Para despedir el otoño: la importancia de la protección del bosque nativo mediterráneo
El bosque nativo mediterráneo es un ecosistema riquísimo; reúne diversas especies que, en conjunto, ofrecen un servicio ecosistémico invaluable a su entorno y sus habitantes. Pero también, está expuesto a diferentes amenazas. A través de esta galería de fotos, y para cerrar el otoño, desde la Corporación Robles de Cantillana nos cuentan de su labor en la protección de este bosque nativo, haciendo una extensión a comprender de su importancia y aportar desde nuestras acciones a su cuidado.
“Con la energía del bosque nativo y con nuestro nuevo vestido,
les presentamos con muchas ganas, La Corporación Robles de Cantillana.
Una huella digital
y el nudo del roble ancestral, son signos eternos,
que no dejan de sorprendernos.
Fuerte y resiliente es el roble, especie endémica muy noble. El bosque nativo donde habita,
es fuerza, es vida y nos necesita.
Nuestro método es conservar, preservar, aprender y enseñar, esa es la forma, somos enfáticos, de combatir el cambio climático.”
Con estos versos, la corporación Robles de Cantillana lanzó -a través de las RRSS- su nueva imagen y sitio web. Inspirados en el bosque nativo y el cambio climático, buscan convertirse en un espacio de educación, reflexión y conversación en torno a la preservación de nuestros ecosistemas, poniendo en valor las innumerables especies nativas de nuestro país.
Desde el año 2015, Robles de Cantillana trabaja para preservar y proteger la biodiversidad a través de acciones formales de conservación, rescatando la relevancia y el valor de la naturaleza para la sociedad y el desarrollo humano. La creación del santuario de la naturaleza San Juan de Piche, fue el puntapié inicial que dio origen a la corporación, buscando resolver la necesidad de gestión y visibilización de las labores que ahí se realizan.
Inspirada por la vocación de educar y generar conciencia en nuestra sociedad en torno a la conservación, la corporación ha buscado darle énfasis a esa veta en sus redes sociales. Son un referente en temas de medio ambiente, especialmente del ecosistema mediterráneo y sus infinitas especies.
La Región Metropolitana es la segunda región más pequeña de nuestro país, pero la más habitada. Somos más de 7 millones de habitantes ocupando el 2% de la superficie del país. Es bajo este contexto, que buscamos relevar la importancia y el valor del bosque nativo para nuestra sociedad. Sus beneficios son absolutamente reales y tangibles. Pero pocos lo saben y menos lo valoran. ¡Aquí les contamos un poco!
El bosque nativo mediterráneo es un ecosistema riquísimo; reúne diversas especies que, en conjunto, ofrecen un servicio ecosistémico invaluable a su entorno y sus habitantes. Pero, ¿cómo nos afecta a nosotros todo esto? De muchas formas. Para evaluar estos beneficios, generalmente se dividen en cuatro grupos generales: servicio de abastecimiento, de regulación, cultural y de soporte.
El servicio de abastecimiento, como su nombre lo dice, se refiere a cómo el bosque nativo puede entregarnos materia prima, alimentos y energía. Bien manejado, se genera un ciclo valioso y ancestral. Lo mismo respecto al servicio cultural; en un contexto de respeto y cuidado, ofrecen un servicio intangible fundamental. Son espacios de recreación, admiración escénica y reflexión. Las personas, al conocer y apreciar de primera fuente el bosque, pueden valorar su importancia y por ende respetar y comprometerse a su cuidado.
La regulación es -desde nuestra perspectiva- el servicio más importante que ofrecen los bosques. Permiten regular el ciclo hídrico, contribuyendo a disminuir la sequía, las inundaciones, los aluviones y todos los desastres naturales relacionados al agua. Las especies nativas, al estar altamente adaptadas al entorno, la almacenan de forma eficiente, purificándola y permitiendo que exista un flujo regular y saludable para el medio. Por otro lado, los bosques están constantemente absorbiendo CO2 atmosférico y capturando material particulado, logrando así purificar el aire que respiramos. Estos espacios son además soporte para el desarrollo y proliferación de miles de especies que -en conjunto- funcionan como un sistema perfecto de conservación y propagación natural de sí mismos. El cambio climático se puede contener si protegemos los bosques; ellos son parte fundamental del ciclo de renovación, son vida.
Es importante entender que los bosques han existido hace siglos sin necesitar a los humanos. Esencialmente, no nos necesitan a nosotros; nosotros los necesitamos a ellos. Sin embargo, en la actualidad, el ser humano acapara gran parte del territorio; lo explota, lo construye, lo pavimenta, lo erosiona. Por eso, hoy el bosque nos necesita: para sobrevivir. Para esto, es fundamental que conozcamos y valoremos su labor, que entendamos como especie todo lo que los bosques nos entregan, y que los cuidemos -no sólo por lo que nos da- sino por lo que su existencia significa: la perpetuidad de las especies.
“Somos el presente de una larga deriva histórica de conservación del vivir y nuestra convivencia actual define el curso de las transformaciones que la especie humana siga a partir de hoy. […] Somos también la única especie de seres vivos que tiene la opción de escoger los impactos de sus acciones sobre el resto de los seres vivos en el planeta”. (Prólogo de Sebastián Gaggero, para Historia de nuestro vivir cotidiano, de Humberto Maturana y Ximena Dávila).
Con estas palabras queremos invitarlos a ser parte, a hacernos responsables de nuestras acciones, de nuestros deberes y ser conscientes de la importancia de nuestro rol. Proteger, conservar y propagar el bosque nativo es una tarea que podemos hacer juntos. Plantar un árbol nativo en tu jardín, donar a campañas de reforestación, compartir información, educar a tus hijos, amigos, cercanos. Todo es un gran aporte para cuidar estos ecosistemas que nos dan vida. Infórmate, aprende, conoce, porque “nadie quiere lo que no conoce, nadie defiende lo que no ama y nadie da lo que no tiene».