“Vida Manglar”: una iniciativa de carbono azul en Colombia
Con el fin de conservar los manglares, que cumplen un rol esencial en la mitigación de la crisis climática, Colombia creó el primer proyecto basado en criterios científicos, buscando conservar más de 7.600 hectáreas de vegetación y reducir en 1,3 millones de toneladas de emisiones de dióxido de carbono.
En 2015, el Acuerdo de París reconoció que los ecosistemas de «carbono azul» desempeñan un rol vital en la mitigación del cambio climático. Debido a esto, una de las medidas para lograr este plan fue creada por Colombia, el cual comenzó apostando por un sistema de “carbono neutralidad”, con el propósito de avanzar a un futuro más sustentable, protegiendo tres áreas marinas, con un control más minucioso hacia aquellas actividades que amenazan estos ecosistemas: desde la agricultura, ganadería o desarrollo urbano, hasta actividades portuarias o el mismo turismo.
Entidades públicas, privadas y comunitarias se han unido en consolidar el proyecto de carbono azul “Vida Manglar”, garantizando que los diversos territorios que cuentan con estos ecosistemas, sean conservados y restaurados de todo daño, comprendiendo su alta relevancia para la comunidad y para el país, en función a un manejo sustentable del ecosistema de manglares. Creando canales de comunicación, incentivando el ecoturismo y huertas comunitarias, trabajan en la propagación de la vegetación, así como en la capacitación, limpieza y mantenimiento de caños y acuerdos de pesca.
Pero, ¿Qué es el «carbono azul»? Es el carbono que capturan naturalmente los ecosistemas marinos y costeros, entre ellos, manglares, praderas marinas y marismas, los cuales almacenan el CO2 en el fondo del océano, reduciendo así las emisiones de Gases de Efecto Invernadero (GEI) en la atmósfera.
Los ricos ecosistemas de manglares, pastos marinos y marismas, aparte de proporcionar un hábitat para una amplia diversidad de especies, sustentando pesquerías fundamentales y protegiendo a millones de personas de inundaciones costeras y tormentas, son de vital importancia en la lucha contra el cambio climático.
Estos ecosistemas de carbono azul se encuentran en todos los continentes, a excepción de la Antártica, contando con una vasta biodiversidad biológica con alta productividad, en ellas se encuentran diversas especies tanto de aves, peces, crustáceos, moluscos y más, siendo motores generadores de vida.
El manglar es un área biótica, típica de las zonas tropicales y subtropicales, que está formada por árboles que poseen la capacidad de tolerar condiciones extremas de salinidad. Estos capturan el dióxido de carbono de la atmósfera y del océano, «guardándolos» en plantas y sedimentos que se encuentran debajo de ellos por cientos de años. Sin embargo, si estos sistemas se degradan, liberan el carbono, contribuyendo a la emisión de gases de efecto invernadero responsables del actual cambio climático.
Colombia posee costas en el océano Pacífico y en el mar Caribe, siendo un país compuesto por un 50% de océanos. Debido a esto, la prioridad de su Gobierno estableció como meta en su Plan Nacional de Desarrollo 2018-2022 la implementación de seis iniciativas de carbono azul en territorio colombiano, para el uso sostenible de manglares.
Entre 2010 y 2020, el país multiplicó por 10 la cobertura de áreas marinas protegidas, dejando como ejemplo la importante posibilidad que tenemos en el resto del mundo de tomar conciencia en torno a la fulminante amenaza del cambio climático y tomar acciones concretas frente al mismo.