Un especimen de Kataphraktosaurus ungerhamiltoni encontrado en Venezuela. Crédito: Fernando J.M. Rojas-Runjaic.
Un especimen de Kataphraktosaurus ungerhamiltoni encontrado en Venezuela. Crédito: Fernando J.M. Rojas-Runjaic.

Una nueva especie de reptil ha sido descubierta en el Amazonas venezolano por un grupo de científicos venezolanos, españoles costarricenses y brasileños. Se trata de una lagartija acorazada, que ha sido bautizada con el nombre de Kataphraktosaurus ungerhamiltoni, que significa ‘lagarto acorazado’ por su estructura externa con escamas y espinas. El reptil tiene 8,5 centímetros de longitud (5 cm mide el cuerpo y la cola unos 3,5 cm) y habita en las inmediaciones de un sector conocido como el Tobogán del Cuao en el Monumento Natural Cerro Autana, un tepuy cerca de la frontera con Colombia. 

Su nombre se pronuncia «cata-fracto» (katáphraktos), una palabra de origen griego que se empleaba para la caballería acorazada. Es de color marrón rojizo, con algunas manchas poco definidas, irregulares, de color marrón oscuro y marrón claro, y presenta escamas tuberculadas y a modo de espinas especialmente grandes en el cuello, la parte superior de su cuerpo y la cola, y con los ojos rojizos. 

El reptil tiene 8,5 centímetros de longitud (5 cm mide el cuerpo y la cola unos 3,5 cm). Crédito: Fernando J. M. Rojas-Runjaic.
El reptil tiene 8,5 centímetros de longitud (5 cm mide el cuerpo y la cola unos 3,5 cm). Crédito: Fernando J. M. Rojas-Runjaic.

En un artículo publicado en la revista científica Zootaxa, los investigadores, basándose en algunas características morfológicas, presumen que este “lagarto acorazado” es una especie semiacuática que habita en la hojarasca de los bosques adyacentes a los arroyos de aguas color té típicas del macizo del Cuao-Sipapo, en el estado Amazonas. “Gracias a sus características morfológicas únicas y los estudios genéticos se pudo determinar que el ejemplar de reptil pertenece a una nueva especie”, explica Celsa Señaris, bióloga venezolana miembro del equipo de investigadores detrás del hallazgo.

Esta especie pertenece a un nuevo género dentro de los llamados microteidos (familia Gymnophthalmidae), que agrupa a lagartos neotropicales de pequeño porte y de los que cada vez se descubren nuevas especies gracias a la incorporación de evidencia molecular a la hora de clasificar taxonómicamente a los ejemplares, indican desde la organización Provita, que agrupa a varios investigadores y científicos venezolanos. 

Los gimnoftalmidos son un grupo muy diverso de lagartos neotropicales y su riqueza de especies aún está en proceso de descubrimiento. La incorporación de evidencia molecular y un aumento notable en el muestreo taxonómico y geográfico en los estudios sistemáticos ha llevado a la descripción de numerosos géneros y especies nuevos de gimnoftalmidos (particularmente en Cercosaurinae) en los últimos años, indica el equipo de científicos en un estudio que describe la nueva especie.

Vista parcial del Kataphraktosaurus ungerhamiltoni. Crédito: Fernando J.M. Rojas-Runjaic.
Vista parcial del Kataphraktosaurus ungerhamiltoni. Crédito: Fernando J.M. Rojas-Runjaic.

El equipo de investigadores que describió la especie está conformado por los venezolanos Celsa Señaris, fundadora e investigadora asociada de Provita; y Fernando J.M. Rojas-Runjaic de la Fundación La Salle de Ciencias Naturales (Caracas); y los españoles César L. Barrio-Amorós, de Doc Frog Expeditions/CRWild (Costa Rica); así como dos colegas brasileños y estadounidense.

Siguiendo los criterios de la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), los investigadores sugieren a la nueva especie la categoría de Datos Insuficientes, lo que implica que se desconoce la información sobre su población total y de las posibles amenazas que puede presentar.

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