Patagonia vuelve con su colección de ropa de segunda mano: chilenos son los mayores consumidores de la industria textil en América Latina
El fast fashion o moda rápida es un fenómeno o modelo de producción en serie que promociona la venta de colecciones que están a la moda y que cambian en cortos periodos de tiempo. Se trata de confecciones de baja calidad tanto para quienes la producen como para quienes las adquieren, que además producen altos desechos y emisiones de CO2. Según cifras del Ministerio del Medio Ambiente, en los últimos 20 años Chile se ha convertido en el país de América Latina que consume más ropa por persona, aumentando la compra de vestuario en un 233% en ese periodo. En este contexto, Patagonia vuelve con su colección de ropa de segunda mano para darle una segunda vida a sus prendas y un programa de intercambio de ropa. Conoce aquí más detalles.
La forma en que nos vestimos es un símbolo de nuestra identidad, de cómo nos identificamos, cuáles son nuestros intereses y gustos y puede dar una noción sobre nuestra personalidad. Sin embargo, el fast fashion o moda rápida ha traído consecuencias negativas en todo el mundo, generando más de 2100 toneladas de desechos anuales. Según datos de Greenpeace, la producción de ropa representa el 10% de las emisiones de CO2 a nivel mundial, equivalente a lo que libera la Unión Europea por sí sola, y se calcula que a nivel global sólo se reutiliza menos del 1% de la materia prima (plástico, algodón y otras fibras) usada para producir ropa.
Un nuevo estudio asegura que los chilenos somos los mayores consumidores de la industria textil de Latinoamérica. Según cifras del Ministerio del Medio Ambiente, en los últimos 20 años Chile se ha convertido en el país de América Latina que consume más ropa por persona, aumentando la compra de vestuario en un 233% en ese periodo. La ministra del Medio Ambiente, Maisa Rojas, indicó que “Chile es uno de los países que más ropa consume por persona y se estima que en los últimos años la compra de vestuario ha aumentado explosivamente, pasando de 13 prendas en promedio en 2015, a 50 en el 2020”, llegando a generar 572.118,9 toneladas anuales de residuos textiles.
Por otro lado, de acuerdo a cifras de la CEPAL, Chile es el cuarto país del mundo que importa más textiles usados. Sólo en el año 2021 se importaron 156 mil toneladas de ropa usada o sin usar, de las cuales cerca del 60% terminó en vertederos ilegales y en el desierto de Atacama.
En este contexto, Patagonia, reconocida por su activismo ambiental y preocupación por el medio ambiente no piensa quedarse atrás. Hace un año su fundador, Yvon Chouinard, donó la empresa valorada en US$3.000 millones para la lucha contra el cambio climático. Ahora, en constancia con su visión, Patagonia vuelve con su colección de ropa de segunda mano y además propone un sistema de reparación e intercambio, para que sigan contando historias por muchos años más.
Los diseñadores basura-cero creen que el diseño de productos debería estar inspirado por la naturaleza, donde los materiales son reciclados en un flujo circular. Al reparar y extender la vida útil de una prenda, en solo dos años se reduce la huella de carbono, de desechos y agua en un 82%. Por ello, Patagonia lanzó su programa Worn Wear, un sistema de intercambio y venta de equipo de segunda mano con precios especiales, con el objetivo de reducir el consumo general y usar nuestra ropa por más tiempo. Si estás listo para dejar ir tus productos Patagonia, puedes intercambiarlos en una tienda por otro producto o recibir créditos para una compra a futuro.
Cuando dejas de usar una prenda generas basura que tarda años en degradarse. “Patagonia mediante su programa Worn Wear tomó la iniciativa de hacerse cargo de un programa de venta de ropa usada. Con toda la responsabilidad que conlleva el orden, limpieza y calidad de la ropa, que lógicamente destacan a la marca outdoor”, afirma Pascale Potin, directora de marketing digital de Patagonia Chile.
Para hacerse cargo de este grave problema, Patagonia habilitó en Chile su Programa “En vez de acumular, Intercambia”, que como su nombre lo dice, consiste en la posibilidad de llevar un producto Patagonia que ya no uses pero que esté en buenas condiciones a cualquier tienda o enviarla por paquetería, incluso sin la necesidad de comprar otro producto, con el objetivo de romper la cadena de “sentirse acorralado por la ropa que no quiero”.
“Una de las cosas más responsables que podemos hacer como compañía es fabricar ropa de alta calidad que dure muchos años y que además esté hecha para ser reparada y no tener que comprar más. Comprar ropa de segunda mano prolonga la vida útil de las prendas en aproximadamente dos años, lo que reduce drásticamente tanto nuestra dependencia de recursos vírgenes como nuestra generación de desechos”, concluye Pascale Potin.