Las mascotas han tomado cada vez más protagonismo en la sociedad y ocupan un lugar especial en nuestras vidas. Según datos de Cadem, 8 de cada 10 chilenos tienen al menos una. Por lo mismo, de cara a las festividades que vienen, se vuelve una preocupación mantenerlos felices y a salvo, evitando el estrés con las decoraciones y ensordecedores fuegos artificiales.

Valparaíso, Viña del Mar y Valdivia, son algunas de las ciudades que ya han confirmado que la llegada del 2024 vendrá acompañada de shows pirotécnicos, que, en algunos casos, pueden alterar y asustar a las mascotas.

Créditos: Vicent Scherer (Getty Images).
Créditos: Vicent Scherer (Getty Images).

Efectos dañinos y cómo evitarlos

La pirotecnia implica la creación y uso de fuegos artificiales o materiales explosivos, los que reaccionan produciendo chispas, ruido, llamas, y humo. Son estos elementos los que a menudo tienen un impacto negativo en las mascotas, aunque no debemos olvidar que los animales silvestres también se ven perjudicados por esta práctica tan popular.

En concreto, el oído de muchos animales es mucho más sensible que el de los seres humanos, por lo que el sonido de las explosiones puede ocasionar daños severos en su capacidad auditiva, tales como pérdida de la misma o tinnitus; fenómeno consistente en percibir golpes o sonidos en el oído que no provienen de una fuente externa. Esto se debe a que los fuegos artificiales pueden llegar a emitir sonidos de hasta 190 decibelios, lo que supera con creces el rango de 80 a 85 decibelios, donde comienza el daño para el oído humano.

Créditos: Photographer (Getty Images).
Créditos: Photographer (Getty Images).

Los petardos, por otra parte, son tóxicos, y sus explosiones liberan partículas nocivas como el polvo fino (PM10), las que, al ser inhaladas, pueden agravar enfermedades existentes, así como provocar otras. Asimismo, si estos se utilizan de manera descuidada, los animales que se acercan pueden llegar a sufrir quemaduras graves, daños oculares, e incluso mutilaciones.

Además de estos daños físicos, los fuegos artificiales también pueden generar daños a nivel psicológico en los animales, ya que, en muchos casos, les provoca un miedo tan grande, que puede terminar en fobias. Estas fobias ocasionan una respuesta desproporcionada en la mascota.

Créditos: Africa Images (Getty Images).
Créditos: Africa Images (Getty Images).

En este contexto, Arturo Álvarez, director de la Escuela de Medicina Veterinaria de la Universidad del Alba, explica que “generalmente los perros son las mascotas que se ven más afectadas por estos ruidos. Si bien los gatos tienden a correr y esconderse, ellos mismos disminuyen sus niveles de estrés buscando un lugar seguro, mientras que los perros pueden intentar escapar, romper y/o saltar por las ventanas e incluso poner en riesgo su vida en esta maniobra”, alerta.

Para evitar este tipo de comportamientos en el contexto de espectáculos de fuegos artificiales, el veterinario recomienda evitar dejarlos solos durante las festividades y entrega algunas medidas preventivas para reducir sus niveles de estrés:

Créditos: Brand X Pictures.
Créditos: Brand X Pictures.

Refugio seguro: proporciona un lugar tranquilo y cómodo. Buscando que este espacio aísle el ruido. Se recomienda mantener ventanas y puertas cerradas, y ojalá estén acompañados durante los eventos pirotécnicos, pues esto baja la ansiedad en las mascotas.

Entrenamiento previo: durante el año y de manera gradual, intentar familiarizar a las mascotas con sonidos similares mediante grabaciones o televisión e ir subiendo de a poco el volumen, evitando que se estresen innecesariamente.

Método ‘Tellington Ttouch’: consiste en un tipo de vendaje que va desde la parte frontal, pasando por el pecho, dando una vuelta y luego anudándolo en la parte de atrás del dorso. Esta técnica influye positivamente en la tranquilidad del animal.

Créditos: Swiss Hospital Pet.
Créditos: Swiss Hospital Pet.

Juguetes y música: Se recomienda proporcionar artículos que bajen el cortisol. Algunas alternativas son juguetes masticables o alfombras interactivas. Éstas últimas presentan obstáculos y ofrecen premios por lo que la mascota se centra en obtenerlos, distrayéndose e ignorando el ambiente o sonidos molestos. También se aconseja poner música relajante.

Ante signos de ansiedad persistente, se puede recurrir a un veterinario para, en caso de ser necesario, evaluar alternativas farmacológicas o a un etólogo, especialista que trabaja con el comportamiento animal. “Ellos entregarán recomendaciones que pueden estar asociadas a un trabajo de largo plazo como el uso de sustancias que calman a las mascotas”, puntualizó el profesional.

Por último, el especialista hace hincapié en no dar alimentos distintos a los que reciben normalmente, ya que tanto perros y gatos están en constante riesgo de sufrir intoxicaciones severas como, por ejemplo, por chocolate, el cual resulta ser grave para nuestras mascotas en general.

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