Entre volcanes, árboles milenarios y luz: una mirada fotográfica de la Araucanía Andina
Nuestro colaborador invitado, el fotógrafo Fernando Gudenschwager nos comparte una galería de fotos de la zona de la Araucanía Andina. En un recorrido visual a través de increíbles lugares como el Parque Nacional Conguillío o el Parque Nacional Huerquehue, nos cuenta sobre la importancia de la exploración para realizar su trabajo y de poder reflejar sus propias emociones a través de la fotografía. Con esto en mente, enfocado también en retratar momentos especiales que le ha traído la luz, realizó su propio libro de esta zona, del cual esta es una pequeña muestra.
Para el fotógrafo Fernando Gudenschwager, el Parque Nacional Villarrica siempre fue como su patio. Nació y creció en la localidad del mismo nombre y no era raro para él visitarlo en bicicleta, hacer senderos y andar en kayak. La cámara siempre fue un acompañante en cada uno de estos recorridos, pero lo principal siempre ha sido una cosa: la exploración. Es así como ha logrado transmitir su sentimiento por la Araucanía Andina, de hecho, en su propio libro de fotografía.
“Para mí la Araucanía Andina es un lugar increíble porque tiene volcanes, araucarias milenarias, ríos, lagunas y glaciares. Es como una Patagonia pequeña. Al recorrer el mundo siempre me he dado cuenta de que vuelvo a mi hogar cuando estoy aquí, me siento mucho más feliz y tranquilo. Es un tesoro poder vivir junto a araucarias milenarias que son fósiles vivientes, entonces he basado mi exploración y crecimiento personal”, cuenta Fernando.
En su camino autodidacta en la fotografía, que complementó con sus estudios de diseño gráfico, ese sentimiento de exploración también busca ser expresado. Así, en sus recorridos a destinos como el Parque Nacional Conguillío o el Huerquehue quiere mostrar, según cuenta, “no solo lugares, sino también vivencias que son de crecimiento personal, autoconocimiento, desarrollo personal y crecimiento. Cada exploración es adentrarse a uno mismo y salir a un lugar que te hace crecer y tener experiencias, como no saber dónde dormir y terminar con araucarias milenarias de compañía, o hacer trekking con volcanes en la vista. Todo es una meditación para mí y en la fotografía se ve expresada esa emoción”.
Entre todo este trabajo también hay una parte importante que tiene que ver con la luz, ya que es el concepto principal. En las fotografías y cada una de las experiencias están las puestas de luna y de sol; de poca o mucha luz; de la vía láctea y las conjugaciones con planetas; así como las luces y sombras en distintos momentos del día y la noche.
“No solo es fotografía, para mí es algo espiritual. Hay gente que encuentra a Dios en una iglesia; yo encuentro lo divino en la naturaleza. Encuentro que un bosque nativo es un templo. Que una cascada tiene poder. Siento la energía elemental del lugar (…). Creo que abrazar una araucaria es maravilloso, que caminar descalzo en un bosque sana. Creo que meditar es esencial para estar tranquilo y la fotografía es un acompañamiento para registrar el tiempo efímero en algo eterno”, finaliza Fernando, al comunicar la esencia de lo que busca hacer.
Así, esta es una pequeña muestra de un trabajo introspectivo a través de los increíbles paisajes de la Araucanía Andina. Un recorrido entre lagos, glaciares, volcanes, araucarias y las estrellas que nos traslada a los increíbles paisajes de la novena región de Chile.