Registran a zorro descansando en un nido de águila en el cerro Chena
El 10 de julio al mediodía, Augusto Schweizer estaba junto con dos amigos en un sendero en el cerro Chena, haciendo un reconocimiento de flora y fauna. Fue en el portezuelo del cerro San Jorge cuando, al mirar hacia abajo, divisaron a un zorro culpeo durmiendo en el nido de un águila abandonado, a unos seis metros de altura. En esta nota te contamos más al respecto.
Nuestro colaborador invitado de hoy, Augusto Schweizer, nos comparte este registro de un pequeño zorro culpeo durmiendo en el nido de un águila en el cerro Chena, ubicado al oeste de la comuna de San Bernardo.
«El día miércoles 10 de julio, en la mañana tipo 12:00, me encontraba con un amigo y una amiga haciendo un sendero en el cerro Chena, haciendo un reconocimiento de flora y fauna. Cuando estábamos en el portezuelo del cerro San Jorge fue donde miramos abajo y vimos al zorro durmiendo sobre el nido de águila. Aparentemente, el nido estaba desocupado, el zorro solo lo vimos durmiendo plácidamente. El nido se veía bien formado y resistente, estaba a varios metros del suelo, al menos a unos 6 metros de altura», comenta Schweizer.
«Esta conducta es muy rara. Nunca lo había visto», afirma Agustín Iriarte, experto en mamíferos chilenos, explicando que se trata de un ejemplar adulto y que, al ser invierno, el nido seguramente estaba vacío.
Los zorros suelen encontrar refugio en madrigueras. Para ello necesitan excavar agujeros en el suelo, aunque también utilizan grietas naturales, o incluso ocupan cuevas de otros animales. Por lo mismo, no es común observarlos a tantos metros de altura.
El zorro culpeo, de pelaje gris en dorso, rojizo en sus patas traseras y amarillento en el resto, con una cola de punta negra, es el segundo cánido más grande de Sudamérica. Puede llegar a medir entre 80 a 120 centímetros de largo, incluyendo su cola, y a pesar hasta 12 kilos. Es nativo del lado oeste de Sudamérica, desde Ecuador a Perú, hasta las regiones al sur de la Patagonia y Tierra del Fuego.
Además, son depredadores oportunistas, se alimenten de lo que se les cruce por el camino, por lo que comen frutas y mamíferos, tales como roedores, liebres, aves, guanacos juveniles, corderos recién nacidos, lagartijas, huevos y aves.
Finalmente, cuando compartimos los registros en redes sociales, nos contactó Andy Zepeda, la cual también tenía fotografías del animal sobre el árbol.