
Thapiri / Sueño
Más informaciónEl ensueño de la selva yanomami se toma MAC Parque Forestal
Thapiri / Sueño es una exposición a cargo del artista Sheroanawe Hakihiiwe, que ocupa cinco salas del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile. La muestra, que se podrá ver hasta el 20 de julio, destaca por su colorido y por su impronta onírica, un elemento de gran importancia para esta etnia de la Amazonía venezolana.
Hasta el próximo 20 de julio se podrá ver en el segundo piso del Museo de Arte Contemporáneo de la Universidad de Chile, sede Parque Forestal, la exposición Thapiri / Sueño, del reconocido artista yanomami Sheroanawe Hakihiiwe. La muestra, curada por Luís Romero y Paola Nava, se compone de 44 obras entre pinturas en acrílico (sobre tela y sobre papel de algodón) y grabados (monotipia), además de una animación en vídeo. Dicha exposición toma su nombre de la importancia que este pueblo indígena, ubicado en el Alto Orinoco (Venezuela), da a los sueños.

Cazador, e hijo de padre cazador, artista e hijo de madre artista, Hakihiiwe basa su propuesta estética en los bocetos que realiza durante sus incursiones en la selva para pescar y cazar. Son bocetos que llegan a la tela pasados por el cedazo del viaje a través del inconsciente. Así mismo, sus obras ocupan los sintéticos códigos de la pintura en cestos y en el cuerpo, tradicionales de los yanomamis y aprendidos de su madre. Una especie de minimalismo mágico, plagado de los vivos colores de la Amazonía y de sus animales.
“En un principio no pensaba en trabajar con diferentes colores, solo me interesaba usar el rojo y el negro porque son los que usualmente usamos los yanomamis, pero empecé a tomar yopo (alucinógeno preparado a partir de las semillas negras del niopo del Orinoco) y, de noche, mirando en sueños, recordaba cuando salía por la selva con cuadernos en donde anotaba y hacía símbolos de los diferentes animales. Ahí empecé a ocupar más colores para que las pinturas tengan movimiento y para que se vean más bonitas”, señala el artista con obras en las colecciones del MoMA (Nueva York), del British Museum (Londres) y del MALBA (Buenos Aires), entre otras.
Otro de los puntos a destacar en Thapiri/Sueño, pareciera ser la auto representación y quizás, más específicamente, la forma en que la tribu yanomami mira, se mira y conoce el mundo. Los sueños de los yanomamis, y, particularmente de sus chamanes, parecieran expandir el universo posible. Las travesías oníricas yanomami ocurren en todos los lugares y en todos los tiempos. Lo humano, lo animal, lo vegetal, lo mítico y lo antropomorfo se funden en relatos donde la única división pareciera ser la más básica: sueños buenos o sueños malos.


“El verbo thapimou significa «soñar». Soñar «lejos/más allá» (thapi ha) en el espacio-tiempo de la selva (urihi a). Soñar con otros lugares, con personas ausentes o con otros seres no humanos lejanos. Así, thapi –el sueño– caracteriza, sobre todo, la actividad onírica como vehículo de exploración mental más allá de los límites de la experiencia de lo visible diurno (…) Podemos entender así este conjunto de nuevas obras del artista yanomami Sheroanawe Hakihiiwe –Thapiri– como la recopilación y relato en imágenes de un recorrido de sueños extraordinarios, de sueños metafísicos a través de la selva”, explica el antropólogo francés Bruce Albert.
Un recorrido surrealista del que también se hace parte la propuesta museográfica y curatorial. “En la concepción de Thapiri pasamos de unas salas que tienen más brillo, en las que se ve luminosidad y colores, a otras dominadas por el negro con pequeños dibujos blancos que pueden recordar a las estrellas en el cielo. Es una decisión que hace alusión al tránsito desde estar despierto a adentrarse al mundo de los sueños profundos. Una alegoría a ese recorrido entre estar despierto y dormido, y al contorno borroso que puede existir entre esos dos estados”, explica la curadora Paola Nava.
Sheroanawe Hakihiiwe (Sheroana, 1971)
Artista indígena residenciado en Mahekoto-Teri (Platanal), comunidad yanomami en el Alto Orinoco. Desde la década de los noventa viene desarrollando un trabajo orientado al rescate de la memoria oral de su pueblo, de su cosmogonía y tradiciones ancestrales, a partir de la elaboración de papel artesanal, el dibujo, la pintura, la edición de libros elaborados junto a su comunidad y, más recientemente, la animación. Hakihiiwe desarrolla desde el dibujo un lenguaje sintético, concreto y mínimo sobre la vasta e intensa relación que tiene su comunidad con el paisaje. Estos vínculos permean el ámbito de lo personal y lo colectivo, siendo su trabajo una revisión contemporánea de la cosmogonía y el imaginario yanomami.


El arte de Sheroanawe Hakihiiwe evoca el archivo de una memoria conservada y promueve, a la vez, una respuesta estética en la que el tiempo y el espacio son aspectos subjetivos. Sus trabajos se conciben como la expresión de un conocimiento y como el fundamento que une lo ancestral con lo contemporáneo en un tiempo fragmentado en el que coexisten pasado y presente, consciente e inconsciente, en un impulso heterocrónico que habita entre dos o más universos. Hoy, —desde el centro del debate sobre lo contemporáneo en el arte—, estas representaciones reclaman su visibilidad en el amplio y complejo circuito artístico, ya no como una estrategia de alteridad, como tema o contenido al margen o al centro de, sino pensadas y aceptadas como un canon alternativo a la hegemonía cultural.