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DECLARACIÓN | ¿“No Significativo”? Los fotomontajes del Puerto Exterior que cambiarán el paisaje del Humedal Río Maipo
El proyecto portuario en evaluación propone una infraestructura que modificaría de forma sustancial la visual desde el Santuario. Frente a esto, la Fundación Cosmos y otras entidades advierten que los efectos sobre el paisaje han sido subestimados, pese a tratarse de un objeto de conservación reconocido por el Estado.
Si en vez de contemplar el océano, perderse en el horizonte y observar un estuario repleto de aves, lo que se viera fueran grúas, camiones y contenedores, ¿sería razonable considerar ese cambio como un impacto “no significativo”? Esa es justamente la evaluación que hizo la Empresa Portuaria de San Antonio (EPSA) en la Adenda Complementaria del proyecto Puerto Exterior, actualmente en fase de Participación Ciudadana.


En términos de la evaluación ambiental, calificar un impacto como “no significativo” implica que se considera irrelevante o de baja magnitud, lo que exime al titular de implementar medidas de mitigación, compensación o seguimiento específicas. En la práctica, esto puede dejar sin protección efectiva a elementos del paisaje o del ecosistema que sí se verán afectados.
En esa línea, EPSA incorpora una serie de fotomontajes que buscan justificar un bajo impacto visual de las nuevas infraestructuras sobre el Santuario de la Naturaleza Humedal Río Maipo -objeto de protección definido por el Decreto Exento N°41 del Ministerio del Medio Ambiente-. Sin embargo, los propios fotomontajes encargados por el titular muestran cómo un rompeolas de cuatro kilómetros y la infraestructura portuaria dominan la visual desde distintos Puntos de Observación (PO).
En la Adenda Complementaria solo se incluyen dos fotomontajes desde la perspectiva del Santuario de la Naturaleza. Una de ellas es desde el Mirador Siete Colores (PO25), que muestra una alteración notable del paisaje, que es calificado como “no significativo”.


Esta crítica ha sido respaldada por el Servicio Nacional de Turismo (Sernatur), que en su pronunciamiento oficial sobre la Adenda Complementaria, calificó como “cuestionable” la evaluación del impacto visual hecha por EPSA. El organismo destacó que el paisaje es un objeto de protección del Santuario y, al tratarse de una vista pública dentro de un área protegida, su análisis requiere mayor rigurosidad. Además, solicitó la incorporación de fotomontajes desde otros Puntos de Observación al interior del Santuario (Mirador Zarapito (PO23); Mirador Pilpilén (PO24); Mirador Pajonales (PO26) y Mirador Rayador (PO27) y la aplicación de la guía metodológica oficial para valorar el impacto paisajístico.
“La transformación del paisaje afecta directamente los objetos de conservación del Santuario, invisibiliza su valor ecológico y amenaza una oportunidad real de desarrollo sostenible para la provincia. Frente a ello, hemos planteado en la Participación Ciudadana que el proyecto debe recalificar su impacto, especialmente en materia de paisaje, donde se ha subestimado la obstrucción visual, la intrusión de estructuras industriales y la pérdida de coherencia escénica”, señala Diego Urrejola, director ejecutivo de la organización.
Impacto en hábitat de avifauna
Las últimas cifras constatan la presencia de más de 190 especies de aves (E-bird 2024) en el Humedal Río Maipo, que representan alrededor del 40% de la avifauna nacional. Además, este ecosistema es parte de una importante ruta migratoria de aves en América y recibe anualmente a miles de individuos que provienen desde el hemisferio norte hacia el sur, donde ejemplares de pilpilén, zarapito, rayador y pidencito utilizan los campos dunares, pajonales y la playa para el descanso, alimentación, reproducción y anidación.
El otro fotomontaje presentado por el titular del proyecto desde el polígono del Santuario es el PO21 desde la Playa de Marbella ubicada al sur de la desembocadura del Río Maipo, ubicado a 400 metros del área de emplazamiento del proyecto. En esta imagen se puede apreciar el impacto visual que provocará la instalación del proyecto, con movimiento de grúas y contenedores de gran tonelaje, además del evidente impacto acústico que esta actividad generará en su área de influencia, representando una alteración evidente en el hábitat de la avifauna local.


¿Qué han advertido los organismos con competencia ambiental?
Distintos organismos públicos han manifestado observaciones críticas sobre los impactos del proyecto, en particular sobre el paisaje, la biodiversidad y el ecosistema del humedal de Llolleo y del estuario del río Maipo. La SEREMI del Medio Ambiente advirtió que no se evalúa el efecto de las pantallas acústicas sobre aves migratorias, exigiendo un programa de seguimiento específico para especies sensibles al cambio visual y sonoro. Además, observó que no se contempla monitoreo continuo de ruido durante la operación del puerto, lo que representa un riesgo permanente para la biodiversidad y la calidad de vida de la población.
La Dirección General de Aguas (DGA) señaló que el modelo hidrogeológico presentado no permite evaluar adecuadamente la interacción entre aguas subterráneas y el humedal de Llolleo, dificultando la estimación de impactos sobre el equilibrio hídrico, la salinidad y la calidad del agua. También advirtió la falta de información sobre la extracción y disposición de aguas subterráneas, exigiendo una evaluación de sus posibles efectos sobre cuerpos de agua receptores y sobre la dinámica del estuario del río Maipo.
CONADI, por su parte, observó que el proyecto no reconoce ni evalúa el uso ancestral y espiritual del borde costero por parte de pueblos originarios, omitiendo un componente esencial del territorio. También criticó la exclusión del valor sociocultural del humedal urbano de Llolleo, señalando que su análisis se limita únicamente a dimensiones ecológicas o urbanísticas.


Desde la sociedad civil, Fundación Cosmos —administradora del Santuario de la Naturaleza Humedal Río Maipo— advirtió que el rompeolas proyectado bloqueará de forma permanente la visual desde los principales miradores del Santuario, afectando su valor escénico, turístico y educativo. Asimismo, alertó sobre la acumulación de sedimentos y cambios en la dinámica hídrica del estuario del río Maipo, los cuales podrían modificar zonas intermareales clave para aves migratorias y afectar funciones ecológicas como la purificación del agua, la regulación del clima y la conectividad ecológica. La Fundación también cuestionó la fragmentación del análisis de impactos y solicitó recalificarlos como significativos, para así contar con medidas proporcionales de mitigación, compensación y monitoreo.