizando que las comunidades aledañas no se vean afectadas.

Además, la Asociación ha llevado a cabo un exhaustivo estudio de impacto odorante para mapear las áreas de mayor impacto y diseñar estrategias de mitigación específicas. Este enfoque proactivo en la gestión de olores es parte de un compromiso más amplio con la transparencia y la responsabilidad ambiental.

Junto a lo anterior, se ha implementado un sistema de control que monitorea los residuos que ingresan al centro, asegurando que se cumplan con las normativas y criterios establecidos. Este control es esencial para garantizar que el proceso de tratamiento se realice de manera adecuada, evitando que materiales no adecuados o contaminantes sean procesados. De esta manera, se asegura que los residuos gestionados en el CTI se manejen de forma segura y eficiente.

CTI. Foto: Asociación Municipios de Llanquihue
Foto: Asociación Municipios de Llanquihue

“Al mismo tiempo, se hará pública la información de cada una de los procedimientos de fiscalización que se realizan a las empresas operadoras del relleno sanitario. Se publican de manera proactiva en plataformas abiertas y habilitadas para la comunidad”, explica el alcalde. Además, añade que “la misma comunidad puede efectuar un rol activo en ese proceso de fiscalización a través de aplicaciones que desde el propio celular pueden y facilitan la denuncia, en caso de identificar algún problema asociado a malos olores, descarga de lixiviados o algún problema ambiental”.

Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue
Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue

Educación ambiental y participación ciudadana

Para complementar, la educación ambiental es parte de esta estrategia, ya que la Asociación reconoce que un cambio duradero solo es posible si la ciudadanía está informada y comprometida.

Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue
Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue

“Uno de los desafíos más importantes de entender que finalmente los rellenos sanitarios y los vertederos son tecnología del pasado”, dice Gárate. En este contexto, explica, debe haber un cambio cultural, donde las comunidades locales tienen un rol fundamental. “Si es que las comunidades no están involucradas, es imposible que podamos avanzar hacia una hacia conducta y hábitos que sean más responsables”, reflexiona.

Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue
Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue

A través de una serie de iniciativas educativas, la Asociación ha logrado que la comunidad participe activamente en prácticas más sostenibles. Programas como la correcta separación de residuos y la participación en proyectos de compostaje y reciclaje han sido claves para involucrar a los ciudadanos. Estas iniciativas no solo enseñan la teoría, sino que también proporcionan las herramientas y el apoyo necesario para que cada hogar y escuela pueda integrar estas prácticas en su vida diaria.

La colaboración con las escuelas de la provincia ha sido especialmente exitosa. La Asociación ha premiado a aquellas que se destacan en la implementación de prácticas sostenibles, otorgándoles vermicomposteras, una herramienta educativa que permite a los estudiantes aprender de manera práctica sobre el ciclo de la materia orgánica. Este enfoque práctico no solo educa a los estudiantes, sino que también los empodera como agentes de cambio en sus comunidades. Las imágenes de niños emocionados con sus nuevas vermicomposteras son un testimonio del éxito de estas iniciativas y del profundo compromiso de la Asociación con la formación de las futuras generaciones.

Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue
Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue

Un impacto duradero en la comunidad

Los esfuerzos de la Asociación de Municipios de Llanquihue ya están dando frutos. El Centro de Tratamiento Integral comenzó su implementación con dos unidades de valorización, una planta de orgánicos, ya operativa, y una planta de inorgánicos, próxima a su inauguración.

Además, la provincia cuenta con cinco puntos limpios operativos y dos en proceso de apertura, que operan sin costo para los municipios beneficiados y que permiten a los ciudadanos disponer de sus residuos reciclables de manera adecuada. Se han instalado más de 80 puntos verdes en establecimientos educacionales y juntas de vecinos, complementado con servicios de recolección diferenciada en barrios piloto, facilitando el acceso al reciclaje en toda la provincia.

Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue
Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue

El punto limpio móvil es otro dispositivo implementado. Este vehículo, que recorre mensualmente las nueve comunas, ha permitido que incluso las comunidades más alejadas tengan acceso a servicios periódicos de reciclaje. En total, todos estos esfuerzos han significado valorizar 820.000 kilos de residuos en tan solo 10 meses, incrementando las tasas de valorización de manera exponencial desde la puesta en marcha de las primeras iniciativas.

Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue
Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue

Visión de futuro: un modelo a seguir

La transformación de La Laja en un Centro de Tratamiento Integral es solo el primer paso en un desafío mucho más grande: demostrar que es posible construir un modelo sostenible que haga frente a la crisis ambiental de manera efectiva y tangible. Más allá de los logros alcanzados, el verdadero reto está en seguir expandiendo este modelo, en conectar a más comunidades y generar un cambio profundo en la relación de las personas con sus residuos.

Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue
Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue

El futuro de este proyecto no solo depende de la tecnología o las infraestructuras implementadas, sino de la capacidad de inspirar a más personas a ser parte de la solución. La Asociación de Municipios de Llanquihue no busca solo gestionar residuos; su visión es construir comunidades más conscientes, resilientes y comprometidas con el cuidado del entorno. Este esfuerzo es una apuesta a largo plazo, donde el trabajo conjunto entre municipios, organizaciones y la ciudadanía será fundamental para consolidar un cambio real y duradero.

Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue
Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue

“Nuestro primer objetivo es demostrarle a Chile que la implementación de un centro de tratamiento integral es posible y que trabajarlo de manera asociativa entre distintos municipios de una provincia es un modelo exitoso y sostenible en el tiempo”, asegura el alcalde. Como segundo paso, esperan “contar con la certeza de que estos modelos son sostenibles y factibles desde el punto de vista técnico y económico. A partir de esa experiencia concreta, esperamos poder exportar este conocimiento en base asesorías técnicas y asistencias que podemos realizar a otras regiones y a otras provincias y comunas del país”.

Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue
Foto: Asociación de Municipios de Llanquihue

A medida que este modelo se fortalezca y extienda, la meta es clara: que cada acción emprendida, desde el reciclaje hasta la educación ambiental, trascienda los límites de la provincia y se convierta en un ejemplo a seguir para otras regiones. El desafío está en convertir esta crisis en una oportunidad para construir un futuro más justo y sostenible para todos.

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